Dolores contará con uno de los primeros ecoparques fijos de la Vega Baja

El Consorcio Vega Baja Sostenible y el Ayuntamiento firman la cesión de terrenos para la construcción de este tipo de instalación que también acogerán Almoradí y Los Montesinos

La nueva infraestructura dará servicio a 20.000 habitantes de Dolores, Catral y San Isidro

El presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible ha visitado la planta de transferencia de Dolores.

El presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible ha visitado la planta de transferencia de Dolores. / INFORMACIÓN

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Uno de los primeros ecoparques fijos de la Vega Baja se construirá en Dolores. El Consorcio Vega Baja Sostenible, la entidad de gestión de residuos conformada por los 27 municipios de la comarca, ha firmado con el Ayuntamiento de Dolores la cesión de una parcela de 3.500 metros que se destinará para el nuevo ecoparque fijo. Esta nueva instalación de gestión de residuos permitirá a más de 20.000 vecinos de Dolores, Catral y San Isidro depositar los residuos voluminosos y contaminantes del hogar, como muebles, colchones o aparatos electrónicos de gran tamaño. 

Está previsto que la nueva instalación fija esté lista antes de que finalice el año, ha explicado el presidente del Consorcio, y alcalde de Formentera del Segura, Francisco Cano. Será una de las tres instalaciones fijas de reciclaje que tendrá la comarca, junto a Almoradí y Los Montesinos, cuyos ayuntamientos ya han firmado la cesión de terrenos.

Firma entre el alcalde de Dolores y el presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible.

Firma entre el alcalde de Dolores y el presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible. / INFORMACIÓN

"Estamos firmemente comprometidos con la ampliación de nuestras instalaciones de gestión de residuos y con la colaboración que hemos firmado hoy, ya hemos logrado la cesión de terrenos en tres municipios de nuestro territorio. El objetivo es tener, antes de que acabe el año, cinco nuevos ecoparques fijos en la Vega Baja", ha indicado Cano.  

Esta colaboración es clave para la mejora de la gestión de los residuos en la Vega Baja. En lo que llevamos de año, el Consorcio Vega Baja Sostenible ya ha conseguido multiplicar su red de ecoparques móviles. Desde principios de enero, se ha pasado de dos a cinco ecoparques móviles que ya visitan semanalmente todos los municipios de la Vega Baja, permitiendo a la ciudadanía depositar así residuos peligrosos sin tener que salir de su municipio. 

Residuos más voluminosos

Ahora, esta importante mejora se consolidará con la construcción de nuevos ecoparques fijos, los primeros del Consorcio Vega Baja Sostenible. Estas instalaciones permitirán a la ciudadanía depositar sus residuos más voluminosos, como colchones o electrodomésticos, que no tienen cabida en el circuito de ecoparques móviles.  

La junta de gobierno del Consorcio Vega Baja Sostenible ha aprobado para 2024 el presupuesto más alto de los últimos años. Son un total de 22 millones de euros para gestionar las 185.000 toneladas de basura que generan los 27 municipios de la Vega Baja.

Un operario en la báscula de la planta de transferencia de Dolores

Un operario en la báscula de la planta de transferencia de Dolores. / AXEL ALVAREZ

El presupuesto incluye la construcción de los tres primeros ecoparques fijos en la comarca, ya que hasta ahora solo se contaba con la planta de transferencia de Dolores, y tres ecoparques móviles. No obstante, son 12 los ecoparques fijos previstos en la Vega Baja, según el plan de gestión, cinco se esperan construir este año.

De hecho, Orihuela impulsa dos ecoparquesuno en la ciudad y otro en la costa, para evitar que los residuos acaben tirados en la calle. El Ayuntamiento anunció en septiembre que cederá dos terrenos al Consorcio, uno en el polígono Puente Alto y otro en la costa, en el Sector Lomas de Cabo Roig EQ1, junto a la parcela que sirve actualmente de aparcamiento de camiones de basura de manera provisional, para estas instalaciones que se preveía que estuvieran listas el próximo verano. Sin embargo, aún no se han incluido en el presupuesto, puesto que, el Consistorio aún no ha cedido el suelo para su construcción, que se retrasará más allá del verano como se anunció.

