Limpiar las playas de algas de manera respetuosa para el medio ambiente

Solemos volver de nuestros primeros paseos primaverales por las playas del Postiguet, San Juan, la Almadraba o San Gabriel sorprendidos por la cantidad de algas secas que se acumulan en la orilla. Incluso es habitual escuchar quejas por el aspecto y el olor de estos conglomerados vegetales que parecen estar ahí con el único propósito de dificultar la entrada al mar y el disfrute de la playa. Pero si conocemos un poco mejor la historia de estas murallas de plantas secas, la próxima vez que nos las topemos las miraremos con gratitud. Estas alpacas de posidonia defienden la frontera entre el agua y la arena y permiten que nuestras playas estén vivas y conserven toda su extensión. Son verdaderos guardianes naturales que impiden año tras año que el mar y el viento se coman las playas.

UTE Alicante sigue desde hace años criterios medioambientales marcados por el Instituto de Ecología Litoral para abordar los servicios de limpieza de playas, en los que prima el respeto a las múltiples funciones sistémicas que cumplen las arribazones de posidonia.

Así se forma un muro vegetal

Las grandes acumulaciones de algas y plantas marinas se forman en las orillas de las playas tras desprenderse de forma natural del sustrato rocoso o arenoso de la costa. Las arribazones de restos se producen por efecto de grandes oleajes y temporales en la franja costera.

Pero, ¿por qué se suelta la posidonia oceánica del lecho marino? Al ser una planta de hoja caduca, la posidonia desprende sus hojas de forma natural al final del verano. Además, numerosos organismos animales y vegetales viven en ellas, por lo que el peso de estas colonias y la pérdida de vigor al final de su ciclo biológico favorece su desprendimiento. Pero los temporales intensos con alturas de ola superiores a 1,5 metros pueden arrancar en cualquier momento del año hojas de posidonia y otros materiales vegetales como matas vivas, raíces y rizomas. Lanzados en cualquier dirección por la fuerza del mar, estos materiales se reciclan tanto si se quedan en la propia pradera de posidonia como si llegan mar adentro.

Y si llegan a la orilla, su vida útil no se agota. Más bien al contrario: es entre la arena y el agua donde estas plantas marinas ejercen como guardianas de la playa frente a la violencia del viento y el mar. Los grupos de posidonia que vemos en la playa no son un error natural, sino una importante pieza para el equilibrio del ecosistema.

Beneficios para las costas

Las alpacas de posidonia alcanzan varios metros de grosor en nuestras costas. Funcionan como un potente adhesivo que retiene innumerables granos de arena en la orilla que de otra manera serían desplazados tierra adentro o hacia el mar por la acción del viento y la resaca. El estudio del Instituto de Ecología Litoral encargado por UTE Alicante estima que por cada kilómetro de playa las arribazones retienen hasta 500 metros cúbicos de arena. Además, estas murallas orgánicas favorecen el desarrollo de microorganismos y funcionan como reserva de alimento para las comunidades vegetales de la costa y juveniles de peces, insectos o aves marinas.

Muchos municipios de nuestro entorno optan por retirar de forma mecánica estos restos antes de la temporada e incluso en invierno por desconocimiento de su función o por presión de la industria turística. Lo cierto es que estas operaciones sólo consiguen exponer sus playas a la temible erosión marina: el efecto por el que la playa cede terreno el mar. Según el citado trabajo, los movimientos de maquinaria en la retirada de arribazones eliminan la rugosidad de las superficies de arena efímera y las compacta, con lo que se acentúa el ángulo de incidencia del viento y su capacidad de erosionar la playa.

¿Cómo es la limpieza de la posidonia en Alicante?

UTE Alicante, empresa adjudicataria de los servicios de limpieza viaria y tratamiento de residuos de la ciudad, está comprometida con la conservación de nuestras playas y convencida de la compatibilidad de los roles ambiental y turístico de los arenales. Por esta razón, la compañía aplica estrictamente los criterios de limpieza de barreras de posidonia marcados por el Instituto de Ecología Litoral.

Los equipos mecánicos de UTE Alicante sólo retiran las arribazones cuando están secas, ya que es en este estado cuando pierden la mayor parte de su capacidad de retención de arena, así como sus nutrientes. Además, estas operaciones se aplazan cuando existe viento fuerte para evitar la pérdida de sedimentos. La adjudicataria del servicio limita la retirada de estos naturales a un par servicios al año - fuera de temporada alta-, a fin de mantener el equilibrio turístico y ambiental en las playas alicantinas. Así lo afirma Israel Garrido, coordinador de UTE Alicante.

«En temporada baja, mantenemos este cúmulo de algas en la orilla el máximo tiempo posible, ya que el tránsito de ciudadanos es menor, no molesta a nadie y se ha demostrado que conlleva muchos beneficios para nuestras playas. Gracias a los estudios que se han realizado sobre la posidonia y sabiendo la protección natural que suponen estos arribazones para las costas, desde hace unos años se ha tomado más consciencia y ya apenas se retiran en los meses de otoño e invierno. Cada vez aprendemos más cosas».

No obstante, el coordinador de UTE explica que en temporada alta (Semana Santa, verano...) la retirada sí que es continua y se realiza de manera diaria, por la noche. «Cuando hace calor y llega el momento de disfrutar de nuestras playas, no podemos dejar este cúmulo de algas en la orilla, ya que el ciudadano se quejaría».

De hecho, hace tan solo unos días -27, 28, 29 de abril y 2 de mayo- que los equipos de UTE Alicante limpiaban las algas acumuladas durante el año en la zona de la Almadraba. «El alga que vamos recogiendo a lo largo de la temporada en todo el litoral de la ciudad de Alicante (Desde Urbanova hasta la Playa de San Juan) la vamos acopiando en la Almadraba, junto al Espigón de Gargoris -un área que no genera molestias al ciudadano- para que el sol la vaya secando y, posteriormente, retirarla y llevarla al Centro de Tratamiento de Residuos (CETRA)», señala Israel Garrido. Es en esta planta de tratamiento donde se da una segunda vida a la posidonia seca, usándola para compostaje junto con la poda vegetal y otros productos. «Para el proceso de recogida contamos con una pala cargadora y un camión Centauro que puede circular por la arena. Además, tenemos camiones IPV que pueden cargar directamente desde la orilla», explica.

Cabe destacar que desde este punto -de la Almadraba- se han trasladado al CETRA un total de 75 bañeras con 1.191.039 kg de algas acumuladas durante la última temporada en las playas alicantinas».

Que la Costa Blanca sea conocida en todo el mundo por sus magníficas playas depende de todos. La posidonia no es basura, es un regalo que nos permite disfrutar de las playas más generosas en extensión y en calidad de la arena y el agua del país. Gran parte de ello se lo debemos a la posidonia y a los científicos que están han ayudado a saber tratarla como se merece.