Bigastro ultima el primer gran parque inundable del Plan Vega Renhace con capacidad para 32.000 metros cúbicos

La infraestructura sobre 15.000 metros cuadrados además de laminar las aguas de lluvia en episodios torrenciales contará con carril bici, un paseo de 200 metros lineales y sombras de moreras y vegetación mediterránea

Aspecto de las obras del parque inundable sobre 15.000 metros cuadrados junto al casco urbano de Bigastro y la CV-95

Aspecto de las obras del parque inundable sobre 15.000 metros cuadrados junto al casco urbano de Bigastro y la CV-95 / TONY SEVILLA

D. Pamies

D. Pamies

Bigastro va a ser uno de los primeros municipios de la Vega Baja en incorporar un parque inundable de entidad para rebajar el impacto de las inundaciones en su casco urbano. Un tipo de infraestructura impulsada por la Generalitat Valenciana en la comarca tras la DANA de septiembre de 2019 para intentar rebajar el impacto de lluvias torrenciales en los cascos urbanos de los municipios.

El parque inundable que el Ayuntamiento de Bigastro construye junto al casco urbano y el tramo norte de la CV-95 ocupa una superficie de más de 15.000 metros cuadrados y contará con una capacidad de almacenamiento de 32.000 metros cúbicos, además de un bombeo para evacuar los caudales hacía la anexa acequia de Alquibla que desemboca en el río Segura.

La infraestructura cuenta con 15.000 metros cuadrados y capacidad para más de 30.000 metros cúbicos de agua

La infraestructura cuenta con 15.000 metros cuadrados y capacidad para más de 30.000 metros cúbicos de agua / TONY SEVILLA

Inversión

La inversión supera los 300.000 euros e incluye la expropiación del suelo necesario para la actuación. El concejal de Proyectos y Urbanismo, Antonio Meseguer, explica que el Ayuntamiento quiso plantear un proyecto que visualmente se asimilara a una transición entre el casco urbano, la CV-95 y la huerta. Con ese objetivo, además del fundamental de laminar y retener el agua para evitar inundaciones, sobre el parque la empresa adjudicataria Ruiz Segura Proyectos ha construido 200 metros de paseo, 300 de carril bici e instalado mobiliario específico de zona verde. Del proyecto inicial, que también incorpora un bombeo para evacuar el agua al canal de riego e incluso un vallado de madera junto a la acequia de Alquibla para realizar un recorrido peatonal, se descartó un lago artificial alimentado por agua de la propia acequia por su coste y posibles problemas derivados del estancamiento de agua.

El parque inundable cuenta con mobiliario de bancos y árboles con sombra: se ha escogido la morera, una de las especies más emblemáticas del paisaje de la huerta tradicional. Además, se plantarán especies aromáticas mediterráneas como la lavanda o el tomillo, entre otras. La particularidad de estos parques es que están a unos dos metros de profundidad sobre la rasante del terreno circundante. Y por supuesto, se cierran al público en caso de previsión de lluvias fuertes. 

El concepto de infraestructuras urbanas de drenaje sostenible fue impulsado a través del Plan Vega Renace de la administración autonómica en la comarca a través de una línea de subvenciones para cada uno de los 27 municipios de la comarca casi 30 millones de euros -16 millones en 2021 y 13,5 en 2022.

Era la fórmula escogida por el Consell para intervenir contra las inundaciones sin solapar competencias de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que realizó una importante inversión en obras de reparación y emergencia tras la DANA de 2019, pero va muy retrasada en las previstas en el plan contra inundaciones relanzado tras aquel trágico episodio.

Las obras han supuesto una inversión de 300.000 euros financiada por la Generalitat y proyectada y adjudicada por el Ayuntamiento

Las obras han supuesto una inversión de 300.000 euros financiada por la Generalitat y proyectada y adjudicada por el Ayuntamiento / TONY SEVILLA

Burocracia

Muchos proyectos de drenaje urbano sostenible también siguen atascados en la tramitación y otros están en construcción. El primero en salir adelante fue el tanque de tormentas del polígono industrial La Granadina en San Isidro.

