La novena edición del Cross Nocturno de Orihuela, organizado por la asociación de la Policía Local Virgen de Monserrate, reunió ayer a cientos de corredores, en el Día de Navidad, para disputar la ya tradicional prueba nocturna, la única con la que cuenta la ciudad, y que recorre sus calles durante 6,5 kilómetros, con la particularidad de que incluye en este trayecto la subida al seminario. Además, hubo premios a los mejores disfraces, este año, y como novedad en dos categorías, individuales y en grupo, por lo que los corredores se animaron a sacar sus mejores disfraces, dando color a la cita y un toque más desenfadado, como si de una San Silvestre se tratase.

A pesar de las fechas, fueron muchos los que se animaron, un año más a participar, quizás con la excusa de combatir los excesos navideños propios de las cenas y comidas que se suceden estas fechas. A los participantes en la prueba se sumaron numerosos vecinos que no quisieron perderse los disfraces y la oportunidad de animar a los corredores durante todo el recorrido. Las vistas de la ciudad desde el seminario fue otro de los alicientes que convirtió la prueba un año más en un éxito de participación, pese al frío propio del principio del invierno.