Costas vacía y tapia tres casas en playa Babilonia de Guardamar para demolerlas

Ha sido una mañana de lunes tensa en la calle Ingeniero Codorniu de Guardamar del Segura, en el barrio de las casas de Babilonia, junto a la playa. Empleados de la empresa Tragsa junto a un espectacular despliegue de la Guardia Civil han llevado a cabo esta mañana el vaciado de enseres y tapiado de tres viviendas tradicionales de Babilonia en Guardamar del Segura, que serán demolidas más adelante. Se trata de las viviendas número 89, 91 y 93 de la calle Ingeniero Codorniu.

Según el alcalde José Luis Sáez (PSOE), que ha informado del desalojo en redes sociales, se trataba de casas que carecían de título concesional desde 2011 y han perdido los recursos judiciales que mantenían desde entonces para prorrogar su autorización del uso del dominio público marítimo-terrestre. Forman parte de las características viviendas que se encuentran en primera línea entre las dunas de la pinada y la playa de Babilonia desde hace casi un siglo. 

Enseres

El primer edil ha señalado que Tragsa por orden del Ministerio para la Transición Ecológica del que depende la dirección general de Costas, ha llevado a cabo el vaciado de las viviendas después de que sus moradores hubieran agotado el plazo para realizarlo de forma voluntaria. El derribo se llevará a cabo en septiembre, en un momento de la temporada con menor ocupación turística en la zona. Según el primer edil la administración ha actuado de forma subsidiaria, esto es, lleva a cabo los trabajos y después cobra su coste a quienes deberían haberlo realizado. La demolición la llevará a cabo la administración, pero al igual que la intervención de hoy se cargará finalmente a los antiguos concesionarios.

La Asociación de Vecinos Playa de Babilonia y su portavoz Manuel López, han expresado su indignación por el enorme despliegue llevado a cabo por la Guardia Civil que, en su opinión, supone "una humillación para los vecinos, que son personas normales, con familia y niños pequeños".

El dispositivo que se ha vivido esta mañana (de este lunes) es indecible. Humillante para ciudadanos de a pie. La administración ha entrado en un modo esquizoide, fuera de control y en el que ya no sabemos qué hacer para que se respeten los derechos de las personas"

Manuel López

— Portavoz de la Asociación de Vecinos Playa Babilonia

Misma familia y un problema burocrático

Las tres casas pertenecían a una misma concesión y su historia tiene matices relevantes más allá de la pérdida del título concesional. "El hecho de que la administración haya tomado posesión e intervenido en ellas no tiene nada que ver con las prórrogas, ni con la erosión costera, ruinas o daños, ni de ningún tipo de ilegalidad, o nada que hayan hecho estas familias", señaló el portavoz y abogado de la Asociación Playa Babilonia. En el trasfondo de este caso se encuentra una situación singular ya que cuando falleció la titular de esta concesión la liquidación y arreglo de documentos de la herencia tardó más de un año y medio porque "era una familia grande", rebasando el plazo legal que daba en aquel momento la ley para traspasar la titularidad de las concesiones de Costas, que era de un año.

Retroactiva según los casos

Cuando fueron a hacer el traspaso Costas les dijo que se les había pasado el plazo y que "les quitaban la casa". La familia ha arrastrado durante más de una década un periplo judicial de "gastos infinitos y los tribunales se han lavado las manos cuando la ley amplió después el plazo a cuatro años para hacer ese traspaso. La ley solo se aplica de forma retroactiva contra nosotros. Por un detalle burocrático han perdido sus casas. Nos atacan salvajemente y cuando la ley nos favorece para poder hacer unos papeles, no se nos aplica", señala López.

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"El dispositivo que se ha vivido esta mañana (de este lunes) es indecible. Humillante para ciudadanos de a pie. La administración ha entrado en un modo esquizoide, fuera de control y en el que ya no sabemos qué hacer para que se respeten los derechos de las personas", ha señalado la Asociación, destacando el despliegue de equipos especiales de la Guardia Civil, que además han establecido un perímetro de seguridad en torno a las casas "cuando tenían las llaves" y no se ha producido oposición alguna a su intervención.

Imagen negativa

Los enseres han terminado en un depósito que Tragsa tiene en Callosa de Segura. Las mismas fuentes de los concesionarios de las casas advierte que estarán atentos a cómo se llevan a cabo los derribos porque las casas están situadas junto a otras que van a seguir en pie y las demoliciones pueden poner en peligro su estabilidad. Toda la hilera está unida con el techo corrido. Para las mismas fuentes van a quedar unos huecos en el que probablemente el mar "siga avanzando". La situación, a juicio de los vecinos de Babilonia, es "muy negativa para la imagen de Guardamar" por "la constante desinformación que está dando sobre este asunto y las familias de Babilonia".

"Ojalá todo el interés que pone el alcalde José Luis Sáez en machacarnos lo pusiera en recuperar sus playas", señala López.

La mayor parte de las viviendas que hay sobre la arena de la playa de Babilonia son secundarias. Casas que se emplean como segunda vivienda o en periodos vacacionales.

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Lucha judicial

El resto de las más de 80 casas de la misma hilera mantienen su lucha judicial contra el derribo, que iniciaron en la Audiencia Nacional, después en el Supremo y ahora en el Constitucional. En 2018 Costas decidió no prorrogar sus concesiones con el criterio de que el retroceso de la playa estaba poniendo en peligro la integridad de las viviendas y que las construcciones forman parte del propio problema del retroceso de la playa.

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Algo que niegan los vecinos de forma tajante asegurando que es la administración la responsable de la degradación de la línea litoral en todo el ámbito litoral entre Santa Pola y Cabo Cervera por su inacción y actuaciones como las infraestructuras en la desembocadura del Segura. Estos vecinos son también uno de los principales impulsores de Somos Mediterráneo, un colectivo que señala lo que consideran como abusos de Costas contra los concesionarios de viviendas en dominio público.