El alcalde y las bicis

Iba caminando por Reina Victoria, era el gran desfile de las comparsas moras, de pronto me doy casi de bruces con mi amigo

 Pepe, después de mucho tiempo sin vernos nos damos el abrazo de rigor y decidimos celebrar nuestro encuentro acompañados de una cerveza rubia y fresquita que nos resultó deliciosa, la música de las comparsas amenizaba nuestra charla.

De pronto mi amigo cambió el tono de voz, le bajó el volumen, se acercó y casi me murmuró al oído: me ha dicho un pajarito que D. Pablo Ruz, nuestro ilicitano alcalde ha encargado en cierto establecimiento un mono azul de trabajo y un casco de color amarillo, y en una céntrica ferretería un pico y una pala. ¿Te imaginas para qué?. Muy sencillo, piensa encabezar el equipo de obreros que pronto empezarán a eliminar los carriles bici de nuestra ciudad y quiere dejar claro que quienes quieran circular por el centro de Elche tendrán que ir en coche, bueno también podrán ir los peatones por la acera.

Amigo Pepe, creo que nuestro alcalde no hará tal cosa y tampoco permitirá que se suprima el carril bici. D. Pablo es un hombre todavía joven, moderno, y no permitirá esa barbaridad, creo que sabrá que un ciclista con un bocadillo hace más de cien kilómetros sin contaminar, que la bici es muy buena para la salud, mejora la circulación de la sangre, mejora nuestra capacidad pulmonar, el ritmo cardiaco, y por ello nuestro cerebro, todo sin envenenar el aire que respiramos, nuestro principal alimento. Por lo dicho creo que respetará los carriles bici y su actual trazado, creo además que promocionará el uso de la bici e incluso que terminará haciéndose un forofo del pedaleo y por su juventud terminará por ir en bici a su despacho en el ayuntamiento.

Mientras la camarera nos traía la cuenta me dijo: Amigo Manuel, estás muy equivocado, pienso que tenemos un alcalde joven de cuerpo y anciano de mente, ya lo verás. 

Visto lo sucedido en Juan Carlos I no me atrevo a quitarle la razón.