Opinión

Los “puntos calientes” o “hot points”

Una reunión de trabajo.

Una reunión de trabajo. / Pexels

Suele ser ya una costumbre la de utilizar expresiones anglosajonas para concretar puntos de análisis y reflexiones que queremos hacer en determinados momentos. Así, una de las últimas expresiones que se utilizan con más reiteración es la relativa a los denominados “hot points” o “puntos calientes”.

Se refiere esta expresión a que cuando en el análisis de una materia concreta es preciso referirse una persona a aquellos aspectos más relevantes que deben centrar la idea del debate que se está analizando surge esta denominación con relación a los puntos concretos de importancia que es preciso tener en cuenta a la hora de enfocar cuál puede ser la solución al conflicto o materia que debe ser resuelta.

Es cierto que en ocasiones cuando tenemos que afrontar una solución a un problema las personas divagan y dan vueltas a aspectos circunstanciales del conflicto que no son relevantes, y que hacen perder el tiempo a la hora de ser eficaces para dar la solución adecuada al problema que se trata de resolver.

La mención a los denominados “hot points” nos permite concentrar la idea en aquellos puntos concretos que sean los relevantes a la hora de afrontar el debate y concentrar la idea en aquellas materias que son realmente de importancia. Así, son estas las que deben afrontarse por las partes como “ideas o puntos fuertes”, y que deben dar solución al problema, evitando perder el tiempo en aspectos que circundan a la idea básica, pero cuyo debate y análisis supone una pérdida de tiempo y evita encontrar la verdadera solución que resuelve el conflicto, o la necesidad que en ese punto en concreto tiene la persona, la empresa o la sociedad en general.

De lo que se trata, en consecuencia, es de buscar la eficacia y la eficiencia a la hora de ser prácticos y directos en la búsqueda de una solución inmediata y de concentrar los esfuerzos e ideas en aquello que realmente merece la pena, dejando al margen y a un lado otros puntos que pueden tener alguna relación indirecta con el conflicto, pero cuya solución no es la que resuelve el problema, sino que lo que supone es una pérdida de tiempo al analizar en el debate cuestiones que no van a dar una respuesta al problema real que se ha planteado.

En cualquier análisis sobre un punto de conflicto o de controversia entre partes siempre existen determinados puntos o materias que son las relevantes y sobre las que gira el debate con más fuerza que con respecto a otros puntos de menor relevancia, o sobre los que no se presta la misma atención que con respecto a otros en donde gira el epicentro del problema. Estos son los puntos calientes o hot points que son los que permiten concentrar los esfuerzos y las ideas a la hora de buscar puntos de encuentro sobre lo que realmente importa en el conflicto surgido entre las partes del mismo.

La concentración de los esfuerzos en estos puntos permite acortar los plazos en la solución de los conflictos y ser mucho más eficaces a la hora de que estos se acaban resolviendo, evitando debates estériles sobre cuestiones que no son tan relevantes, pero que a veces hacen perder el tiempo a los negociadores del conflicto y retrasan la solución de los mismos.

Por ello, a la hora de pretender reducir la confrontación es preciso identificar cuáles son los puntos calientes, al objeto de centrar sobre ellos el tema de debate y tratar de unir posturas y evitar incrementar las distancias que pueden existir entre las partes del conflicto, y de esta manera poder conseguir resolverlo de una manera más ágil y eficaz.

La prolongación de los conflictos surge por ello, en muchas ocasiones, por la falta de identificación de estos puntos calientes, o de la inexistencia de un deseo de su localización y resolución. Y por ello, el esfuerzo en seleccionar cuáles son, encontrarlos y resolverlos, facilita siempre mucho más las cosas que dispersar el debate en discusiones estériles y en intentar resolver aquello que no es importante para centrarnos en lo que realmente lo es.

Así, sobre estos puntos calientes giran con frecuencia muchos debates en la sociedad y en los conflictos entre ciudadanos que acortarían los plazos de solución de una forma mucho más ágil, evitando la prolongación de los conflictos y las discusiones sobre debates que en muchos casos no tienen sentido.