Es tiempo de maquetas, recreaciones virtuales y espectaculares simulaciones en precampaña en toda la Comunidad Valenciana.
El Teatro Municipal de Torrevieja ha acogido este sábado la presentación de la ambiciosa remodelación urbana y de conservación del patrimonio arquitectónico local prevista para el recinto histórico de las Eras de la Sal en la que el equipo de gobierno encabezado por el alcalde Eduardo Dolón trabaja desde febrero 2021 y que ahora dispone de una primera propuesta de trabajo presentado por el estudio Paredes Pedrosa Arquitectos, contratado por más de medio millón de euros para elaborar esta propuesta que afecta al antiguo recinto industrial que dio origen a la ciudad en la segunda mitad del siglo XVIII.
Más de treinta mil metros cuadrados
La iniciativa, que ha sido anticipada por los responsables del estudio Ignacio Pedrosa y Ángeles Paredes, actúa sobre un total de 32.857 metros cuadrados del frente marítimo junto a la bahía, entre el paseo del Maestro Valero, la avenida Faleria, la antigua Fábrica de Hielo y su rehabilitación y el paseo Vista Alegre.
La comisión de expertos municipal, encabezada por el catedrático torrevejense de la Universitat Politècnica de València, Vicent Esteban Chapapría y el profesor Mariano Galant, ha optado entre las cuatro alternativas previas presentadas por una fórmula que pretende preservar la imagen de la identidad del recinto con los muros y el pavimento original, además del edificio de la jefatura de las Salinas en el acceso sur y los dos muelles. Descarta la ubicación del submarino Delfín y el pailebote Pascual Flores en el espejo de agua junto al caballete, como se planteaba inicialmente, y derriba el actual tornavoz de hormigón.
Lucernarios de sal
El previsto Museo del Mar y de la Sal se integra y aprovecha los tres metros del talud que ahora separan las Era Alta y la Baja introduciendo un elemento que será referencia del espacio museográfico: lucernarios que sobresalen de la rasante con forma de montañas de sal, recreando los que formarían los montones almacenados antaño en las Eras de la Sal. El Museo contará con 2.000 metros cuadrados donde ahora se encuentra el antiguo edificio del grupo de empresas y el intercambiador de autobús en desuso, lo que descarta la conservación de los antiguos restos de la actividad industria hallados en esa zona.
La opción generaría un espacio verde y una zona peatonal en la actual Era Alta y la peatonalización de las calles Salero y del paseo Maestro Velero Buades, de más de 20.000 metros cuadrados , incluyendo un paseo entre los muros de la Era Baja y la bahía.
Perfil actual y recuperación del espejo de agua
El objetivo del proyecto es que los edificios previstos no alteren el perfil actual de las Eras de la Sal. De esa decisión se deriva una de las principales novedades: la construcción del auditorio que tendrá como uso principal la celebración del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía y lo sitúa ocupando la superficie del actual varadero ligado al puerto deportivos Marina Internacional. Aquí también se aprovecharía la diferencia de cota para configurar un espacio escénico en gradas con capacidad para 1.280 espectadores, mirando al mar, que además contempla la eliminación de 4.690 metros cuadrados de la actual explanada de hormigón para ganarla como espejo de agua de la bahía.
El macroproyecto tiene comprometida financiación para la construcción del auditorio al aire libre con fondos de la Diputación Provincial, y de la Generalitat Valenciana para el caso del Museo del Mar y de la Sal.
Contempla además otro aspecto que ha generado más de una crítica desde que se dio a conocer, es la demolición de la actual sede principal la Oficina de Turismo y la construcción de un mirador con pérgolas, mientras que la zona inferior sería aprovechada por el Club Náutico.
Faltan autorizaciones y no fáciles
El proyecto de ejecución debería estar preparado en un plazo máximo de cuatro meses. Desde ese momento podrían licitarse las obras de ejecución para las que el plan de contratación del Ayuntamiento dota de 24 millones de euros. Pero además de los desafíos técnicos y financieros que presenta la propuesta los hay también administrativos. Y no menores. La incorporación de los 10.232 metros cuadrados del varadero se ha llevado a cabo como propuesta sin la supervisión final de la Generalitat.
Sin visto bueno de la Generalitat, de momento
La delimitación de espacios y usos portuarios aprobada por la Generalitat en 2018 e impulsada por el anterior equipo de gobierno descarta ese uso náutico y da al terreno la misma condición de usos que ahora permite la construcción de la zona de ocio Paseo del Mar en el relleno, junto a la lonja y el dique de Levante. Pero bajo concesión. Es decir, el Ayuntamiento deberá tramitar una concesión de ese suelo que ocupa 10.232 m².
Deslinde de Costas
Otro aspecto que el Ayuntamiento prefiere aparcar es el paseo que pretende habilitar en la zona más cercana a la bahía, junto a la Era Baja y los muelles históricos, afectado de lleno por el deslinde de dominio público marítimo terrestre aprobado desde 2015. Una circunstancia que ha sido ya advertida por la dirección general de Costas al Ayuntamiento en un reciente informe incluso sin conocer los planes del gobierno municipal con este proyecto.