Montesinos y Barceló unen fuerzas en el PSOE de Alicante para plantar batalla interna a Franco

Socialistas críticos recurren a la estrategia de intentar unir fuerzas para lograr un objetivo común, y por ahora inalcanzable: acabar con el poder establecido desde hace más de dos décadas. En este caso, quienes unen fuerzas son la vicesecretaria local del PSOE de Alicante y exconcejala, Eva Montesinos, y la portavoz municipal de los socialistas y todavía presidenta del PSPV, Ana Barceló, junto a otras familias, como la liderada por Rafael Fonseca. ¿El objetivo? Trabajar en una nueva mayoría que intente acabar con más de veinte años de control del exsenador Ángel Franco de la agrupación local, que ahora tiene como máximo dirigente a Miguel Millana. ¿El primer paso? Presentar una lista alternativa a la candidatura oficialista para la elección de los 23 delegados que le corresponden al PSOE de Alicante en el Congreso Extraordinario del PSPV, que se celebrará en Benicàssim del 22 al 24 de marzo y que servirá para la puesta de largo de Diana Morant como nueva lideresa del partido. 

Así lo confirmaron ayer a este diario tanto Montesinos como Barceló, como voces principales de un nuevo grupo donde también se integran diputados provinciales, autonómicos y nacionales. «Queremos aprovechar la unidad del partido en torno a Morant para promover un partido fuerte que pueda recuperar tanto la Generalitat como también el Ayuntamiento de Alicante. Queremos tener un proyecto ilusionante, donde quepamos todos y entre nueva gente. Queremos aire fresco», señaló ayer Montesinos, a preguntas de este diario, que ahora mismo es la «dos» de la Ejecutiva local, que cuando se constituyó integró a las principales familias socialistas de la capital alicantina, incluida también a la de los «sanchistas», de la que integrantes ya se han desvinculado. 

La minoría mayoritaria

Montesinos, esta vez, parece que no pactará de nuevo con Franco y que ha emprendido un nuevo camino de la mano de Barceló, quien no oculta su enfrentamiento con el exsenador desde que aterrizó en Alicante para liderar la candidatura a las municipales del 28M. «Queremos que la elección de los delegados sea un punto de inflexión en la agrupación socialista, un cambio de ciclo. Llevamos meses dialogando a nivel interno para impulsar un proyecto abierto, en el que se puedan incorporar nuevos socialistas, militantes que se vean identificados con otra forma de dirigir el partido», apuntó ayer Barceló, quien sostiene que se debe acabar «la voz única» en el PSOE local de Alicante. La exconsellera y actual portavoz municipal lleva echándole un pulso a Franco desde hace casi un año. De inicio se negó a incluir en su lista a ninguna cuota «franquista» y luego rechazó que los asesores del grupo los impusiera la Ejecutiva que controla Franco, a cuyas reuniones ni acude, pese a ser requerida, a dar cuenta de la actualidad municipal. 

Pacto con los «sanchistas»

Quienes no tienen, por ahora, intención de presentar una lista alternativa a la oficialista para elegir a los delegados de la agrupación local al Congreso del PSPV son los «sanchistas», según confirmaron ayer fuentes de una familia que plantó batalla a Barceló en las primarias y que últimamente se ha mostrado más próxima que nunca al sector «franquista». El objetivo, según dicen, es «intentar pactar una lista». 

Todavía no hay fecha fija para ese proceso a nivel interno, aunque deberá celebrarse entre el 4 y el 10 de marzo, según fuentes próximas a la Ejecutiva que dirige Millana. El día concreto lo decidirá la dirección local en una próxima reunión. En juego están los 23 delegados alicantinos que participarán en la cita convocada en Benicàssim. 

Esta será, sobre todo si los resultados son esperanzadores para la lista alternativa, un punto de partida con la vista puesta en el próximo congreso local para elegir una nueva dirección, que podría convocarse en aproximadamente un año. La patente división entre ambos sectores se evidenció recientemente, con la entrega a Morant de los avales. Franco los anunció por un lado; Montesinos y Barceló, por el suyo. 

El 20% de los votos, clave para la integración forzosa de los críticos

El 20% de los votos validos emitidos es la cifra mínima a la que debe llegar cualquier lista para conseguir delegados en el Congreso Extraordinario del PSPV, que se celebrará a finales de marzo en la localidad castellonense de Benicàssim. Superada esa barrera, los delegados se repartirán de manera proporcional entre las listas existentes. En Alicante, todo apunta que serán dos: la oficialista y la liderada por críticos con el sector «franquista» como Barceló, que ha mostrado su rechazo al control del exsenador desde su llegada a la ciudad para liderar la candidatura municipal, y Montesinos, quien sí pactó integrarse en la actual Ejecutiva, al igual que hicieron los «sanchistas» en el proceso de hace casi dos años. A la lista más votada del proceso interno le corresponderán como mínimo la mitad más uno de los delegados a elegir, que en el caso de la agrupación local de Alicante son 23, según fuentes oficialesdel partido del puño y la rosa, ya que se reparte un representante por cada cuarenta militantes. Así figura en las bases del proceso y es una barrera que los críticos con la Ejecutiva controlada por Franco dan por hecho que alcanzarán. 

La delegación resultante de la votación deberá tener igual representación de hombres y mujeres. Cuando el número de integrantes de la lista sea impar, la presencia de ambos sexos será lo más ajustada al equilibrio numérico, según las bases, que añaden que las elecciones se realizarán mediante el voto directo y secreto de los militantes en listas cerradas y bloqueadas, según figura en la convocatoria.