Transfuguismo: un fenómeno que afecta a todos los partidos pero que golpea con fuerza a Ciudadanos

La desintegración de la formación naranja ha multiplicado los casos registrados en la provincia, aunque también destacan casos como el de la alcaldesa de Calp, ex PP

Los ex de Ciudadanos Javier Gutiérrez y Julia Parra, el pasado miércoles en el pleno de la Diputación

Los ex de Ciudadanos Javier Gutiérrez y Julia Parra, el pasado miércoles en el pleno de la Diputación / Áxel Álvarez

M. Vilaplana

M. Vilaplana

La cosa arrancó prácticamente en el minuto cero. Fue cuando en junio de 2019, en los plenos de investidura, concejales de EU, Ciudadanos, PSOE y PP se convertían en tránsfugas por decisiones antinatura adoptadas en Muro, Teulada y La Torre de les Maçanes. Desde entonces, el goteo de casos ha sido una constante en la provincia de Alicante, afectando prácticamente a todos los partidos, aunque con una especial incidencia en la formación naranja, debido a que sus malas perspectivas electorales han propiciado que se multipliquen las fugas en sus filas en los últimos meses. Las últimas de ellas, y tal vez de las más sonadas, han alcanzado a la Diputación de Alicante, con el paso al grupo mixto de la hasta hace bien poco vicepresidenta primera de la institución provincial, Julia Parra, y del diputado de Infraestructuras, Javier Gutiérrez. Un problema, coinciden los expertos, difícil de atajar, teniendo en cuenta que la legislación concede la propiedad de las actas a las personas elegidas en las urnas y no a los partidos, lo que deja la lucha contra este fenómeno en manos exclusivamente de la ética.

Los primeros casos de transfuguismo en la provincia coincidieron con las sorpresas que se registraron a la hora de formar diferentes gobiernos municipales. En Muro, Gabriel Tomás, concejal de EU, aceptó los votos del PP y Ciudadanos para proclamarse alcalde, contradiciendo de esta forma los estatutos de la formación política por la que se había presentado a los comicios. Tras los intentos realizados para que renunciara al cargo, finalmente fue el propio Tomás el que decidió abandonar EU junto al concejal del mismo partido, Kike Pascual, pasándose ambos al grupo mixto.

En Teulada, por otro lado, fue Ciudadanos el que decidió expulsar a sus dos concejales en este municipio, Adrián García y María José Vidal, después de que se integraran en el gobierno tras apoyar a Rosa Vila, de Compromís, para que se convirtiera en alcaldesa, desoyendo también las normas del partido. De cualquier forma, los casos de transfuguismo en el Ayuntamiento de este municipio no se quedaron ahí, toda vez que más tarde dos concejales socialistas, Héctor Morales y Alejandro Llobell, corrieron la misma suerte tras apoyar, junto al PP, una moción de censura para que el popular Raúl Llobell le arrebatara la vara de mando a la hasta entonces primera edil valencianista.

En La Torre de les Maçanes, por otro lado, los problemas también arrancaban bien temprano, en el pleno de investidura, cuando Amparo Molla, que se presentó como número dos del PSOE, decidió votarse a sí misma al no aceptar el pacto de gobierno con Compromís, lo que supuso su expulsión. También un concejal del PP, Antonio Llinares, decidía abandonar la formación para quedar adscrito al grupo mixto. Con todo, ese fue el germen para una posterior moción de censura que, respaldada por ambos ediles, aupó al popular Cristóbal Sala a la Alcaldía, en detrimento del socialista David Espí.

Tentaciones

Estos municipios fueron de los primeros en registrar casos de transfuguismo en la provincia, aunque, desde entonces, la lista ha ido creciendo de manera constante, y con Ciudadanos como principal protagonista. Y siempre de manera paralela al desplome de la formación en las encuestas electorales, que le auguran un futuro más que oscuro en los comicios que se van a celebrar el próximo 28 de mayo. Este hecho ha propiciado que sean muchos los que hayan decidido abandonar el partido, tentados en la mayoría de los casos por el PP, que está encontrando un filón entre los naranja para elaborar sus candidaturas.

