Cien años del primer partido oficial del Hércules

Hay más preguntas que respuestas. No sabemos si la gente acudió en masa o si el partido pasó desapercibido para los alicantinos. Desconocemos también si hizo frío o si el Chepa, efusivo y enérgico como se le presupone, perdió los papeles al ver que el encuentro llegaba con empate a cero al descanso. Ignoramos cómo celebraron los goles los jugadores en el segundo tiempo y tampoco conocemos el estado del terreno de juego del campo de La Florida, nadie llevó cámara a aquel partido que comenzó a las 15 horas, del que este sábado se cumplen cien años y que fue el primer encuentro oficial de la historia del Hércules.

Las certezas son que el equipo alicantino, vestido con sus habituales colores rojiblancos, venció 3-0 al Diana, de Dénia, en la primera jornada del Campeonato Regional de Levante y que el delantero Santamaría entraría de rondón en la historia del Hércules por ser su primer goleador en competición oficial. Siendo justos, y precisos, las crónicas cuentan que el portero dianense Simón también colaboró en aquel tanto en la sobremesa de aquel domingo 25 de noviembre de 1923. Después llegaría un doblete de Compañ, amigo personal del Chepa y padre de Vicentín Compañ, que durante décadas sería alma máter del club. 

«La historia de los jugadores del Hércules es en gran parte la de Alicante del siglo XX»

El Hércules, entonces un club menor incluso en la ciudad, no disponía de entrenador al uso –de hecho, esa figura todavía era un rara avis-, pero salió al partido con todas sus figuras, un once cuyos fieles dirían de carrerilla a tenor de las formaciones en los amistosos previos y en los encuentros posteriores. Jover, otro incunable del club, formó bajo palos, si bien el puesto lo alternaba con Lajarín casi al cincuenta por ciento por aquellos tiempos. En la retaguardia salieron Chorico y Gaspar; Lloret, Misó y Romero actuaron en la media. Almodóvar, Compañ, Santamaría, Alberto y Pérez fueron los delanteros. 

Un hito editorial

La prensa se hizo eco de aquel choque, si bien apenas nombraban el debut en competición oficial del club, al menos con el rango que hoy, cien años después, le da la historia. El diario «El Luchador» aquellos días previos daba más relevancia al desplazamiento masivo que se esperaba de aficionados de toda la provincia del Natación, que jugaba en Alcoy el mismo día que el Hércules. Se reservaban «asientos de auto» para el viaje y se compraban localidades en la Maison Doree, de la calle Mayor. Al Hércules aún le quedaba camino para la hegemonía. 

Aquella victoria del Hércules fue una de las noticias de aquel domingo de final de noviembre en Alicante. El Luchador, que valía 10 céntimos, no llevó a la portada el resultado del Hércules, pero sí creyó oportuno incluir un anuncio en el que un particular buscaba niñera y la nota luctuosa de la llegada al mundo sin vida de un hijo de don Manuel Elizaicin, entre otras varias. Una época diferente para todo.

El Hércules echó a andar, es cierto, e incluso lo haría con paso firme porque volvió a ganarle poco después al Diana en Dénia y luego pasó la eliminatoria contra el Castalia. Debió jugar la final de aquel campeonato contra el Stadium, ganador de la zona de Valencia, pero por diferencias económicas con la Federación Levantina desistió. Luego tardaría un año en volver a jugar otro partido oficial, pero la semilla iría germinando. La desaparición del Natación, el cambio de colores y de escudo o el subcampeonato de España amateur fueron los siguientes hitos del club. Desde entonces hasta hoy, la historia es de sobra conocida. Y vuelve a estar toda por escribir.