El Consell dispone de 2,5 millones para proteger al Hospital Vega Baja frente a inundaciones

El proyecto, al margen de la ampliación, prevé un muro perimetral de 1,25 metros y una balsa junto al centro capaz de almacenar 15.000 metros cúbicos de agua en caso de avenidas

Recreación de cómo quedará el hospital tras la ampliación

Recreación de cómo quedará el hospital tras la ampliación / ÁXEL ÁLVAREZ

Loreto Mármol

Loreto Mármol

La Generalitat dispone de 2,5 millones de euros, que el Estado ya ha ingresado en la Dirección General del Agua, para proteger al Hospital Vega Baja frente a inundaciones. El centro hospitalario, en la pedanía oriolana de San Bartolomé, estuvo cerca del colapso en el episodio de lluvias torrenciales de spetiembre de 2019.

A escasos metros del cauce del Segura entre Jacarilla y Benejúzar, en una zona rodeada de huerta tradicional, el río estuvo a punto de desbordarse en la confluencia con la rambla del Derramador en Jacarilla, algo que no ocurrió porque la mota del río se rompió aguas abajo, en Almoradí.

Así, el hospital, que atiende a la población del interior de la comarca, quedó incomunicado por carretera durante días por la inundación de la CV-91 en varios tramos y de los accesos a Orihuela. La red de saneamiento se anegó y el agua, saliendo a borbotones de inodoros y lavabos, inundó los pasillos de la planta baja y algunos quirófanos. Se mantuvo la atención urgente, pero las consultas y la actividad programada en quirófonos se aplazaron.

El proyecto que maneja la Dirección General del Agua, ahora en fase de supervisión, concluye, a raíz de la DANA, que el principal riesgo frente a inundaciones que sufre el Hospital Vega Baja no proviene de la pluviometría caída sobre la zona, ya que la cuenca vertiente es muy pequeña, sino de una hipotética rotura de la mota del Segura, circunstancia que en momento de avenidas del río siempre se ha producido en un punto u otro, y que aportaría una escorrentía muy superior a la de la lluvia.

En este sentido, se han realizado modelos de flujo bidimensional considerando hipotéticas roturas de la mota en dos puntos, que se estiman como más probable y más desfavorable, y que arrojan una posible inundación en la parcela hospitalaria de hasta 70 centímetros de calado, circunstancia que se considera inadmisible.

Dado el caudal circulante en ambas estimaciones, por encima de 79 metros cúbicos por segundo, la única alternativa factible es aislar el hospital de su entorno mediante un muro, a modo de polder, ya que dado el emplazamiento no es posible efectuar un canal que derive el caudal de avenida hacia otro cauce capaz.

Por ello, el proyecto adopta como solución el aislamiento de la parcela hospitalaria mediante un muro perimetral de una altura alrededor de 1,25 metros.

Plano con la ampliación del hospital y terrenos donde se pretende construir la balsa de almacenamiento

Plano con la ampliación del hospital y terrenos donde se pretende construir la balsa de almacenamiento / Información

La fase de ampliación en la que se encuentra el hospital, cuyas obras comenzaron en marzo, dispone de una valla perimetral, que con pequeñas modificaciones puede adaptarse a las necesidades que se plantean por riesgo de inundaciones, así como de un sistema de drenaje sostenible, que cuenta con almacenamiento de agua de lluvia para su posterior evacuación a la red de azarbes.

Una vez aislada la parcela hospitalaria de su entorno, es necesario garantizar el adecuado tratamiento de la precipitación que caiga dentro del recinto generado, para evitar que provoque inundación. De esta forma, se precisa un volumen de laminación de unos 15.000 metros cúbicos adicionales a los 1.000 que dispone el proyecto de ampliación.

Para ello, el proyecto de la Dirección General del Agua contempla una balsa de almacenamiento de esa capacidad junto a la parcela del hospital, de manera que, una vez efectuada la conexión y la adaptación de la red de drenaje prevista en las obras de ampliación del hospital a la nueva instalación, la precipitación, que no pueda evacuarse al azarbe por problemas de capacidad, pueda acumularse en dicha balsa sin generar daños.

Posteriormente se vaciará dicho volumen, mediante bombeo, al azarbe. Se ha previsto un sistema de vaciado completo de la balsa de laminación para evitar la permanencia de agua estancada, previendo un periodo de vaciado inferior a un día.

El departamento que dirige Manuel Aldeguer prevé que, si el nuevo Consell tiene voluntad, se inicie la licitación del proyecto de ejecución y obra después del verano para más tarde acometer la expropiación de los terrenos.

Ampliación del hospital

La ampliación, que se realiza por fases, se ha planificado de manera que durante el periodo que duren las obras la actividad asistencial se desarrolle con normalidad. Con la firma del acta de replanteo en marzo la Generalitat inició oficialmente las obras de ampliación del Hospital Vega Baja, un proyecto que la Generalitat adjudicó en octubre por 62,5 millones de euros, lo supuso una rebaja del importe inicial en 6,9 millones.

El comienzo de la demandada reforma, que se anunció en 2018, estaba previsto para antes de que acabara 2022, aunque después se pospuso al pasado mes de febrero. Sin embargo, no fue hasta ese mes cuando el Ayuntamiento de Orihuela emitió el dictamen ambiental favorable, que es preceptivo a la concesión de la licencia de obras, por lo que la última fecha que proporcionó Sanidad fue la segunda semana de marzo.

Fue en marzo cuando se dio el pistoletazo de salida a la ampliación, en un acto al que asistió el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, que destacó que cuando concluyan las obras después de 30 meses "se va a incrementar la capacidad asistencial del hospital, ya que contará con hasta 372 camas de hospitalización -42 más- gracias a la construcción de dos nuevos edificios anexos que van a permitir liberar espacio en el actual".

La superficie del centro hospitalario aumentará en 14.696 metros cuadrados, pasando de los actuales 36.300 a más de 50.000, lo que supone un 40% más. Con la construcción de dos edificios, se ampliarán los espacios destinados a la atención ambulatoria.

El edificio en la planta norte, que va a tener una planta baja y dos alturas, acogerá las consultas externas, el Hospital de Día, Salud Mental y la centralización de las instalaciones eléctricas y de agua. En cuanto al edificio situado en la zona sur, albergará las unidades de cirugía mayor y menor ambulatoria, áreas de endoscopias y de hemodiálisis, y se construirá cerca del bloque quirúrgico, UCMA y UCI, por su relación asistencial.

También se construirá una plataforma en la planta baja para conectar los accesos exteriores a los distintos edificios y se va a reorganizar la parcela para optimizar la zona de aparcamiento.