La brecha abierta en el Botànic a cuenta de la propuesta del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de ampliar la bonificación en el Impuesto de Sucesiones en la transmisión de todas las empresas familiares empaña el discurso de cohesión de la izquierda en las Cortes Valencianas. El paso al frente del grupo socialista para registrar una enmienda en solitario a los presupuestos con tal de elevar las compensaciones del 95% al 99% de este gravamen, entre las mercantiles que facturan más de 10 millones de euros, ha generado un monumental cabreo entre los socios que le mantienen en el Palau. La síndica de Compromís, Papi Robles, se encargó de airear las diferencias y elevó el tono contra el jefe del Consell. Lanzó una advertencia a Puig, alertándole del «gran error» que supondría impulsar una medida de este tipo y, lo que probablemente más escuece, que pretenda hacerlo de forma unilateral, sin contar con el aval de sus aliados políticos. Visto lo visto, le sirvió de más bien poco, porque el líder autonómico persistió en que esa propuesta seguirá hacia adelante. La derecha valenciana, como estaba previsto, hurgó en la herida y animó al socialista a ejecutar esa hoja de ruta. Y le recordó que si los valencianistas y los morados no lo apoyan, será la oposición quien garantice esa rebaja impositiva con su voto favorable, tal y como hicieron con la reforma fiscal que beneficia a rentas de hasta 60.000 euros. 

Podría decirse que el presidente valenciano tenía este jueves motivos de peso para llegar exultante a la sesión de control al Gobierno. El anuncio realizado un día antes por el grupo Volkswagen, confirmando que construirá en Sagunto la gigafactoría de baterías, daba oxígeno a un Ejecutivo autonómico que, en las últimas semanas, temía que el macroproyecto pudiera acabar en papel mojado. Pero no. La multinacional alemana apuesta por la Comunidad Valenciana y esa es una decisión que el presidente de la Generalitat celebró en el hemiciclo, alegando, una vez más, que si Volkswagen ha tomado esa decisión es, en parte, por la estabilidad que proyecta el Gobierno que preside. Ahora bien, fueron sus socios quienes, esta vez, se encargaron de aguar la fiesta al president por las discrepancias en fiscalidad.

Cambio de rumbo

Robles pidió a Puig que reflexione, que cambie el rumbo y evite esta medida que, a su juicio, se enmarca en los mantras que emplea el PP a favor de bajar impuestos. Le vino a decir que se lo piense dos veces porque «el Botànic hay que cuidarlo y cultivarlo». 

La síndica de Compromís, Papi Robles. Información

«En Compromís lo tenemos muy claro si tenemos que elegir entre pactar con la derecha o fortalecer el Botànic», recalcó Robles, que se preguntó si es preferible bajar impuestos a los ricos o seguir el camino iniciado en 2015.

Puig, por su parte, ratificó su posicionamiento, el que evidencia la ruptura con sus socios en esta materia. El jefe del Consell justificó que el Impuesto de Sucesiones no debe de ser un factor de riesgo que haga perder competitividad a las empresas valencianas y subrayó que, especialmente en tiempos de incertidumbre, es necesario lanzar un mensaje claro, como es que el Gobierno que preside gobierna para todos, también para las pequeñas y medianas empresas. Añadió, además, que un reciente estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) concluye que las empresas familiares de mayor tamaño tienen una competitividad mayor que la media de las compañías españolas, por lo que defendió la necesidad de ahorrarles costes para que puedan crecer y generar riqueza y empleo.

El president restó importancia al impacto económico que tendría esta medida en las arcas de la Generalitat, con una merma de ingresos de medio millón de euros. Por ello, reivindicó que no es incompatible el apoyo a las empresas familiares con la redistribución de la riqueza, algo que afirmó que es «irrenunciable» para el Botànic.

También la síndica de Unides Podem, Pilar Lima, lanzó un mensaje al jefe del Consell sobre todo este asunto, aunque sin mencionarlo de forma directa. Arrancó su intervención diciendo en sentido irónico: «Señor president, estoy preocupada. Me acabo de acordar de la última encuesta del CIS, que dice que más del 80% de los españoles están de acuerdo y muy de acuerdo con que los que más tienen aporten más. Estoy preocupada y quería comunicárselo».

La síndica del PP, María José Catalá. Información

Por contra, Puig recibió el espaldarazo expreso de la derecha parlamentaria para poder instaurar su hoja de ruta relativa a la bonificación de este impuesto. Tanto en las filas del PP como en las de Cs remarcaron con énfasis su apoyo a esta iniciativa, aprovechando de rebote la brecha en el Botànic. La síndica del PP, María José Catalá, le pidió que «no tenga miedo». Frente a las autofelicitaciones de la izquierda por la gigafactoria, la portavoz puso el foco en que el Consell elimina 650.000 euros de ayudas para el fomento del trabajo de los autónomos, no ejecuta las ayudas previstas, y abandona a su suerte a los pequeños empresarios. Su homóloga en Cs, Ruth Merino, le instó a no escuchar a sus socios y aprobar la bonificación en Sucesiones.

Unanimidad

La derecha evidenció que en toda política de bajada de impuestos apoyará a Ximo Puig en particular o al Botànic en general. Eso es algo que se vio durante la votación de la reforma fiscal del Consell, en la parte que atañe a la rebaja de impuestos para las rentas de menos de 60.000 euros. La medida, que beneficiará al 97% de los contribuyentes y supondrá un ahorro global de 149 millones, fue validada por unanimidad, con el apoyo expreso de PP, Cs y Vox, pese a que la consideran insuficiente. Falta ahora la segunda parte de la reforma, la del aumento de la presión impositiva a rentas altas y grandes patrimonios, que se aprobará con los presupuestos.

Isaura Navarro defiende el Tajo-Segura

La consellera de Agricultura, Isaura Navarro, defendió la continuidad del Tajo-Segura, el caudal ecológico de 6m3 por segundo y dijo que el Consell huirá de las guerras del agua. El diputado del PP Miguel Barrachina le preguntó si va a pedir a los regantes del Júcar-Vinalopó que asuman en la amortización de la obra las presuntas mordidas de hasta 10 millones que supuestamente sirvieron para «financiar ilegalmente al PSPV» y que salpican al extesorero Pepe Cataluña. Navarro dijo que ella no conoce a Cataluña, que ya se hizo una comisión de investigación y que la gestión del agua necesita transparencia, por lo que se retomará el Observatorio Ciudadano del Agua. 

Corrupción valenciana y un yate desaparecido

El Gobierno valenciano se ha dirigido a la autoridad judicial competente para requerir información de la desaparición en un temporal del yate decomisado a uno de los empresarios condenados por el caso Cooperación, Augusto César Tauroni. El TSJCV ordenó embargar la embarcación en ejecución de la primera sentencia contra la trama corrupta. El barco, al parecer, desapareció durante un temporal que afectó a la zona de Miami. «Queremos que se investigue y se audite su desaparición», dijo Puig en las Cortes Valencianas en respuesta a una pregunta sobre corrupción, «cloacas y cacerías mediáticas» de la síndica de Unides Podem, Pilar Lima.

Luz verde a la Economía Circular 

La Ley de Residuos y Suelos Contaminados para el fomento de la Economía Circular en la Comunidad ha sido aprobada en las Cortes Valencianas con los votos del Botànic, la abstención de Cs, y el rechazo de PP y Vox. Los grupos que sustentan al Gobierno llegaron a un acuerdo con el PP para incluir que la Generalitat establecerá cuándo y cómo se pueden realizar quemas agrícolas. La norma impulsa el retorno de envases, agua gratis en los bares y pone freno a la obsolescencia programada.