Las IX Jornadas de Arqueología de la Comunidad Valenciana, que se están celebrando en Alicante, dan difusión a las intervenciones arqueológicas más relevantes.

Casi 40 presentaciones, entre las que destacan dos importantes trabajos que se han realizado en la Vega Baja: el campo de concentración de Albatera, un espacio de represión del franquismo al final de la guerra civil, y el hallazgo de la muralla islámica de Orihuela junto a la iglesia de Monserrate.

El arqueólogo e historiador Felipe Mejías y Eloy Poveda, uno de los componentes del equipo, han hablado de la recuperación del campo de Albatera como bien patrimonial y lugar de memoria. Hace unos días la Generalitat anunció que se invertirán 100.000 euros de los terrenos.

Un poco antes había concluido la segunda campaña que se realiza sobre el terreno, descubriendo la estructura y los cimientos de uno de los barracones, de de 60 metros de longitud por 7 de ancho, lo que permitirá reconstruir el lugar.

Trabajos sobre el terreno en el campo de concentración de Albatera Tony Sevilla

Además, han hallado numerosa munición percutida, lo que significa que se disparaba un arma larga dentro de un campo que no era de tiro: "Aquí no se hacían prácticas, si disparas un fusil es porque has apuntado contra alguien", ha relatado Mejías.

El próximo año continuarán con los trabajo y seguirán intentando encontrar las fosas comunes, estudiando un terreno que ocupa 14 hectáreas.

Por su parte, la arqueóloga Silvia Yus ha presentado los avances en la madīnah Uryûla: "El seguimiento arqueológico de la sustitución de la red de agua potable y del alcantarillado público de la plaza de Monserrate y la calle del mismo nombre ha permitido documentar varios hallazgos arqueológicos de relevante valor en el conocimiento del desarrollo urbano de la ciudad desde época medieval islámica hasta el periodo contemporáneo".

Parte de la muralla islámica junto al Santuario de Monserrate Tony Sevilla

El más destacado es el trazado de la muralla, ya que "hasta la fecha solo se hacían estimaciones de por dónde debía discurrir su traza, pero no se había documentado físicamente", ha explicado.

Por tanto, "esta localización permite ir acotando el recorrido del muro defensivo en los puntos donde no se tiene referencia en superficie como consecuencia del desarrollo urbano posterior".

Esto, a su vez, favorece "la reinterpretación urbanística moderna tras el abandono de los muros defensivos", ha continuado.

Además, ha expuesto las transformaciones del área periurbana provocadas por el crecimiento poblacional de la medina, resaltando un cementerio árabe documentado en el entorno de la puerta de Murcia de acceso a la ciudad, sobre el que posteriormente se desarrolló el arrabal Roig, así como un espacio intramuros, próximo a la puerta de Crevillente, donde un área de extracción de arcillas, para la producción de cerámicas o tapiales, fue abandonada y colmatada con vertidos orgánicos para después ser embutida por la trama urbana de viviendas a mediados del siglo XII.

Desarrollo urbano almohade dentro de la muralla de la medina Silvia Yus

Por último, las obras de puesta en valor y acondicionamiento de el Palmeral oriolano, donde existe un fuerte de la Guerra de Independencia de Fernando VII de 1809, han permitido el estudio del patrimonio etnológico relacionado con los sistemas de riego -fuentes, balsas, acequias, azarbes y canales-, destacando el acueducto de la Escorrata, “bien patrimonial restaurado y puesto en valor”, ha manifestado Yus, que también ha indicado que se ha documentado alguna balsa para el procesado en la tradicional industria del cáñamo.