Un caso destacado es el del alcalde de Granja de Rocamora, Javier Mora, que se mantiene en el cargo pese a ser proclamado candidato popular para las próximas elecciones. Pero esta no ha sido, ni mucho menos, la única baja que han registrado los de Ciudadanos, toda vez que a lo largo de los últimos meses están enfrentándose un auténtico rosario de fugas en municipios como Elche, Alcoy, Muro o Castell de Guadalest, entre otros. 

En esta línea, un caso que se puede considerar como insólito es el de Elda, donde se ha registrado un cambio de cromos, aunque sin transfuguismo. Hace unas semanas se conocía que el candidato del PP a la Alcaldía será el ex portavoz municipal de Ciudadanos, Francisco Sánchez, quien, eso sí, abandonó su acta de concejal. Pues bien, ahora han sido los naranja los que han contraatacado, anunciando que su cabeza de lista será el popular Fran Muñoz, quien dimitió como presidente local de su partido tras hacerse público que Sánchez había sido elegido como alcaldable. El candidato liberal ha anunciado que dejará de ser concejal en el próximo pleno y que abandona el que ha sido su partido durante 16 años. 

De hecho, el PP, fruto de la política que está teniendo a la hora de confeccionar sus candidaturas, también está registrando bajas entre sus filas. La más llamativa ha sido la de la alcaldesa de Calp, Ana Sala, que recientemente decidía pasarse al grupo mixto tras la imposición del exprimer edil del municipio y antiguo presidente de la Diputación, César Sánchez, como candidato. Con todo, los populares siguen compartiendo gobierno con Sala, pese a que ésta ha decidido crear un nuevo partido con el que concurrirá a las próximas elecciones municipales. 

También en Muro, los ediles populares Ángel Mollá y Xelo Cascant se han pasado al grupo de los no adscritos tras la decisión del partido de prescindir de ellos para situar a frente de la candidatura a la abogada Noelia Úbeda. Todo con el matiz de que han dado un rotundo viraje ideológico, puesto que en los próximos comicios se presentarán por Ens Uneix, el partido creado por el alcalde de Ontinyent y expresidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, que, de esta forma, realiza su primera incursión en la provincia alicantina.

Los casos de transfuguismo en ayuntamientos ha llegado a alcanzar hasta a Vox, cuyo edil en Elda, José Mateos, abandonaba el partido a causa de discrepancias internas, pero manteniendo su acta de concejal. También las formaciones independientes han registrado algunos casos, como el de Guillermo Picó, portavoz de Veïns per Monòvar, quien ha sido designado como candidato del PP sin dejar el acta de regidor.

El problema, de cualquier forma, ha traspasado la política municipal para instalarse también en la Diputación de Alicante, y con Ciudadanos como protagonista, una vez más. Julia Parra y Javier Gutiérrez dejaban el mes pasado el partido liberal, dando pie a una pequeña crisis en la institución provincial, teniendo en cuenta que formaban parte del equipo de gobierno liderado por el popular Carlos Mazón. La posterior decisión de renunciar a sus competencias permitirá al que también es candidato del PP a la presidencia de la Generalitat finalizar el mandato y afrontar la campaña autonómica sin contar con dos tránsfugas en su ejecutivo, aunque eso no ha apaciguado las críticas vertidas desde los partidos de la oposición, que consideran que los populares continúan apoyándose en ellos para sacar los temas adelante. Se trata, además, de dos renuncias que también afectan de lleno a los ayuntamientos de Sant Joan, en el caso de Parra, y de Xixona, en el de Gutiérrez, donde ambos mantienen el acta de concejal pese a que ya no forman parte de los naranja.

En este contexto, el coordinador provincial de Ciudadanos, Juan Ignacio Pérez-Bas, reconoce que numerosos cargos públicos están saltando del barco influenciados por las encuestas, aunque no duda a la hora de señalar que, en la mayoría de los casos, se encuentra detrás la sombra alargada del PP. «Se trata -señala- de una estrategia de Carlos Mazón, con una actitud absolutamente rendida en el caso de nuestros dos exdiputados, que empezaron presumiendo en 2019 de tener al PP controlado en el gobierno, y han acabado el mandato rindiéndole pleitesía».

