La empresa salinera va a perder buena parte de su producción de este año. Algo que repercute en este ejercicio y en el siguiente, dado que el balance de la «cosecha» se cuantifica de junio a junio de cada año. No está claro si el plan diseñado en febrero para trata de evacuar casi cuatro hectómetros de salmueras en el mar hubiera evitado que en estos momentos el agua de la laguna de Torrevieja no cuente con el grado de saturación suficiente para precipitar y formar la capa en el lecho que es la que se «cosecha», prácticamente durante todo el año.

El Ministerio de Medio Ambiente ha rechazado por partida doble el plan de la multinacional propietaria de la explotación para intentar salvar, en la medida de lo posible, la producción durante este año. En primer lugar solicitó utilizar las infraestructuras de la desalinizadora de Acuamed para evacuar una parte del exceso de agua de la laguna, estimado en 3,6 hectómetros cúbicos de agua. Por otra, ha recibido el rechazo del Ministerio a utilizar los otros medios previstos, como el canal del Acequión y un colector de drenaje agrícola por el impacto ambiental que pudiera derivarse de las aguas con un elevado nivel de sal sobre zonas protegidas, como la pradera de posidonia, situada frente a las costas de Torrevieja.

La dirección general del Agua de la Generalitat y la empresa salinera habían elaborado un plan para intentar desalojar 3,6 millones de metros cúbicos de agua de la laguna de Torrevieja y salvar la producción de sal sin causar impacto ambiental en el mar. El objetivo era desalojar de forma paulatina ese volumen de agua para que la carga de sal del agua -170 gramos por litro- no generara un impacto ambiental negativo en el mar y la pradera de posidonia situada frente a las costas de Torrevieja, y protegida como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). Pero el Ministerio ni tan siquiera ha dado margen para comprobar si era posible. Este plan se concibió el pasado mes de febrero y debía desarrollarse en cinco meses. No lo ha tenido nada fácil Salins desde que puso sobre la mesa esta opción. A los dos fuertes temporales de levante le siguió un tercero lo que terminó por dar la puntilla a las previsiones de producción.

El agua de la lluvia acumulada, más de doscientos litros por metro cuadrado entre diciembre y marzo, no solo ha provocado la disolución de las salmueras, también la inundación de algunas zonas del recinto industrial que ahora hay que restablecer con obras, según las mismas fuentes. La empresa está haciendo acopio de sal en Torrevieja para atender a la demanda de transporte marítimo, echando mano de otras pequeñas explotaciones de la que también es propietaria en España, e intentando extraer sal de la propia laguna torrevejense desde puntos en las que normalmente no se hace.

Tres vías

El uso de la tres vías de evacuación iba a permitir que no concentraran las salmueras en un punto concreto de evacuación ante tal volumen de agua. El agua de las salinas contiene 170 gramos de sal por litro, aproximadamente, el residuo de la producción de agua en la desalinizadora 70 y el mar en torno a 30. Fuentes conocedoras del funcionamiento de la explotación salinera -la empresa no ha llegado a pronunciarse oficialmente sobre este grave problema-han señalado que incluso con el visto bueno a ese plan por parte dl Ministerio de Medio Ambiente, la producción se hubiera resentido en los próximos meses. Sí hubiera sido muy importante para que se recupere en los próximos ejercicios. Esos 3,6 millones de metros cúbicos son solo una parte del total de 11 hectómetros de agua dulce que asegura la salinera que había entrado en la laguna, que se extiende sobre 1.400 hectáreas, con las dos gotas frías de diciembre y enero -y sin contar con el duro temporal de marzo-. La empresa sí obtuvo el permiso para evacuar otro millón de metros cúbicos a través del canal que une la laguna de Torrevieja con la de La Mata, en un trasvase bajo la supervisión ambiental de la Generalitat, para que no tuviera incidencia ambiental en la actual nidificación.