La Audiencia Provincial ha impuesto diez años de prisión al hombre que pegó a su casa mientras nueve miembros de su familia estaba durmiendo dentro, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. Los hechos ocurrieron sobre las 5.50 horas de la madrugada del pasado 9 de noviembre de 2019 en un piso de la calle Pintor Gastón Castelló, donde el procesado vivía con su madre, dos de sus hermanas y otros seis nietos menores. El fallo declara probado que el procesado prendió fuego de manera intencionada al colchón de su cama y se dio a la fuga de la casa, sin avisar al resto de los moradores. La sala considera que con este proceder el acusado, Enrique R. G., puso en grave riesgo la vida e integridad física de toda su familia. Las víctimas pudieron salir de la casa, ya que la madre se percató de que salía una gran cantidad de humo de la habitación de su hijo y avisó al resto de los moradores, que pudieron marcharse sin que los hechos fueran a mayores y sin que las llamas se propagaran a otras habitaciones.

El procesado se encuentra en prisión desde comienzos del pasado mes de octubre por quebrantar la orden de alejamiento que se le impuso a raíz de estos hechos y que le impedía acercarse a su madre.  También quebrantó otra orden que le prohibía acercarse a su sobrina por un presunto delito de abusos sexuales. El hombre acumulaba hasta 78 detenciones por hechos delictivos, las tres últimas en las dos semanas anteriores al arresto por incumplir el alejamiento.

Durante el juicio, el procesado aseguró que el fuego se había producido de manera fortuita, en contra de lo que había manifestado el día de su detención en que admitió que había originado las llamas de manera intencionada , quemando con un mechero las sábanas de su cama, después de haber llegado borracho a casa. La sentencia recuerda que el procesado no dio explicación alguna de por qué inicialmente había reconocido los hechos. En este sentido, argumenta que la policía no tenía duda de que fue un incendio intencionado, ya que "de ser accidental, lo normal es que él se hubiera quemado. Además resulta relevante su conducta tras iniciarse el fuego. Se marcha del domicilio sin avisar a los moradores, permaneciendo oculto en las inmediaciones, sin tomar medida alguna para conjurar el daño".

Pudo haber múltiples víctimas

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El fallo recuerda que en el piso, además del acusado, habitaban diversos familiares, incluyendo menores de edad, que en ese momento dormían. "Se considera de un riesgo extremo para las personas el siniestro, pudiendo haber ocasionado múltiples víctimas, si el fuego hubiera progresado unos minutos más sin percatarse los moradores del humo", dice el fallo, que incide en que aunque el siniestro era incipiente, se había generado gran cantidad de humo tóxico producido por los materiales de fabricación del colchón.

"El procesado prende una superficie muy inflamable, como es un colchón. Es sabido que generalmente están elaborados con materiales sintéticos que generan en la combustión humo tóxico. El incendio se produce de madrugada cuando los moradores de la vivienda y del edificio en que se encuentra duermen. El acusado se marcha del lugar consciente del riesgo", recuerda la Audiencia para concluir que "el riesgo generado fue muy alto". Un situación de peligro por la que el tribunal considera justificado que se impongan diez años de cárcel.