Inconsistencia en nuestros días

Contaminación atmosférica

Contaminación atmosférica / Getty

Jorge Mira Micó

“Todo lo sólido se desvanece en el aire” decían Marx y Engels en el manifiesto comunista, y razón no les faltaba, pues vivimos tiempos inestables. 

A día de hoy creo no equivocarme cuando digo que en las sociedades occidentales desarrolladas se respira un clima de inseguridad, de miedo. Muchos lo atribuyen a los inmigrantes ilegales que llegan huyendo de guerras, dictaduras y hambrunas que permanecen ocultas a nuestros ojos occidentales, pero yo pienso que la inseguridad y el miedo que tenemos es culpa nuestra: somos los arquitectos de nuestra propia desdicha. 

Heinz Bude, en su libro La sociedad del miedo, dice lo siguiente: “todos nosotros somos los engañados, porque cada vez más gente compite por cada vez menos puestos por los que pagan precios más elevados”. Los estudios que elijo, en qué me especializo, qué trabajo debo escoger, todo se vuelve inestable cuando pensamos que, si me equivoco en algo, habré cavado mi propio tumba...

¿Y por qué digo que somos los culpables? ¿No sería más fácil culpar al sistema capitalisma por inculcarnos un sistema de competencias que hace que veamos al otro como un enemigo en lugar de como un compañero? En apariencia sí, la culpa la tendría el sistema, si no fuera porque nosotros somos parte del sistema al aceptarlo. Somos nosotros los que preferimos desplazarnos más rápido con nuestro coche y la contaminación que eso supone; los que cambiamos de móvil cada pocos años a sabiendas del material (y condiciones) con el que está extraído; los que tratamos al de fuera como un delincuente; los que decidimos no hacer nada en tiempos de injusticia y corrupción. 

Pero la cuestión es: si somos culpables, también podemos concienciarnos y cambiar la situación, sin embargo ¿estamos verdaderamente dispuestos a revelarnos contra nosotros mismos?