También está previsto que el Consorcio Vega Baja Sostenible recupere la gestión del ecoparque fijo de Torrevieja, ahora controlado por Acciona, la empresa concesionaria de las basuras en la ciudad. En este caso, se está retrasando la cesión por unos trámites que tiene que realizar el Ayuntamiento de Torrevieja, con el que está en negociaciones el organismo comarcal, en cuento a unas parcelaciones.

Instalaciones fijas y más móviles

Así, el Consorcio Vega Baja Sostenible contará, por primera vez, con sus propias instalaciones fijas de gestión de residuos después de la planta de transferencia de Dolores, una decisión clave para la ciudadanía y el medio ambiente de la comarcacuya construcción y gestión corre a cargo de la UTE PreZero (antes Cespa-Ortiz), que gestiona los residuos comarcales.

Así, la nueva ejecutiva encabezada por el presidente Francisco Cano avanza, señala, "hacia una gestión de residuos más eficiente", ampliando las instalaciones de gestión y tratamiento para "seguir mejorando la huella ambiental de la Vega Baja y mejorar la calidad de vida de nuestra ciudadanía".

 La falta de instalaciones de tratamiento y gestión obliga a los municipios a trasladar sus residuos en camiones largas distancias hasta plantas de otras comarcas. Esto encarece la gestión de los residuos a los propios municipios, debido al coste del combustible y del traslado, y también tiene graves repercusiones en el medio ambiente a causa de las emisiones contaminantes de los camiones de residuos.

Planta de transferencia de Dolores, desde donde se desplazan los camiones.

Planta de transferencia de Dolores, desde donde se desplazan los camiones. / Áxel Álvarez

Tasa altísima

Una de las últimas estimaciones de costes situaba la tasa en 102 euros por tonelada por el transporte que realiza la empresa de gestión comarcal PreZero y su eliminación en Villena, Elche, Fontcalent de Alicante, Piedra Negra de Xixona, Cañada Hermosa en Murcia, Guadassuar (València) o Quart de Poblet (València). Con la agravante de que las plantas alicantinas y murciana apenas aceptan ya residuos de la comarca.

Y terminan en València, con distancias que superan, en algunos casos, los 550 kilómetros de distancia de ida y vuelta. Se trata de una estimación del precio del transporte, que fija el Consorcio, sumado al de eliminación, que pagan los municipios a cada una de las plantas, realizada el pasado mes de junio. Al que hay que sumar el impuesto de 30 euros por tonelada que llegue a los vertederos y termine enterrada.

El sobrecoste de trasladar los residuos desde Dolores, donde se encuentra la planta de transferencia del Consorcio Vega Baja Sostenible, le supone, por ejemplo, al Ayuntamiento de Orihuela una carga económica por este transporte de 537.000 euros, y al de Torrevieja unos 700.000. 

Planta de tratamiento

La rebaja de esta millonaria factura es la prioridad del Consorcio que engloba a los 27 municipios de la comarca. Por ello, el presidente de la entidad adelantó a principios de este año se empezaría a plantear, al fin, la ubicación de la planta de tratamiento de las basuras, para evitar desplazamientos fuera de la comarca para deshacerse de los residuos.

Es la instalación más importante que necesita la Vega Baja. El Consorcio ya baraja varias ubicaciones, que está estudiando, cuyos proyectos técnicos y construcción acometerá la contratista, la UTE Vega Baja a manos de PreZero.

Incremento de tasas

Una parte de los municipios de la comarca ha tenido que aprobar aumento de la tasa de recogida en sus municipios, y otros lo deberán aprobar a lo largo de los próximos meses. No es solo para afrontar el incremento de costes, también para cumplir la nueva legislación vigente desde 2022 de economía circular que exige que el coste íntegro del servicio sea sufragado por las tasas de los vecinos y que tiene como fecha límite de desarrollo el año 2025.

Durante muchos años los municipios han optado por congelar las tasas, ahora muy deficitarias, y financiar los servicios con otros ingresos, normalmente con impuestos directos como el IBI y desde 2020 incluso con remanentes de tesorería. Las administraciones autonómica y provincial han abierto líneas de subvención para pagar estos incrementos en el transporte y eliminación. El objetivo de la nueva legislación es, de nuevo, que los municipios reciclen en origen y generen menos residuos. Si lo consiguen, pagarán menos.