El Imperio

Russian President Vladimir Putin meets North Korean leader Kim Jong Un on the Vostochny cosmodrome

Russian President Vladimir Putin meets North Korean leader Kim Jong Un on the Vostochny cosmodrome / str

Juan Carlos Padilla Estrada

Juan Carlos Padilla Estrada

 ─Navalny ha perdido la vida en Rusia. Un piloto desertor de helicóptero ruso ha sido asesinado a tiros en Villajoyosa. Putin sigue con su invasión de Ucrania y ahora amenaza al mundo con armas atómicas en el espacio.

─Parece que ese señor no es precisamente alguien positivo para la especie humana.

─No, no lo es. Es lo que se llamaba antes un sátrapa. Pero con una característica que lo hace aún más perverso: tiene un botón nuclear, con el que puede desatar el Apocalipsis en el planeta Tierra.

─Lo comprendo, JC. Pero en ese planeta hay otros casos objetivamente iguales de siniestros o más.

─Así es Pa. Te los voy a detallar uno a uno, aunque me deje muchos. Corea del Norte, un país militarizado y forjado a la imagen y semejanza de Kim Jong─Un. Apenas pueden comer, pero tienen misiles intercontinentales que desafían a Occidente. Y un líder más propio de una función de teatrillo que de un gobierno.

─Ese caballero es otro miembro del club de los sátrapas. Le define bien su peinado.

─La Venezuela de Maduro. Un país rico en recursos sometido a un régimen personalista heredado del inefable Hugo Chávez, la llamada Revolución Bolivariana: un sinsentido que se prolonga ya veinticinco años y amenaza con arruinar a ese país definitivamente.

─Maduro… nunca un conductor de autobús ha llegado más alto.

─Ni un país tan bajo, Pa.

─Los talibanes en Afganistán, que se adueñaron de esa nación tras la vergonzante salida de los occidentales y la han convertido en un lugar medieval, donde ser mujer es equivalente a una tara.

─Lo sé, y cada día me duele el destino de aquellas gentes.

─Pero es que hay más: Los señores de la guerra de África, el conflicto entre Israel y Palestina, la estrategia nuclear iraní…

─Lo sé, lo sé… has hecho un recorrido por los problemas del planeta Tierra, por sus sinsentidos humanos, esos que resultan tan difíciles de entender en pleno siglo XXI, cuando la Humanidad pareciera que ha alcanzado cotas elevadas de civilización. Pero no acabo de ver…

─Precisamente, Pa. Pareciera que la Humanidad está civilizada, pero las realidades en muchos lugares contradicen esa impresión. Los humanos tienen algún defecto de fábrica, algo que se nos escapó y que origina que sean incapaces de comportarse como un conjunto cooperativo, empujar todos en la misma dirección. Sin ir más lejos, están poniendo seriamente en peligro a su planeta y, con ello, su propia existencia. Parece increíble que una especie de seres inteligentes se comporte así.

─Cierto, JC. Algún defecto se nos pasó por alto. Por eso la historia ha ido demostrando que son realmente incapaces de cooperar, cuando hablamos de ellos como especie. Tienen una tendencia peligrosa a fragmentarse y enfrentarse unos a otros, como si fueran de diferentes especies.

─Por eso no funcionan las organizaciones que han constituido, como la ONU, como gendarme mundial. Es evidente que los humanos necesitan un Imperio, una especie de policía mundial, que les gobierne y les normatice.

─Eso parece, JC, y lo lamento, porque nuestras expectativas eran de un planeta donde floreciera la libertad, las etnias diferentes y cómplices. Pero es evidente que los humanos necesitan un líder planetario que imponga la paz, con la fuerza habitualmente, e impida el afloramiento de la violencia y la injusticia, que asoman la patita en cuanto tienen ocasión.

─Así es, Pa. Pero existe un problema añadido. Con la llegada de la era atómica, se ha permitido que las armas de destrucción masiva proliferen en demasiados países, hasta nueve tienes armas nucleares. Y eso supone un inconveniente más por la amenaza del famoso botón, que convierte a simples dictadorcillos en superhéroes.

─Sí, y además Estados Unidos está haciendo dejación de esta responsabilidad, volviéndose hacia sus problemas internos y excluyéndose de la solución de los conflictos comunes.

─De manera que, ante la ausencia del gendarme conocido, es previsible que aparezca otro que asuma su lugar…

─Previsible no, JC. ¡Seguro!

─Y tú que todo lo sabes, Pa, ¿Quién será el llamado a ser el emperador del siglo XXI?

─Eso no es difícil de adivinar, hijo… Tendrá los ojos rasgados.