Comportamiento ejemplar

Una visión muy diferente es la que emana de los populares. El vicesecretario de Organización del PPCV, Juan Francisco Pérez Llorca, rechaza que el PP se esté apoyando en dos tránsfugas en la Diputación. «El comportamiento de la institución provincial -asevera- ha sido ejemplar, porque no se les mantiene en sus competencias, lo que significa que, en ningún caso, gobernamos con tránsfugas». Pérez Llorca, asimismo, niega que su partido esté nutriéndose de cargos de Ciudadanos, sobre la base de que «estamos cogiendo a gente que ha abandonado su partido, sin que nosotros hayamos tenido nada que ver. Además, nadie puede dudar que se trata de una formación en disolución». Para el también alcalde de Finestrat, el que se puede considerar un caso claro de transfuguismo es el de la líder autonómica de los naranja, Mamen Peris, de la que, señala, «se está poniendo a disposición de otros partidos, empezando por el socialista».

No está ni mucho menos conforme con estas aseveraciones el responsable de Organización del PSPV, José Muñoz, quien no duda a la hora de calificar a Mazón como «el heredero de Zaplana para llegar al poder como sea». Así, se queja de la presión que, según sus palabras, los populares han ejercido para romper pactos de gobierno que los socialistas tenían con Ciudadanos en municipios como Sant Joan o Xixona, al tiempo que, subraya, «nosotros no hemos llegado nunca a acuerdos con tránsfugas, sino que lo hemos hecho directamente con los partidos».

Compromís es la única formación que puede presumir de no haber tenido a ningún tránsfuga en sus filas durante estos últimos cuatro años, aunque sí ha sufrido la pérdida de alcaldías por la actuación de concejales de otros partidos que sí que tenían esta condición. El portavoz de los valencianistas en la Diputación, Gerard Fullana, se muestra muy crítico con ello, y también con lo sucedido en la Diputación. «El PP podrá decir lo que quiera, pero, al final, se está apoyando en los dos tránsfugas de Ciudadanos», asevera.

¿Y qué opinan acerca de todo esto voces autorizadas en el ámbito académico? Victoria Rodríguez, profesora de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Miguel Hernández (UMH), destaca que la solución es muy compleja, debido a una sentencia emitida en su día por el Tribunal Constitucional, en la que deja claro que los diputados y concejales no estarán sujetos al mandato imperativo de sus formaciones políticas y que son libres en su actuación. «Ese es el fundamento -destaca- en el que se sustenta el transfuguismo». Por tanto, en su opinión, el remedio solo podría venir de la mano de un cambio de la Constitución, algo, advierte, harto complejo.

En parecidos términos se expresa Juan José Díez, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Alicante (UA), quien señala que, a la vista de la legalidad vigente, «nos encontramos ante un problema más ético que jurídico». Según sus palabras, «las personas que se presentan a las elecciones deberían tener claro que ostentan los cargos porque se han presentado con una determinada formación política».

Por su parte, el profesor de Derecho Constitucional por la Universidad de Alicante (UA) y exconseller de Transparencia por Compromís, Manuel Alcaraz, opina que la lucha contra el transfuguismo debería abordarse desde una perspectiva más amplia, con unas reglas de buen gobierno a las que se comprometan los partidos. Además, destaca que el problema fue más acuciante durante los gobiernos del PP, al tiempo que se niega a aceptar que todos los partidos y políticos sean iguales.

Trayectoria de ida y vuelta en Elche y Agres

Entre los casos de transfuguismo registrados en la provincia de Alicante hay dos de ellos que sorprenden, por su trayectoria de ida y vuelta. Este es el caso de Eduardo García-Ontiveros, que fue expulsado por Ciudadanos por su negativa a nombrar a una asesora interna, lo que le llevó a instalarse en el grupo mixto. Sin embargo, el pasado mes de febrero fue readmitido por la nueva dirección del partido, al considerar que se había cometido una injusticia con él, y no solo eso, dado que volverá a repetir como candidato en estos próximos comicios. Mientras todo esto pasaba, sin embargo, era la otra edil ilicitana de Ciudadanos, Eva Crisol, la que se pasaba a los no adscritos.

El otro caso es el del socialista Rafael Sanjuan, que fue cesado de militancia cuando respaldó, junto al PP, la moción de censura que lo convirtió en alcalde de Agres a costa de Josep Manuel Francés, de Compromís. Sanjuan, con todo, vuelve a pertenecer al PSOE y repetirá como alcaldable.