Las desaladoras pueden producir casi tres veces más agua para llevarla a Cataluña

Las instalaciones de Sagunt, Torrevieja, Oropesa, Mutxamel y Moncofa, controladas por la empresa estatal Acuamed, generan anualmente casi 50 hectómetros cúbicos para abastecimientos y riegos aunque pueden alcanzar los 130 millones

La planta de desalación construida por Acuamed en Sagunt comenzó a operar en 2018.

La planta de desalación construida por Acuamed en Sagunt comenzó a operar en 2018.

José Luis Zaragozá

José Luis Zaragozá

El volumen de aguas desalinizadas generadas por las plantas hídricas del sector instaladas en la Comunidad Valenciana (Sagunt, Torrevieja, Oropesa, Mutxamel y Moncofa), controladas por Aguas de las Cuencas Mediterráneas Sociedad Mercantil Estatal (Acuamed), todavía están muy lejos de alcanzar su producción máxima instalada y, por tanto, con claras posibilidades de ceder parte de su volumen a otras poblaciones alejadas del ámbito geográfico en el que están instaladas, como Cataluña.

Así las cosas, la desaladora de Sagunt, una de las más grandes del Mediterráneo, tiene suficiente capacidad para atender la petición realizada por el Gobierno de España, que acaba de anunciar que prepara el transporte de agua en barcos a Barcelona desde la instalación del Camp de Morvedre para afrontar la situación de emergencia hídrica debido a la sequía en la región central de Cataluña, incluidas zonas de Girona y la Costa Brava, debido a los efectos de la sequía. 

Según la última memoria anual de Acuamed, correspondiente a 2022, las citadas desaladoras de la autonomía valenciana cerraron el ejercicio con un producción global de 48,25 hectómetros cúbicos, frente a una capacidad potencial instalada de 128,4 hectómetros cúbicos, lo que supone algo más de un tercio de sus posibilidades y por tanto, con excedentes para llevar agua a Cataluña u otros territorios.

Proyectos de expansión

En la actualidad -veremos qué pasa a partir de 2024 tras meses de falta de lluvias en todo el territorio valenciano- la desaladora de Sagunt, cuya explotación arrancó en 2018, tan solo produjo 0,16 hm3 en 2022, frente a una capacidad anual de 8 hectómetros. Esta conducción puede dar servicio a más de 120.000 usuarios del área del Camp de Morvedre. Acuamed gestiona el sistema que engloba la obra de toma del canal Júcar-Turia, la estación de bombeo de Paterna y su depósito regulador en Sagunt, todos conectados por tuberías conductoras. Además, la Confederación Hidrográfica del Júcar ejecutó las obras de interés general y con un caudal de reserva en el embalse de Contreras.

Acuamed, que emplea a una docena de trabajadores en su centro de Sagunt, tendrá que dotar con más recursos humanos a este centro de trabajo cuando la sociedad estatal vinculada al Ministerio de Transición Ecológica ponga el plan para incrementar su producción para transportar agua, en buques desde el puerto de Sagunt, hasta Cataluña. Fuentes de este ministerio calculan que podrían enviarse hasta 7 hectómetros cúbicos durante el verano de 2024.

En la actualidad, en España hay instaladas un total de 765 plantas desaladoras con producciones superiores a los 100 hm³/día. De ellas, 360 son de agua de mar y 405, de agua salobre. La C. Valenciana, además de la plantas de Acuamed, cuenta con otras explotaciones en Xàbia (municipal) y Alicante (estatal). La de Torrevieja es, con diferencia, la que mayor volumen trata y una de las más grandes de Europa. De hecho, es una de las que aumentarán su cabida según los planes del Ministerio para la Transición Ecológica. Esta última, según el balance de Acuamed, produjo 36,4 hm³ de agua para riego y abastecimientos, casi la mitad de su capacidad anual (80 hm³), ampliable a más de 120.

La de Mutxamel, con 6,91 hm3 producidos en 2023 está casi al límite de su capacidad (8 hm3); la de Oropesa generó una producción de 4,56 hectómetros cúbicos de agua para abastecimiento, que podría llegar hasta 21,5 hm³. Mientras, la de Moncofa, con escaso rendimiento, produjo 0,22 hm³ destinados al abastecimiento de la población, muy lejos de su volumen global de 10,9 hm³. La sobreexplotación de acuíferos ha triplica el uso del agua desalada respecto a la última década, tal como avanzó en su día el Consell del Botànic.