Mendes se queda sin pólvora

El delantero del Hércules lleva más de 40 días sin anotar y se ha quedado atascado en nueve goles

El equipo no ha vuelto a ganar un partido desde que el guineano ha bajado su rendimiento, sumiéndose en una gravísima crisis  

Marcos Mendes sobre el césped en un encuentro en el Rico Pérez.

Marcos Mendes sobre el césped en un encuentro en el Rico Pérez. / Alex Domínguez

César Hernández

César Hernández

El Hércules no ha vuelto a ganar desde que a Marcos Mendes se le ha acabado la pólvora. El delantero de Guinea-Bissau no ve puerta desde el pasado 10 de febrero, día en el que el conjunto blanquiazul se impuso en el feudo del Andratx con un gol suyo y otro de Carlos de la Nava. Desde aquel día, el Hércules ha sumado una derrota y cinco empates, unos números que han llevado al equipo de Rubén Torrecilla a despedirse de la lucha por el ascenso directo y a mirar al sexto puesto para asegurar la promoción de ascenso cuanto antes. Mendes se ha quedado atascado en nuevo goles tras una primera vuelta brillante en la que todo apuntaba a que iba a realizar unos registros goleadores espectaculares. Su sequía ha coincidido con la grave crisis deportiva y de resultados de un Hércules que ha perdido todos los aspectos positivos de la primera parte de la competición. La pelea del delantero del equipo en todos los partidos es incuestionable, pero no tiene el olfato goleador que le llevó a sumar una cifra de goles considerable. Mendes es clave para el Hércules en esta recta final de la temporada en la que está todo en juego y el equipo ha perdido todo lo que llevó a liderar la clasificación en cuatro ocasiones.

El conjunto blanquiazul lleva tres encuentros consecutivos sin anotar, llegando a encadenar una racha deplorable. Los alicantinos llevan diez puntos en los últimos diez encuentros. Sin rumbo, casi sin ocasiones en ataque, fallos clamorosos en defensa y sin el alma de la primera vuelta de la competición. Tras Mendes, Ketu, De la Nava y Alvarito son los siguientes máximos goleadores con cuatro tantos, pero esa cifra ha quedado también congelada tras las últimas actuaciones del equipo de Torrecilla.

Grave problema el que tiene el Hércules que no ve la luz mientras los rivales se le alejan a marchas forzadas. También se ha quedado paralizado en labores ofensivas Agustín Coscia. El delantero argentino suma tres goles, pero su último tanto data del 28 de enero ante el Torrent en un partido que se perdió. Coscia no goza de la total confianza de Torrecilla y tan solo ha jugado un partido como titular. Fue ante el Formentera y el equipo perdió en el Rico Pérez. El delantero ha actuado en 16 partidos pero son muy pocas las ocasiones en la que ha coincidido con Mendes en el terreno de juego. Coscia demuestra un gran espirítu rematador cada vez que está en el campo pero tan solo ha tenido la oportunidad de jugar en 337 minutos. Un media de 21 minutos por partido, muy poca participación para un equipo con problemas en ataque que lleva tres encuentros consecutivos sin anotar goles. El Hércules, que esta jornada enlazó su quinta jornada consecutiva sin ganar al empatar en La Nucía no atravesaba una racha de tantos partidos sin ganar desde hace 16 meses.

La última ocasión en la que el equipo alicantino sumó cinco partidos consecutivos sin ganar fue el pasado curso, desde finales de octubre a mitad de diciembre, y provocó la destitución del entonces entrenador Ángel Rodríguez. En aquella ocasión, el Hércules no fue capaz de ganar al Formentera (2-1), Manresa (1-1), Terrassa (3-1), Lleida (0-4) y Olot (1-1). La actual racha negativa no es la peor del equipo herculano desde su caída del fútbol profesional, hace ya una década, ya que en el curso 2019-20 llegó a enlazar rachas de cinco, seis y hasta siete partidos sin ganar, lo que le llevó a ocupar puesto de descenso a Tercera en una competición finalmente suspendida por la pandemia. El Hércules se encuentra sumido en una profunda crisis de la que apenas tiempo para reaccionar. Siete partidos para darle la vuelta a la situación y evitar el quinto puesto en la clasificación final. De una espectacular primera vuelta se ha pasado a una deporable segunda en la que se ha echado al traste todo lo bueno realizado.