El teleadicto

Fortunata

Antonio Sempere

Antonio Sempere

No han fallecido Ana Belén ni Maribel Martín, que se sepa. Tampoco Mario Pardo, el inolvidable Maxi. La 2 emite por enésima vez Fortunata y Jacinta porque ella lo vale y se lo puede permitir. Los archivos de TVE son así de valiosos. Ojo, quede claro que la serie de Mario Camus nos parece que está muy por encima de todas las islas de las tentaciones que se ofrecen en las televisiones en idéntico horario a la novela de Galdós. Pero no estamos hablando de eso, sino de que una televisión pública que cuenta con mil millones de euros de presupuesto anual (más bajo que otras teles europeas, pero dinero más que suficiente, al fin y al cabo) sea capaz de pergeñar una programación digna para sus noches del primer y segundo canal durante su temporada alta: la que va entre septiembre y junio.

Si durante el verano quiere recurrir a reposiciones, a Curro Jiménez y Verano azul, aunque la decisión es más que discutible, dejaremos hacer. Pero a lo que no hay derecho es a que nos encontremos en pleno mes de marzo con una parrilla haciendo aguas por todas partes, que se tiene que ir completando a base de películas para rellenar huecos, cuando no, como ha ocurrido en esta ocasión, sacando de la chistera estas series de oro que raro será el espectador fiel que no haya visto más de ocho veces.

No es serio, y con todo el cariño del mundo lo debemos decir. Si de realizar un canal con el material del magnífico archivo se trata, lo hemos sugerido en muchísimas ocasiones: que Clan TVE dedique 8 horas de sus contenidos a este fin. Con criterio. Con orden y cariño. Será un éxito. Pero seamos serios. No chapuceros.