La Zarzuela. Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial

Nacho Hernández

Nacho Hernández

Hablemos de un espectáculo en el que se dan cita todas las artes: la música, el canto, el teatro, la danza, la poesía, la pintura, la escultura y la arquitectura. Donde se dan cita compositores, orquestas y pianistas; cantantes solistas y coros; libretistas; directores de escena, actrices, actores y figurantes; coreógrafos y bailarines; escenógrafos, diseñadores y decoradores; constructores (de hogueras), carpinteros, electricistas, pintores; diseñadores y técnicos de luces; tramoyistas, transportistas, etc.

Bienvenidos al Espectáculo Total (R. Wagner). Bienvenidos a la ZARZUELA, a la Ópera, a los musicales …

Hoy, aquí, queremos hablar de la Zarzuela, ese género musical y teatral, que en España nació en el siglo XVII, en pleno siglo de oro bajo el reinado de los Austrias, como espectáculo cortesano, representando obras de los mismísimos Calderón de la Barca o Lope de Vega.

Y queremos hablar de Zarzuela porque este género lírico español, que ha llegado hasta la actualidad tras una intensa evolución, acaba de ser declarado Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Tal y como reza el texto del Real Decreto, firmado por el ministro de cultura Ernest Urtasun, la Zarzuela, “pese a tener un origen culto, mantiene una relación de ida y vuelta con la sociedad, entre inspiraciones y resultados musicales, que ha sido constante sobre todo desde su popularización en el siglo XIX hasta nuestros días”.

De manera que las artes escénicas en general y la zarzuela en particular, y con ellos, la Compañía Lírica Alicantina, estamos de celebración.

Resulta sorprendente que a estas alturas del siglo XXI esta declaración no hubiera llegado antes, porque una manifestación cultural como la Zarzuela que se ha “transmitido de generación en generación, se ha convertido en identitario de la cultura española por su versatilidad a la hora de recoger distintos contenidos y estilos musicales” no puede ser más representativa del patrimonio cultural inmaterial de un país.

Decíamos más arriba que la Zarzuela ha mantenido y mantiene una relación de ida y vuelta con la sociedad. Esa relación de ida y vuelta, en Alicante, se viene produciendo desde los mismos orígenes de la zarzuela y, en especial, desde la construcción e inauguración del Teatro Principal en 1847. Y más recientemente, desde 1969, con el nacimiento de la Compañía Lírica Alicantina, la entrañable Peña Lírica.

En la Compañía Lírica Alicantina nos gusta pensar que la zarzuela está de moda. Algo de cierto debe haber en esta afirmación cuando el pasado 7 de diciembre 800 espectadores abarrotaron el Teatro Principal para ver nuestra propuesta de la zarzuela Los Gavilanes. O los más de 12.000 espectadores que acudieron a alguno los 18 espectáculos en los que la Compañía Lírica Alicantina participó en 2023.

Sin embargo, señala el Real Decreto, “la zarzuela se enfrenta a múltiples riesgos y amenazas, como la escasez de obras contemporáneas, el problema en el relevo de intérpretes, el envejecimiento de la edad media del público y la dificultad en atraer a las nuevas generaciones, así como la escasa representación de zarzuelas dentro de los ciclos musicales”.

Para contrarrestar esos peligros, en la Compañía Lírica hemos acuñado un lema en los últimos años que sirve como referencia a todas nuestras acciones: TRADICIÓN Y MODERNIDAD. Bajo ese prisma nuestro objetivo último es seguir mejorando y modernizando las propuestas escénicas para atraer nuevo público y rejuvenecer el patio de butacas. Y para ello hemos venido abordando, y seguimos en ello, el rejuvenecimiento del elenco, la incorporación de nuevos perfiles en ámbitos como la dirección de escena, el diseño y la construcción de decorados, el vestuario, etc.

Y con esos nuevos mimbres hemos ido abriendo nuevos canales como llevar la zarzuela a la gran pantalla de la mano de la cadena Yelmo Cines. O la Zarzuela para niños, junto a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante. O la elaboración de documentales y videos para su proyección durante las representaciones. O la incorporación de la sobretitulación a las representaciones en vivo. Y lo que queda por venir.

Y no queremos ni podemos olvidar nunca el carácter y la labor social de la agrupación que la ha caracterizado desde sus orígenes. No me resisto a dejar de decir que en este pasado 2023 estamos especialmente orgullosos de la iniciativa patrocinada por el ayuntamiento de Majadahonda, Madrid, con unas jornadas de cine inclusivo adaptado para enfermos de Alzheimer y otras demencias asociadas a la edad. En ellas se proyectaron nuestras zarzuelas La Viejecita, La Canción del Olvido y la Gala Conmemorativa del 50 Aniversario de la Compañía. Para tal fin se elaboraron adaptaciones a lectura fácil de los libretos. Todo un éxito no tanto por la afluencia de público, que lo fue, porque se llenaron las salas de cine los tres días, sino por la luz en los rostros de todos los asistentes que iluminaron “ese apacible rincón de Madrid” a la salida de cada representación. Todos aquellos, sintieron rejuvenecer, y el que esto escribe “no pudo menos que lanzar un suspiro (y alguna lágrima) de satisfacción”.

¿Se imaginan si, además de nosotros, derrochando ganas e ilusión, y el público, que no deja de llenar los teatros y auditorios donde actuamos, esto se lo creyera alguien más?

Aun así, hoy, que “las ciencias adelantan que es una barbaridad”, la Compañía Lírica Alicantina está preparada para seguir asumiendo el reto de seguir manteniendo por todo lo alto al género lírico español. Nuevos retos, nuevas propuestas, nuevos formatos que resultarán más que sorprendentes, nuevos públicos… Seguir llevando el nombre de Alicante por toda España y, por qué no, por toda Europa. La nueva zarzuela, Patrimonio Cultural Español, hecha en Alicante.