Y aunque ya se han realizado algunas de estas actuaciones en la comarca la de Bigastro es especialmente relevante por su capacidad de almacenamiento de aguas de lluvia, su extensión y su adopción del concepto de parque inundable.

En Bigastro la DANA del 11 al 14 de septiembre de 2019 también tuvo graves consecuencias. La CV-95, trazada a un metro y medio sobre la rasante del terreno provocó un efecto barrera que inundó una parte de los barrios del centro del casco urbano con los caudales de la zona de La Pedrera y zonas altas del término municipal. La CV-95 se colapsó. Además, el reguerón, uno de los principales canales de riego de la Vega, se desbordó también a escasos metros del casco urbano.

Más rápido

El Ayuntamiento de Bigastro ha sido uno de los que más rápido reaccionó a las consecuencias de la DANA y ha rentabilizado en muy poco tiempo las ayudas del Consell para rebajar el impacto de las lluvias torrenciales sobre el territorio. Entre otras cosas porque se dotó de su propio plan de inundabilidad tras la DANA de diciembre de 2016 con actuaciones valoradas en 13 millones de euros. Las inundaciones de 2019 aceleraron el despliegue de una red mínima separada de evacuación de aguas pluviales.

Primero para abrir la CV-95 construir drenajes, colectores y marcos de hormigón a lo largo de ambos márgenes en una actuación concluida hace año y medio con una inversión de la Generalitat de 700.000 euros a la que han seguido otras de construcción de una red de colectores de pluviales en paralelo y en calles perpendiculares a la CV-95 en las avenidas Príncipe de Asturias, Tomás Villanueva o Aragón, con colectores de 120 centímetros de diámetro. También se realizó un tanque de tormentas de unos dos mil metros cuadrados con 5.000 metros cúbicos de capacidad situado justo al lado del parque inundable en ejecución, que el Ayuntamiento quiere tener culminado la semana que viene. Ahora se va a actuar, según ha indicado el concejal Meseguer, en el entorno del Auditorio para evitar las inundaciones que se producen con lluvias moderadas. La inversión prevista es de otros 300.000 euros.

Bigastro es uno de los pocos municipios que no solo ha desarrollado los proyectos subvencionados con la primera tanda del Plan Vega Renhace. Ya ha ejecutado obras de la segunda fase de subvenciones. Torrevieja, por ejemplo, con ni tan siquiera ha redactado los proyectos de la primera.

UN PROBLEMA A RESOLVER CON LA INFORMACIÓN PÚBLICA DE LOS CONTRATOS

La información que ofrece el Ayuntamiento de Bigastro sobre su gestión de los procedimientos de contratación públicos es muy limitada. Algo que ha reconocido el concejal de Urbanismo y Proyectos, Antonio Meseguer, quien matiza que está en vías de solución y explica que se debe a la falta de medios técnicos y humanos. Así la Plataforma de Contratación del Sector Público en la que el municipio debería incorporar información puntual sobre la adjudicación de obras, contratos o servicios solo figuran 36 expedientes a lo largo de los últimos seis años.

Todos, desde mediados de 2018 hasta la fecha, figuran como en proceso de evaluación. Como si no se hubieran adjudicado y formalizado. Y solo incorporan el anuncio de licitación y los pliegos técnicos y administrativos. No hay actas de reuniones de mesa de contratación, memorias valoradas ni adjudicaciones o formalizaciones de los contratos, recursos o plazos de presentación de ofertas. Contrataciones que como es obvio sí se han producido a lo largo de los últimos cinco años aunque no se haya informado de su detalle públicamente. Algo que constituye una irregularidad a la hora de dar cumplimiento al criterio de publicidad y transparencia sobre la gestión del erario y la ley de Contratos del Sector Público.