Lucha contra el tráfico de drogas

El juzgado de Barbate abre diligencias contra los jefes de los guardias asesinados con la narcolancha

La denuncia gira en torno a una supuesta infracción contra la normativa de prevención de riesgos laborales, prevista en el artículo 316 del Código Penal

Entierro en León del guardia civil David Pérez, el pasado 12 de febrero.

Entierro en León del guardia civil David Pérez, el pasado 12 de febrero. / EFE

Juan José Fernández

El Juzgado de Instrucción de Barbate ha abierto diligencias admitiendo a trámite una denuncia de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) contra los mandos que dieron orden a los agentes de identificar las narcolanchas abaorladas en el puerto de la localidad gaditana el 9 de febrero. La operación se saldó con dos guardias asesinados cuando el piloto de una de las narcolanchas arrolló la zodiac de la Guardia Civil.

Los dos mandos denunciado son el general jefe de Zona de Andalucía y el coronel de la Comandancia de Cádiz, según ha apuntado la AUGC en una ota difundida este sábado. Para esta asociación sindical "este grave suceso ha de tener responsables, tanto para los narcotraficantes como a nivel interno". La entidad relata en su comunicado que han pedido "sin éxito", al director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, abordar el caso, y que emprende acciones judiciales "para depurar responsabilidades".

La denuncia gira en torno a una supuesta infracción contra la normativa de prevención de riesgos laborales, prevista en el artículo 316 del Código Penal, bajo el supuesto de que no se hubiera facilidado a los trabajadores "los medios necesarios" para "desempeñar su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas" poniendo "en peligro grave su vida", dice el artículo. La ley prevé penas de entre seis meses y tres años de prisión y ultas de hasta doce meses para estos delitos.

Peligrosa misión

La noche del 9 de febrero pasado, seis guardias civiles recibieron orden de identificar seis narcolanchas y sus tripulantes que se habían refugiado de una tempestad de alta mar en el puerto de Barbate dos días antes. La impunidad de los narcos había provocado protestas políticas de las autoridades municipales de la localidad a la Guardia Civil.

La Comandancia de Cádiz, de la que depende la demarcación de Barbate, ordenó la intervención, si bien los guardias no pudieron acudir en una embarcación del tamaño adecuado para soportar embestidas de los narcos, una actitud de los delincuentes que ya se venía observando antes, sino en una zodiac de tamaño, peso y protecciones mucho menores que las lanchas de los narcotraficantes.

Una de las narcolanchas hizo seis intentos de embestida contra la embarcación de la Guardia Civil, arrollándola en la sexta embestida. Como consecuencia de ese atentado resultaron muertos los guardias David Pérez Carracedo, barcelonés de 43 años, y Miguel Ángel González, gaditano de 39.

Esta semana ha trascendido un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que ha dado un vuelco a la investigación: no fue la lancha del narcopiloto apodado Kiko el Cabra la que arrolló a los agentes, sino otra, supuestamente pilotada por un marroquí al que se conoce como Karim, y en cuya búsqueda las autoridades españolas han pedido asistencia a las del país vecino.