La masacre de Gaza y el peligro de escalada en el mar Rojo

La masacre de Gaza y el peligro de escalada en el mar Rojo

La masacre de Gaza y el peligro de escalada en el mar Rojo.

La masacre de Gaza y el peligro de escalada en el mar Rojo. / INFORMACIÓN

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

Estados Unidos ha decidido forjar a toda prisa una alianza militar para proteger el comercio marítimo entre el estrecho de Bab al Mandeb y el canal de Suez, actualmente amenazado por los rebeldes hutíes.

En protesta por la carnicería de Gaza, este grupo islamista del Yemen, predominantemente chiíta, secuestró hace ya semanas a un carguero vinculado a Israel y tomó como rehenes a sus 25 tripulantes.

Los hutíes llevan prácticamente desde que comenzaron los bombardeos del Ejército sionista contra la población de Gaza atacando navíos comerciales de propiedad israelí o destinados a Israel.

Los buques de guerra estadounidenses, británicos y franceses presentes ya en esas aguas han repelido muchos de los ataques que el grupo rebelde yemení lleva cabo con drones contra mercantes con distintas banderas de conveniencia.

Ante el empeoramiento de la situación, el Gobierno de Joe Biden anunció el lanzamiento de una operación naval bautizada “Guardianes de la Prosperidad”. ¡Cómo le gusta al Pentágono etiquetar ese tipo de misiones!

Washington aspira a una coalición de países “voluntarios” (“coalition of the willing”, se llamó en inglés a la que, bajo mando estadounidense, invadió en 2003 Irak) que defiendan unas aguas de enorme importancia geoestratégica como son las del mar Rojo.

Una armada multinacional en la que los norteamericanos han incluido de momento al Reino Unido, España, Noruega, Países Bajos, Canadá, Bahréin y a las islas Seycheles, y cuya misión será patrullar las aguas próximas al Yemen.

Los hutíes, apoyados por Irán, reaccionaron al anuncio de Washington asegurando, desafiantes, que continuarán sus ataques mientras no cesen los ataques israelíes contra los gazatíes.

“A cada escalada en Gaza corresponderá otra en el mar Rojo y a cada pausa que se produzca allí seguirá una pausa en el mar Rojo”, declaró a la prensa un destacado oficial de “Ansaroláh”, como se llama oficialmente ese movimiento hutí que combate al Gobierno yemení y a una coalición liderada por Riad.

Aunque el Gobierno de El Cairo apoya la exigencia hutí de que Israel ponga fin inmediato a su ofensiva en Gaza, Egipto depende financieramente del libre tránsito marítimo por el canal de Suez, y su interrupción le causa graves pérdidas económicas.

A su vez, el Gobierno saudí parece aspirar a un acuerdo de paz con los hutíes, a los que ha combatido ferozmente hasta ahora, y no quisiera que se frustrara tal posibilidad por sumarse a esa operación liderada por Washington.

España, que, a diferencia de otros socios europeos como Alemania, defiende un alto el fuego inmediato en Gaza, dijo en un principio que sólo se uniría a esa alianza militar como parte de la Unión Europea o de la OTAN.

La pregunta es hasta cuándo seguirá oponiéndose EEUU, aliado y cómplice de Israel, con todo tipo de pretextos a una resolución presentada al Consejo de Seguridad que exige parar ya, y sin ningún tipo de ambigüedades, la sangría en Gaza.

El Gobierno de Benjamín Netanyahu asegura que no descansará hasta exterminar a “los terroristas de Hamás”, pero difícilmente va a conseguir ese objetivo.

Israel sólo estará a salvo cuando renuncie de una vez por todas a la ocupación y a la violencia colonial en Palestina. Y el único país que podría obligarle a ello es Estados Unidos. Pero no quiere.