El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha tomado cartas en el asunto. Tras la última crisis interna en el PSOE alicantino, desatada después de que su portavoz municipal, Francesc Sanguino, anunciara el pasado viernes su intención de acometer una purga contra el sector afín al exsenador Ángel Franco, el líder socialista le ha bajado, casi definitivamente, el pulgar al que fuera su alcaldable en 2019. Preguntando durante un acto en Castellón por las disputas internas que se están viviendo en Alicante, sin llegar a citarlo, Puig ha dejado patente lo que piensa sobre Sanguino: “Son tensiones que obedecen al ámbito local. No tengo toda la información pero, en cualquier caso, lo que debe hacer cualquier dirigente político es pensar siempre en el interés general. Nadie es imprescindible”.

Las declaraciones del líder socialista se han producido después de que Sanguino destituyera el pasado viernes a tres de sus cuatro asesores, Javier Prats, Ana Candela y Pedro Ródenas, e iniciara el proceso para intentar dejar sin cargos a su número dos, Trini Amorós, a la que pretende apartar de la portavocía adjunta y dejarla fuera de cuatro juntas locales de las que forma parte. El portavoz municipal les acusa a todos ellos de trabajar directamente para Franco y de ningunear e invisibilizar su labor. Para ello, se ha escudado en el rechazo del PSOE de Alicante a la tasa turística, al asegurar que quiere retirar a Amorós del Patronato de Turismo porque él esta a favor del impuesto y no se puede tener “una voz distinta en el grupo municipal”.

Este lunes Sanguino ha dado un nuevo paso dentro de su intento de purga al sector franquista en la capital de la provincia, al recurrir a Ferraz. Lo ha hecho mediante un escrito que ha remitido a la ejecutiva federal del PSOE en el que denuncia la existencia de un grupo municipal paralelo, creado y dirigido por el exsenador con la “connivencia” del secretario general local, Miguel Millana. Durante el fin de semana las llamadas se han sucedido en todas las direcciones para tratar de contener el incendio. El portavoz municipal también quiere remitir el escrito a la cúpula provincial y a la dirección del PSPV-PSOE en València.

Por su parte, desde el sector franquista en el Ayuntamiento de Alicante se le ha enviado otro escrito a Sanguino en el que se le pide que dé marcha atrás con la purga que ha iniciado. Siete de los nueves ediles socialistas le exigen al portavoz municipal que retire los escritos en los que cesa a los tres asesores y trata de apartar a Amorós de sus cargos. Los afines al exsenador critican la decisión “unilateral” adoptada por Sanguino. “No se pueden tomar decisiones de este calado al margen del grupo, ya que afectan a los trabajadores, a los que ni se les ha informado verbalmente, y que se han enterado de su destitución por los medios de comunicación”, subraya Millana.