Segunda RFEF

Torrecilla usa el ejemplo de Topuria para motivar a la plantilla del Hércules

El entrenador blanquiazul quiere recuperar el espíritu de superación que demostró el equipo en la primera vuelta, "cuando nadie peleaba más que nosotros"

El preparador extremeño asume que el margen de error ahora "es mínimo" y asegura que despedir a su segundo "se hizo inevitable por el bien del proyecto"

Rubén Torrecilla le grita a los jugadores del Hércules durante un partido en el José Rico Pérez.

Rubén Torrecilla le grita a los jugadores del Hércules durante un partido en el José Rico Pérez. / Alex Domínguez

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El mantra se repite desde dentro. Va todo bien, nada es anormal, el Hércules sigue aspirando a todo, no da signos de debilidad ni de agotamiento. Pero en la misma semana en la que el equipo consumó un desastre frente a un club condenado al descenso a Tercera RFEF, la Penya Independent, el entrenador blanquiazul ha despedido a su hombre de confianza, Félix Carvallo, el técnico ayudante, "al que conocía desde hace 25 años" y ha utilizado un vídeo del campeón del mundo de artes marciales mixtas, Ilia Topuria, para motivar a un vestuario bipolar al que su irregularidad amenaza con dejarle sin título de liga y, por consiguiente, sin ascenso directo.

El vídeo al que alude Torrecilla lo grabó el luchador alicantino en la plaza de toros de la ciudad. "Creo mucho en la unión, en la motivación y en los grupos. Me gusta poner vídeos para motivar y llegar al corazón del jugador", indicó el técnico extremeño, que desveló que lo tiene por costumbre.

"El vídeo que les hemos mostrado me encanta, porque Topuria cuenta todo lo que le costó conseguir su primera pelea profesional. Cuenta que tuvo que trabajar de hamaquero en la playa, como tenía que, además, ayudar a su padre y, por las noches, ganarse la vida en locales nocturnos como seguridad… Lo he usado para que vean que la vida es sufrir, que para llegar a cumplir un objetivo tan bonito como el que ha logrado él, hay que trabajar mucho, sacrificarse, enfocarse al cien por cien", subraya.

"Tenemos que ser ese equipo que tiene hambre por conseguir ese objetivo. Está al alcance de ellos que vengan a vernos 9.000 personas al estadio, poder ser campeones y pasar un día inolvidable en la Plaza de los Luceros", añadió en alusión al emblemático lugar de celebración en el que se reúne el herculanismo. "Topuria visualiza la pelea, piensa en ella mucho tiempo antes y al final consigue lo que visualiza", advierte el preparador extremeño, que quiere que sus hombres piensen en los partidos, en todos, no solo en los importantes, también en los que toca jugar contra los rivales más fáciles sobre el papel.

"Los jugadores no deben fijarse en el último partido, sino en la trayectoria, en la necesidad de emplear una alta intensidad contra todos los adversarios porque solo así puedes llegar a ser el mejor, como Topuria", recalca.

Sin margen de equivocación

El preparador blanquiazul no oculta, sin embargo, que después del petardazo del domingo pasado en casa, el margen para acabar campeón "es mínimo". "La regularidad en una liga tan difícil y competida es importantísima. Quedan 11 jornadas y el margen ya es mínimo. Tenemos que ser regulares, ganar a los de arriba y no perdonar como hicimos la pasada jornada", asume con rigidez el responsable del banquillo, que sigue viendo en "la falta de concentración" el único mal que pesa sobre el Hércules, que ha perdido cuatro de sus últimos seis partidos.

"La concentración es todo, es necesaria para marcar, para seguir a quien marcas, para no despistarte, no dejarte ir, hacer faltas cuando toca, donde toca, para no relajarse", describió el técnico, que pronosticó un encuentro "complicado" ante el Cerdanyola en "otro escenario de reducidas dimensiones".

"Manejan muy bien el juego directo y la segunda jugada. Tenemos que ponernos el mono de trabajo a nivel defensivo", recordó, otra vez, el extremeño.

De puntillas por el despido del segundo entrenador

El entrenador del Hércules insistió en que lo mejor para todos era la salida del cuerpo técnico de Félix Carvallo, pero sin entrar en detalles del porqué. "No voy a dar pelos y señales. Pero es por falta de confianza. Soy una persona exigente que va de frente y que se deja la vida por su gente. Lo conozco desde hace 25 años, pero al final hay caminos que se tienen que separar en la vida", dijo declinando responder a si el problema generado por su segundo era directamente con él o afectaba al grupo. "No puedo revelar secretos de vestuario", se limitó a argüir avalando la llegada de Iván Moya, también de su total confianza porque hasta ahora ejercía como director de su academia de fútbol en Granada.

"Seguimos con las opciones intactas"

A pesar del pésimo arranque de segunda vuelta, con el doble de derrotas que de victorias, Torrecilla sigue convencido de que el Hércules puede ser campeón de grupo "si está metido y concentrado y juega con alta intensidad". "Nuestras opciones están intactas, pero tenemos que volver a ser el equipo que muerde, que no se distrae", reitera.

"El día que pensamos que somos más o que con el escudo se gana estamos confundidos y nos pintan la cara", dijo el técnico, que volvió a incidir en que en su Hércules es el equipo "que mejor juega fútbol, que más domina y que tiene más ocasiones".

El entrenador blanquiazul continúa echando de menos la figura de un "pivote defensivo" y sigue buscando ese jugador que "robe balones, vaya bien en el juego aéreo y dé equilibrio", aunque haya tenido dos a su disposición, César Moreno y Carlos Mangada, y no le acabe de convencer ninguno hasta el punto de haber cedido a uno de ellos al Mestalla.

"Esa posición no la tenemos porque las buenas opciones eligieron jugar en equipos de Primera Federación", justificó Torrecilla, que espera que la desagradable derrota frente a la Penya Independent haya servido para acabar de despertar al vestuario "para volver a ser en Cerdanyola el bloque que hizo todo bien en Andratx para llevarse los tres puntos".