Hércules 3-1 Real Zaragoza B

El Hércules remonta y gana dos meses después

Las decisiones de Lolo Escobar permiten al conjunto alicantino reaccionar con contundencia al fallo que facilitó el tanto maño en el minuto 9. Míchel, Riera y el canterano Jean Paul anotan los goles blanquiazules

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El alivio de ganar es un bálsamo cicatrizante que tiene la capacidad de resucitar a quien parecía perdido para cualquier causa. El triunfo cura, pinta sonrisas, devuelve la voz para cantar goles a quienes ya se habían resignado a padecer otro curso de solo sufrir, de verse empujados a gritar consignas demoledoras para sacar de dentro la rabia, de caer sin freno, de extinguir la fe en que aún es posible que este cuento de terror tan mal escrito acabe bien.

La discrepancia con todo lo aledaño al terreno de juego continúa ahí, larvada, latente, a flor de piel, inextinguible, pero es un sentimiento que camina en paralelo a lo que ocurre dentro de la cancha. El público, el poco que va ya, irredento, doliente, fiel, quiere que su equipo gane. Lo hizo casi dos meses después de la última vez, con un entrenador nuevo en el banquillo, tres de los cuatro jugadores de la pasada campaña que aún siguen y dos canteranos.

Nada dura para siempre, ni siquiera en el Hércules, tan proclive al desastre, al desatino crónico, al desorden emocional. Hizo falta un cambio de rumbo, alguien con una idea menos gastada, más realista, menos tramposa. Visto con perspectiva, una duda sí se aclara: nadie en el vestuario creía en que Ángel Rodríguez disponía de poder y capacidad para revertir una mala dinámica que tiene al proyecto contra las cuerdas antes del parón de Navidad.

Los jugadores del Hércules, incluido el portero Carlos Abad, festejan el 2-1 de Riera con la Curva Sur.

Los jugadores del Hércules, incluido el portero Carlos Abad, festejan el 2-1 de Riera con la Curva Sur. / HÉCTOR FUENTES

La elección del primer once de Lolo Escobar, condicionado por las siete bajas con las que preparó el choque, no es lo más relevante, para eso habrá que esperar. Lo realmente capital anoche fue la localización de las taras, de las fugas, de las zonas blandas en solo cuatro días de trabajo con la plantilla. El nuevo preparador blanquiazul contradijo a su predecesor y no defendió por acumulación, sino con mayor tensión. Eliminó el doble pivote defensivo y colocó dos interiores, Míchel y Toscano, para darle salida a la pelota con más limpieza. Además, apostó por un delantero joven para atraer la atención de los dos centrales y perjudicar su interacción, tanto en ataque como en defensa.

El técnico extremeño rompió el doble pivote defensivo, sacrificó a Maxi y apostó por el mediocentro italiano

Pero los cambios, hasta cuando son de horrible a regular, cuestan, no son inmediatos. Los miedos se pegan a uno como el alquitrán y para sacudírselos hace falta paciencia... y valor. Antes del minuto diez, con los dos bloques tanteándose, un saque de esquina del Deportivo Aragón reabrió la herida sangrante que sumió hace tiempo al Hércules en un coma persistente. El primer envío al área no alcanzó a rematarlo Saturday, entre otras cosas por la marca de Toscano, pegado a él. 

El transalpino salió trastabillado y quedó en tierra de nadie mientras sus compañeros sacaban hacia afuera la línea del fuera de juego. Los aragoneses, listos, devolvieron la pelota rápido al punto de penalti y allí la recogió Raúl Rubio, solo, aislado, beneficiado por el retorno lento del italiano, quien, cautivo, le habilitó sin darse cuenta. El delantero maño metió lo justo la cabeza y batió a Carlos Abad, que no se esperaba que el atacante estuviera tan cerca de él, y en posición reglamentaria.

Los locales rompen una racha negativa de seis semanas sin ganar que le vale para salir de la zona de descenso

En cualquier otro pasado, el regalo, la concesión, la enésima invitación a que el rival te pisotee habría surtido su efecto, habría derivando en tragedia. No fue así. Los once sobre el campo con la camiseta blanquiazul se sobrepusieron al varapalo y lo tomaron como lo que fue, un accidente, no un tiro de gracia. Se levantaron, se adueñaron de la pelota y se dejaron mecer por la creación de espacios que lograron con sus desplazamientos de balón Toscano y Míchel, intensificando la incidencia por el carril central pivotando sobre Jean Paul y descargando por fuera para las diagonales de Alvarito y Cedrés.

Jean Paul pisa el balón antes de encarar al central del Deportivo Aragón Saturday.

Jean Paul pisa el balón antes de encarar al central del Deportivo Aragón Saturday. / HÉCTOR FUENTES

En una de esas, el exfutbolista del Intercity, más intenso, pero igual de errante que desde el inicio del curso, cambió el juego al otro extremo. El madrileño controló y buscó rápido al mediapunta valenciano, quien sin dudar se apoyó en Jean Paul para que este se la devolviera al primer toque y, con la derecha, igualara el marcador. 15 minutos pasaron entre un tanto y otro. Después, todo resultó más fácil.

El Hércules, que solo se mostró débil a la espalda de Chacartegui, se fue adueñando de la pelota, arrinconando al filial del Real Zaragoza, finalizando acciones, ganando los duelos individuales, activando la presión efectiva justo después de cada pérdida. Así es más sencillo sumar de tres en tres. No basta con poder hay, que demostrar que se quiere.

Alvarito intenta ganarle la posición a Luna en la banda izquierda.

Alvarito intenta ganarle la posición a Luna en la banda izquierda. / HÉCTOR FUENTES

Con el Deportivo Aragón forzado a replegarse, el cuero le llegó a Cedrés, cambiado de banda en ese instante. Habilitó a Riera dentro del área y el canterano del Barça no dudó, armó la pierna y pateó con rosca buscando el palo más alejado de Calavia, que vio cómo entraba mientras volaba.

Con media hora aún por delante, Escobar prefirió dar continuidad a su estructura inicial pese a los evidentes signos de fatiga de algunos de sus componentes. Al final, el cansancio de Toscano fue tan notorio que dio entrada a dos hombres a la vez: Eimil y Sergio Marcos. El Hércules, sin sufrir, siguió empujando hasta que, en una presión, César Moreno recuperó un balón, se lo sirvió a Jean Paul por el carril central y el galo, tranquilo, seguro, desde la misma semiluna, engañó al portero del Deportivo Aragón y anotó su primer gol como delantero del Hércules. El paciente se ha movido, igual sale del coma...

FICHA TÉCNICA

HÉRCULES: Carlos Abad; Raúl, Roger, Dani Marín, Felipe; César Moreno; Cedrés (Eimil 80’), Toscano (Sergio Marcos 80’), Míchel, Alvarito; y Jean Paul.

REAL ZARAGOZA B: Calavia; Luna (Alejandro 70’), Saturdey, Javi Hernández, Borge; Rastrojo, Castillo, Miguel (Cortés 77’), Marcos (Vallejo 62’); Raúl Rubio (Bernal 77’) y Naranjo (Fabio Conte 70’).

GOLES: 0-1, Min.8: Raúl Rubio. 1-1, Min.25: Míchel. 1-2, Min.61: Riera. 1-3, Min.85: Jean Paul.

ÁRBITRO: Alejandro Ojaos Valera (Cartagena). T. Amarillas: a los locales Alvarito (56’), Jean Paul (58’) y Riera (61’); y a los visitantes Miguel (72’) y Vallejo (83’).

ESTADIO: José Rico Pérez. 2.500 espectadores.