¡Ojo! Si no limpias bien este aparato que usas todos los días tendrás un aspecto más sucio

Cuidar el cabello es esencial para mantener una imagen limpia y saludable. Para ello, contamos con herramientas como cepillos y peines que nos ayudan a desenredar, dar forma y estilo a nuestra melena. Sin embargo, aunque a menudo nos preocupamos por la elección de champús, acondicionadores y tratamientos capilares, pocas veces prestamos atención al cuidado de estos instrumentos que usamos a diario. Pero, ¿sabías que un cepillo de pelo sucio puede tener consecuencias adversas para tu salud capilar?.

Los peligros de un cepillo sucio

Con el uso diario, el cepillo acumula no solo cabellos sueltos, sino también residuos de productos, aceites naturales del cuero cabelludo, polvo y, en algunos casos, hasta microorganismos. Al no limpiarlo regularmente puede que sufras estas consecuencias en tu pelo: 

1. Propagas aceites y residuos. Un cepillo sucio redistribuye los aceites y productos acumulados cada vez que lo pasas por tu cabello. Esto puede llevar a un cabello con aspecto graso y pesado.
2. Riesgo de infecciones. Los microorganismos que se pueden acumular en un cepillo sucio pueden provocar infecciones en el cuero cabelludo, como hongos o bacterias, sobre todo si tienes heridas o rasguños.
3. Ruptura del cabello. Los cabellos y residuos enredados en el cepillo pueden hacer que al cepillarte, ejerzas más presión y tires del cabello, llevando a su ruptura.
4. Reducción de la eficacia del cepillado. Un cepillo repleto de cabellos y residuos no desenreda ni estiliza de forma óptima.

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Trucos para limpiar tu cepillo de pelo

Para mantener tu cepillo limpio y en perfectas condiciones, te ofrecemos varios trucos que puedes incorporar a tu rutina:

• Eliminación diaria de cabellos. Haz de esta acción un hábito después de cada uso. Utiliza tus dedos o un peine de dientes anchos para retirar los cabellos que quedan atrapados entre las cerdas.
• Limpieza profunda semanal. Dependiendo del uso y tipo de cabello, puedes necesitar hacerlo con más o menos frecuencia, pero una limpieza semanal es un buen punto de partida. Esta limpieza puede ser con agua y jabón: Sumerge el cepillo en una mezcla de agua tibia y un poco de jabón neutro o champú. Utiliza un cepillo de dientes viejo para frotar entre las cerdas y eliminar los residuos. Enjuaga con abundante agua y déjalo secar al aire libre con las cerdas hacia abajo. Pero también puede ser con vinagre blanco. Mezcla partes iguales de agua y vinagre en un recipiente y sumerge tu cepillo durante 30 minutos. Luego, enjuaga y déjalo secar.
• Desinfección ocasional. Si has estado enfermo o simplemente quieres asegurarte de eliminar cualquier bacteria, puedes sumergir tu cepillo en una mezcla de agua con un poco de alcohol o en una solución antiséptica durante unos minutos. Recuerda enjuagar y secar bien después.
• Reemplazo periódico. A pesar de cuidar y limpiar tu cepillo, con el tiempo, las cerdas se desgastan y pierden eficacia. Es recomendable reemplazar tu cepillo cada año o cuando notes que ya no desempeña su función correctamente.

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Así pues, mantener tu cepillo de pelo limpio no solo beneficia la apariencia y salud de tu cabello, sino que también previene problemas en el cuero cabelludo y asegura un peinado eficaz. Al integrar estos sencillos trucos en tu rutina, garantizas un cabello más sano y un cepillo en óptimas condiciones. ¡No subestimes la importancia de un cepillo limpio!