Más allá del discurso oficial de la ausencia de Pedro Sánchez por enfermedad, la situación que se ha originado en los últimos días con la composición del comité de campaña de la agrupación de Alicante ha terminado por generar un importante debate interno sobre las eternas complicaciones de la agrupación de Alicante. Cargos del PSPV hablan, en privado, de un problema de liderazgo -«Gabriel Echávarri tendría que haber soltado todavía más lastre», apuntan- en la agrupación, algo que además, sostienen, tiene un impacto directo sobre Ximo Puig, que necesita un buen resultado en la capital de la provincia para intentar el asalto al Palau de la Generalitat. De lo contrario, las cosas, alertan, se complicarán.

La crisis socialista de Alicante, de hecho, fue la «comidilla» en las Cortes durante el pleno que se ha celebrado esta semana. En la sede autonómica de Blanqueries hay preocupación pero también un grado de «perplejidad» -algo que también sienten notables del socialismo alicantino- por la llegada de antiguos colaboradores del PP a los núcleos de poder de los socialistas. Así las cosas, la ausencia de Pedro Sánchez en la asamblea abierta que tenía concertada en Alicante desde hace semanas fue interpretada casi por unanimidad en todos los círculos socialistas como un contratiempo político para Gabriel Echávarri, que ahora tendrá que intentar recuperar el pulso, apuntan, y tratar de hilvanar un discurso propio.