30 años de censura al poeta del pueblo

El libro "La censura y Miguel Hernández", que se presenta este jueves en Orihuela, analiza los expedientes abiertos por el régimen franquista entre 1950 y 1979 que dan cuenta de la persecución sobre cualquier actividad cultural que llevara su nombre

Ruta literaria por Orihuela en el Rincón Hernandiano

Ruta literaria por Orihuela en el Rincón Hernandiano / TONY SEVILLA

Loreto Mármol

Loreto Mármol

Una nuevo libro ofrece otra perspectiva de la obra del poeta oriolano condenado a 30 años de cárcel. Este jueves, Día Mundial de la Poesía, se presenta en Orihuela, en la Biblioteca Pública Municipal María Moliner, a las 20.00 horas, "La censura y Miguel Hernández", de Aitor Larrabide, director de la Fundación Miguel Hernández, y Juan José Sánchez Balaguer, exdirector de la Fundación y codirector de la Cátedra Iberoamericana Industrias Culturales y Creativas de la UMH, que ha publicado el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, de la Diputación de Alicante.

El acto, de acceso libre hasta completar el aforo, estará presentado por Nerea Pérez Rubio, a quien los autores agradecen el haber podido conseguir los expedientes de censura conservados en el Archivo General de la Administración, de Alcalá de Henares, que recoge esta publicación que se inició en 2011 y que abarca desde 1950 a 1979, casi 30 años de un ejercicio de censura aplicado por el régimen franquista sobre un escritor tan simbólico.

Así, a lo largo de sus 510 páginas se recopilan los expedientes de censura de Miguel Hernández, en concreto, de su obra poética (60 ediciones y reimpresiones) y teatral (seis ediciones), las representaciones teatrales de obras suyas (10), recitales inspirados en poemas hernandianos (nueve), grabaciones fonográficas (71 poemas musicados y 106 solicitudes), textos "no radiables" (20 referencias), actos públicos prohibidos (en 1967 y 1976) y monografías publicadas entre 1951 y 1978 (13), así como un epígrafe breve dedicado a la censura cinematográfica.

También la censura se aplicó con celo en poemarios o revistas literarias: "Quizás en otra ocasión sea posible trabajar en este aspecto de la crítica hernandiana que ahora solo mencionamos", explican los autores.

"Miguel Hernández era valorado por el régimen de Franco como algo más que un simple poeta, y prueba de ello es la contumacia en la persecución seguida por los aparatos represores del Estado sobre cualquier actividad cultural que llevara su nombre", continúan.

Si bien esa represión no fue siempre sostenida con la misma intensidad en el tiempo. "Se fue abriendo la mano a medida que los dirigentes políticos advirtieron que no era posible poner puertas al mar, y por mera supervivencia del régimen, que evolucionaba hacia una mayor permisividad, siempre hasta cierto punto", aclaran.

El libro, además, realiza un acompañamiento jurídico para contextualizar la época, pero sobre todo se centra en cómo la censura ejerció todo su poder transformador en su obra. "Nuestro deseo es abrir una nueva perspectiva de acercamiento crítica con la aportación de los documentos conservados en el Archivo General de la Administración y con el esfuerzo que hemos empleado para intentar completar lo que, en apariencia, nos ofrece una fría tramitación administrativa, pero tan decisiva para una lectura correcta de la obra hernandiana, condicionada precisamente por ese sesgo aplicado por los lectores, meros peones de un régimen político que los usaba para mantener un sistema que se descomponía y que tuvo que acomodarse al signo de los tiempos cambiantes", según Larrabide y Sánchez Balaguer.

En el caso de las ediciones de la obra hernandiana, en los años 50 la censura se aplicaba con inflexibilidad, aunque las amistades podían sortear los recovecos, como ocurrió con la edición de "Poemas", al cuidado de Vicente Ramos y Manuel Molina, que en 1951 salió a la calle con el título de "Seis poemas inéditos y nueve más".

El poeta, en Orihuela, en 1935

El poeta, en Orihuela, en 1935 / Información

En los años 60 el interés de los más jóvenes por la obra de Miguel Hernández se acrecienta, al mismo tiempo que su figura también se transforma en un símbolo de resistencia frente al régimen, y las casas editoras respondieron a ese interés creciente con la publicación de ocho ediciones.

Y ya en los años 70, la sociedad española ha evolucionado, y con ella los criterios de los censores. Si bien en 1970 y 1971 se vivieron momentos de retroceso por las contradicciones internas del propio régimen, las ediciones de bolsillo y las reediciones cubrieron un importante hueco en la formación literaria (y política) de aquellos jóvenes, que no entraban en contradicción con las numerosas versiones musicadas de poemas hernandianos.

Teatro y radio

En cuanto al teatro escrito por el poeta oriolano, era un género poco atractivo para las editoriales, y las representaciones teatrales de obras hernandianas no son numerosas debido a las dificultades técnicas de representación y a las cortapisas impuestas por las autoridades competentes, que dificultaron la promoción de puestas en escena.

Miguel Hernández es uno de los poetas con mayor número de textos prohibidos en radio. Entre el 10 de enero de 1964 y el 5 de junio de 1975 se deniega la difusión de la letra de nueve de sus poemas. "La paradoja o sinsentido es que los textos no radiables habían sido previamente autorizados para su grabación", comentan los autores del libro. La mayoría pertenece al poemario escrito durante la guerra, "Viento del pueblo".

Con un total de 71 poemas y 106 solicitudes de grabaciones fonográficas, destacan "Nanas de la cebolla", la "Elegía" dedicada a Ramón Sijé, "Vientos del pueblo me llevan", "El niño yuntero", "Andaluces de Jaén" (el verdadero título del poema es "Aceituneros"), "Me llamo barro aunque Miguel me llame", "Elegía a Federico García Lorca", "Sentado sobre los muertos", "Canción del esposo soldado" y "Tristes guerras".

Miguel Hernández

Miguel Hernández / Información

En el capítulo dedicado a los actos públicos prohibidos relacionados con Miguel Hernández, el libro se centra en los documentos sobre el homenaje tributado en la Universidad de Valencia en abril de 1967 y en los sucesos acaecidos durante el llamado "Homenaje de los Pueblos de España a Miguel Hernández" en la provincia de Alicante en mayo de 1976.

En el último capítulo se revisan los expedientes de trece monografías sobre el poeta. "Por primera vez es posible acercarse al interior de más de una docena de estudios sobre la vida y obra del poeta y cotejar las galeradas conservadas con los libros finalmente impresos. Y tras esa lectura resplandece la pasión por Miguel Hernández de todos y cada uno de los autores, que se vieron obligados a aceptar los zarpazos de la censura para poder publicar sus trabajos", concluyen Larrabide y Sánchez Balaguer.