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Gracia propone una mesa de negociación para evitar la construcción en Cala Mosca

La alcaldesa de Orihuela abre una vía de diálogo con grupos políticos, agente urbanizador y Generalitat para que no se urbanice el último kilómetro virgen de la costa

Gracia propone una mesa de negociación para evitar la construcción en Cala MoscaTONY SEVILLA

Carolina Gracia, alcaldesa de Orihuela, ha anunciado que va a abrir una vía de negociación con la participación de diferentes agentes para alcanzar un acuerdo que "evite el proyecto de construcción de Cala Mosca", que prevé 2.200 viviendas, y "preservar el último kilómetro virgen de nuestra costa, agotando todas las vías políticas que tenemos sin renunciar ni un ápice a lo que es el proceso administrativo y el expediente que se lleva en curso desde 2007".

Esta mesa de negociación estaría compuesta por grupos políticos con representación municipal, la empresa constructora y la Generalitat, a través de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental y la Dirección General de Urbanismo. No obstante, fuentes de la mercantil manifiestan a este diario que "no hay ninguna comunicación oficial", por lo que eluden por el momento valorar la propuesta.

Según la alcaldesa, en este ámbito se pondrán sobre la mesa "elementos como el bien común, el respeto a nuestro entorno natural y, por supuesto, los derechos de todas las partes implicadas". Un marco, ha añadido, donde "queremos que esté presente la generosidad".

Además, ha recordado que esta iniciativa se nutre y parte de la propuesta que el grupo municipal Cambiemos formuló en marzo de 2021 a través de una moción en el pleno municipal. "No somos ilusos; quizá haya gente que cuando se comunique esta decisión piense que esto no va a servir para nada", ha recalcado, pero "lo que no sirve para nada es callarse", porque es "el momento de hacer más política y no dejarlo todo en manos de una resignación cristalizada por los hechos administrativos".

Asimismo, la primera edil ha afirmado que "a lo mejor Orihuela sí que tiene cabida para construir 1.000 ó 4.000 viviendas, pero quizá no tenga que ser y ojalá que no lo sea, en el último kilómetro virgen que nos queda en Orihuela Costa", por lo que ha manifestado que "si la constructora está dispuesta a buscar cualquier otra ubicación en nuestro término municipal para acometer esto, se estudiará".

Esta decisión llega después de que la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental de la Generalitat haya dictado una resolución complementaria a la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto deurbanización del sector Alameda del Mar -Cala Mosca-, que declara el cumplimiento de las condiciones en materia de tutela efectiva de especies protegidas. Es decir, dio luz verde al proyecto después de que la constructora realizara una serie de modificaciones en base a los requerimientos de la administración autonómica. De ahí, que el agente urbanizador haya manifestado su intención de retomar las obras, paralizadas en 2007 por el hallazgo de especies protegidas, antes de que finalice el año.

"Esta resolución hace avanzar el proyecto, y es lógico que la empresa quiera hacer valer su derecho a que se apruebe el proyecto de urbanización por parte del Ayuntamiento con el fin de iniciar las obras lo antes posible", ha explicado María García (PSOE), segunda teniente de alcalde, que ha comparecido junto con Gracia.

No ha estado presente José Aix (Ciudadanos), vicealcalde y concejal de Urbanismo. En este sentido, Gracia ha subrayado que Aix "se ha comprometido a que haya máxima transparencia" cuando se reciba el proyecto de la mercantil, que deberá ir a junta de gobierno y al pleno.

La regidora también ha hecho referencia al acuerdo que mantiene con Cambiemos y que posibilitó la moción de censura que desalojó al PP del poder en abril. Uno de los puntos del pacto de investidura era impedir la construcción en Cala Mosca. De hecho, Cambiemos ha recalcado en las últimas semanas que es una línea roja.

"Cambiemos y PSOE están cumpliendo el acuerdo que consiguió el cambio de gobierno y que materializamos poniendo en marcha esta vía", ha subrayado Gracia.

Por su parte, Carlos Bernabé, coportavoz de Cambiemos, ha valorado la iniciativa como "insuficiente pero necesaria, además de un gran cambio respecto al gobierno de Bascuñana". Según ha recordado, desde 2015 el exalcalde no hizo otra cosa que "favorecer, acelerar y facilitar los pasos necesarios para la destrucción de Cala Mosca, así que este cambio de actitud revela que hay margen".

"Ahora, el objetivo es que esta mesa de negociación no sea un espacio vacío ni meramente formal", ha recalcado, a la vez que ha señalado que "el gobierno de Orihuela tiene que demostrar su voluntad, la Generalitat debe corregir su pasividad y el promotor debería estar a la altura de lo que Orihuela, la emergencia climática y las circunstancias históricas actuales exigen", señala Bernabé.

No obstante, ha indicado que Cambiemos mantiene "intacta la agenda política y judicial con respecto a Cala Mosca". De hecho, ha advertido de que en breve la formación realizará nuevos anuncios: "Con independencia de lo que hagan otros agentes e instancias, nuestro grupo seguirá explorando todas las alternativas posibles para su protección", ha concluido.

Además, hay un informe desfavorable a la modificación del plan puntual por parte de la Dirección General de Carreteras, con "carácter preceptivo y vinculante", por lo que su incumplimiento invalida la actuación siendo nula de pleno derecho.

Se dan también condicionantes que cuestionan el desarrollo de este proyecto, y que tienen que ver con el abastecimiento del agua, según ha detallado García.

Por último, García ha recordado que hay "un claro rechazo social y, por qué no decirlo, político". La asociación Salvemos Cala Mosca ya ha reunido casi 2.500 firmas. Algunos de sus miembros se concentrará mañana a las puertas del pleno, donde han registrado una pregunta, "dada la preocupación por la gestión de los servicios en la costa", sobre si se están realizando trámites para la gestión de aguas residuales en el litoral, teniendo en cuenta la creciente problemática de los vertidos al mar, cierre de playas y la posibilidad de que la depuradora sufra roturas. Uno de los argumentos de la asociación en contra de la construcción de 2.200 viviendas en ese tramo es el déficit de servicios e infraestructuras, algo que supone numerosas quejas de los residentes en Orihuela Costa.

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