Carlos Abad es blanquiazul

El Hércules tiene casi apuntalado el núcleo duro alrededor del que desea vertebrar su nuevo proyecto, el décimo que tratará de lograr un salto de categoría fuera del fútbol profesional de manera consecutiva. Carlos Abad ha aceptado la modesta oferta de renovación del conjunto blanquiazul para seguir en Alicante, al menos, una campaña más. Solo falta el sí de Roger Riera para completar el tramo más urgente de la planificación antes de que dé comienzo la nueva temporada en septiembre.

El portero tinerfeño, que a finales de junio cumplirá 28 años, ha sido el único integrante de la plantilla que ha estado por encima de su caché, quien se ha mostrado más regular, el jugador con mayor incidencia en los resultados pese a no participar de facto en la circulación de la pelota durante la acción ofensiva.

Sus intervenciones han resultados determinantes y han evitado lo que estuvo muy cerca de convertirse en el mayor descalabro en la centenaria historia del club. Nadie ha disputado más partidos que él (solo Míchel y Alvarito le igualan con 32) y ninguno ha permanecido sobre el césped más que el cancerbero del Puerto de la Cruz (2.880 minutos). 

Titular 32 veces a lo largo del ejercicio, solo se perdió las dos últimas jornadas por decisión técnica, fue en ese par de fechas en que Lolo Escobar aseguró en la sala de prensa que alinearía a quienes viera más ilusionados por jugar en dos citas, sobre todo la última, en las que ya no había nada realmente crucial en juego.

La continuidad de Carlos Abad era prioritaria para la secretaría técnica, convencida de que el canario era el mejor en su puesto en la cuarta categoría nacional. El jugador, reticente a firmar otro año por la misma cantidad que percibía, ha terminado valorando más la relevancia alcanzada en Alicante que el peso salarial después de reencontrarse con su mejor forma tras enlazar dos cursos sin apenas contar y sin continuidad alguna, ni dentro ni fuera de España.

La confianza de Zinedine Zidane

Como blanquiazul se ha reencontrado con el Abad que lideró al Real Madrid Castilla dirigido por Zidane y Ramis que acabó ganando la Liga en Segunda B en la 2015-16. Allí jugó 36 partidos y encajó 34 goles, dos menos que ahora. Ocho años ha necesitado el guardameta canario para experimentar bajo los palos la misma fortaleza que entonces. Eso ha pesado sobremanera a la hora de elegir club y, como no, de aceptar una ficha por debajo del caché al que podría haber aspirado sin dificultad de haber repetido este mismo desempeño cada temporada desde su debut en 2014, en el primer equipo del Tenerife, en Segunda División.

Ocho jugadores están atados, de momento, para arrancar la pretemporada en la primera quincena de julio. Además del meta canario, siguen César Moreno (renovado a mitad de curso), Míchel Herrero (con quien se desearía renegociar los emolumentos tras no alcanzar el pico de forma que se le presuponía en agosto pasado), Alvarito, José Artiles, Nico Espinosa (en la fase final de su recuperación tras ser intervenido por Lasse Lempainen), Jean Paul N’Djolí y Salaheddine Bendrao, «Salah», todos ellos con licencia profesional, sin condición sub-23. El siguiente en prorrogar su estancia en el Hércules debería ser Roger Riera, aunque es muy probable que no sea el único si se sigue con el plan inicial.