La derecha se manifiesta

Nueva manifestación contra la amnistía en la calle Ferraz de Madrid

Nueva manifestación contra la amnistía en la calle Ferraz de Madrid / Rodrigo Jiménez

Antonio Balibrea

Antonio Balibrea

La derecha reclama lo suyo, lo que le pertenece por derecho de nacimiento. Por herencia, porque lo llevan en la sangre. A veces lo llaman España y con ello quieren resumir todo lo que les corresponde, lo exclusivo, lo que les diferencia de los demás, de los otros, de los que no son. Lo llaman España, es su España, su exclusiva España la que solo puede ser de ellos, los auténticos, los de raza, los que nacieron con esos valores en las venas.

El patriarca Aznar ha hecho el llamamiento "el que pueda hacer que haga, el que pueda aportar que aporte. Nadie debe inhibirse". Al fin y al cabo el Partido Popular ganó las elecciones y dicen que les corresponde gobernar, los forofos de la Constitución se la inventan, cuando les sirve para deslegitimar a los que gobiernan. El insulto y la calumnia adornan su diálogo. La movilización nacional españolista permanente arrancó en vísperas de la fallida investidura de Núñez Feijóo. Sigue con las concentraciones ante las sedes del PSOE. Allí "la Constitución destruye la Nación" y allí, se juntan desde las "Revueltas" jóvenes del barrio de Salamanca pasando por la Democracia Nacional, Falange, y Vox con su Solidaridad, ¡y hasta la cruz imperial de San Andrés, de los requetés! Jóvenes que rondan los cuarenta aclamando al dictador que ellos no sufrieron. Bramando "¡España cristiana y no musulmana!", contra los inmigrantes; para lo que ha quedado el "destino en lo universal de la patria". Vociferando su deseo de enviar a prisión a sus contrarios políticos. Alabando y vilipendiando a la policía, para que no cumplan "las órdenes ilegales de Grande Marlaska". El rompeolas de las derechas. Mar picada. Unos pocos miles, en ciudades de millones, que vomitan su impotencia en desórdenes y violencia. El domingo seguirán las rachas de viento en todas las provincias, más marejadilla y totum revolutum de las derechas peleando por controlar las ráfagas que levanta su líder fundacional, desde la Fundación.

En eso llegó la amnistía. La propuesta de ley de Amnistía de los grupos políticos parlamentarios que apoyarán la nominación de Sánchez. Tan solo sabemos que incluirá a los "responsables políticos y ciudadanos que han sido objeto de decisiones y procesos judiciales vinculados a la consulta de 2014 y del referéndum de 2017", entre 2012 y 2023. El acuerdo PSOE-Junts de cuatro folios, dedica dos a definir las posturas de cada partido a constatar que pueden abrir una nueva etapa desde esas posiciones políticas "divergentes". Los acuerdos definen de forma muy distinta la valoración del resultado y el referéndum del 1 de octubre, por eso tendrán que acordar en su caso una metodología de negociación con la presencia de un "mecanismo internacional" con la función de "acompañar verificar y realizar seguimientos" de todo el proceso. Junts por su parte propondrá la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña amparado en el artículo 92 de la Constitución. Ese artículo establece que se "consulta a todos los ciudadanos" y "previa autorización del Congreso de los Diputados". Eso es una renuncia expresa a la unilateralidad. Entiendo.

La proposición de ley, como cualquier otra, deberá tramitarse en las Cortes. Cuando se apruebe y se publique en el Boletín Oficial del Estado será una ley plenamente constitucional, aunque para la Asociación Profesional de la Magistratura signifique "el fin de la democracia" y "del estado de derecho". Adelantándose a su líder Feijóo, incluso situándose más allá de Abascal, de "dictadura" calificó el acuerdo la presidenta de Madrid, frente al "golpe de estado"- esto es de Feijóo- Isabel Díaz Ayuso incluso apeló a las instituciones y explícitamente a las Fuerzas Armadas. Aún no se ha recuperado de la sentencia que le obliga al impuesto sobre las grandes fortunas.

Para la derecha lo de menos es lo que digan los acuerdos, lo que promulgue la propuesta de ley de amnistía. La derecha coincide en esa mar revuelta y picada en que hay que parar a Sánchez, como en su día a Zapatero, incluso al primer Felipe González; y son los mismos que conspiraron y se confabularon para forzar la dimisión de uno de los suyos: de Adolfo Suárez. Esta derecha no cambia y lo primero que no cree es que todos "los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal y social" (artículo 14). Aznar se opuso a la Constitución, recordemos.