Mascletà del martes 20 de junio en Alicante: atronador final en una mascletà eterna

El pirotécnico alicantino Pedro Luis Sirvent tampoco optará a la victoria al pasarse 25 segundos en un disparo con un terremoto épico pero un cuerpo aburrido por momentos

¿Cómo es una mascletà desde dentro? Así se ha vivido el disparo del martes 20 de junio desde el centro de Luceros

Pilar Cortés

C. Pascual

C. Pascual

La mascletà del alicantino Pedro Luis Sirvent tampoco ganará el concurso de las mascletás de las Hogueras 2023, y eso que podría haber optado perfectamente al premio con un final atronador, de los que no se olvidan con facilidad, con un bombardeo aéreo de los que rozan la épica. Estruendoso es poco. El espectáculo pirotécnico ha rebasado en 25 segundos el tiempo máximo que permiten las bases del Ayuntamiento, fijado en siete minutos. Otro descalificado, por tanto, como el lunes. Dos de tres. Y la propuesta del domingo, en realidad, como si lo estuviera…

Pero tiempo al margen, la mascletà de este martes será recordada por su apoteósico final, sobre todo el eterno bombardeo aéreo. Triunfante, de verdad. Muy original, además, con efectos que han dado aún más brillo a la composición pirotécnica, que también ha incluido el siempre rítmico disparo digital. 

Ese efecto siempre aplaudido, que se puso de moda pero que no se había utilizado este año en el concurso, también ha servido para hacer de transición entre el arranque aéreo, con divertidos colores en su fase final (amarrillos, azules, rojos, verdes...), y el inicio del fuego terrestre, donde ha estado el principal talón de Aquiles del disparo. Y es que esa parte, el arranque terrestre, ha sido lo peor de la propuesta del alicantino, haciendo la mascletà aburrida por instantes. Con algún silencio que otro, incluso, incomprensible para un espectáculo que se ha pasado de tiempo. Es evidente que la pólvora no es una ciencia exacta, y que no todo sale como se prevé.

Con todo, siendo Pedro Luis el alma máter de la mascletà, toda la plaza estaba esperando el final. Y eso no ha decepcionado. Nunca lo hace el alicantino. El terremoto ha entrado desde Marvà, algo poco habitual, y ha "rotó" cuando el tiempo ya superaba los cinco minutos. O era corto, extraño en el pirotecnico local, o se la jugaba con el tiempo. Al final, ha sido lo segundo.

Así ha sido el terremoto final de la mascletá de Hermanos Sirvent

Borja Campoy

Pero es que el terremoto terrestre no ha sido lo mejor, y eso que ha estado a un nivel inalcanzable para muchos. Lo realmente antológico iba a llegar después: con el bombardeo aéreo. Pocas veces se ha visto algo así en Luceros. Pero ha habido un “pero”: el cronómetro. Otra vez.

Así que por ahora solo una mascletà de las tres lanzadas puede optar al premio, aunque se da por hecho que la única que sigue "viva" que no será la ganadora. Mala señal sería. Tampoco sería positivo que esta, la de este 20 de junio, sea la última mascletà de Pedro Luis en Alicante. "Puede que haya sido mi despedida como pirotécnico”, ha dicho. Alicante quiere más.  

Quedan cuatro

La XXXIV edición del concurso oficial de mascletás de las Hogueras arrancó el domingo con los villenenses de Coeters Dragon, en una mascletà que dejó indiferente al público. El lunes fue el turno de los valencianos de Fuegos Artificiales Mediterráneo, con un disparo que gustó mucho, pero que tampoco será rival para la victoria, en este caso por quedarse a seis segundos del tiempo mínimo exigible. 

Mascletá de Hermanos Sirvent: revívela entera

Delgado / Foto: Jose Navarro

Este miércoles, día 21 de junio, la mascletà estará a cargo de los castellonenses de Zarzoso, de Altura. El disparo del jueves será de una de las pirotecnias más esperadas en Alicante: Hermanos Ferrández, alicantinos de nacimiento que tienen su sede en Beniel (Murcia). El festivo local del 23 de junio, será el momento de Pirotecnia Tamarit, de Alfarrasí (Valencia), que cambió su jornada de disparo con Pirotecnia Ferrández, de Redován, que cerrarán de nuevo el concurso festero. Los de la Vega Baja son los vigentes ganadores del concurso. 

En este ciclo, ya controlado al completo por el Ayuntamiento, se paga 8.500 euros por espectáculo pirotécnico de Luceros, igual que en las Fallas de València, frente a los 6.000 euros de 2022.

No hay novedades en otros aspectos clave, como la duración mínima, que se mantiene en los 5 minutos y 30 segundos, ni tampoco en el tiempo máximo, que sigue en los siete minutos. El peso máximo autorizado de la materia detonante es de 80 kilos y la materia reglamentada de 150 kilos.