Condenado por una pintada en un contenedor y absuelto por otra en un BIC

La Policía de Mutxamel sorprendió al acusado spray en mano pero la juez no ve probado que hiciera los grafitis hallados en la casa protegida

Una pintada en los muros del Assut de Sant Joan en una foto del pasado viernes.

Una pintada en los muros del Assut de Sant Joan en una foto del pasado viernes. / J.A.MARTÍNEZ

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Un juzgado de lo Penal de Alicante ha condenado a un hombre por hacer grafitis en un contenedor de basura de Mutxamel, pero le ha absuelto por las pintadas aparecidas en una casa protegida y declarada Bien de Interés Cultural (BIC) que se encontraba justo al lado, según el fallo al que ha tenido acceso este diario. El acusado fue sorprendido spray de pintura en mano por los agentes de la Policía Local mientras estaba dejando su impronta en el contenedor.

Imagen general del entorno protegido donde aparecieron los grafitis. | HÉCTOR FUENTES

Imagen general del entorno protegido donde aparecieron los grafitis. | HÉCTOR FUENTES / J.A.MARTÍNEZ

A pesar de que el maletero del coche se encontraron más sprays, la magistrada no ve probado que se le puedan atribuir el resto de las pintadas que aparecieron en las proximidades. La sentencia señala que hubiera sido necesario algún tipo de informe pericial que hubiera podido permitir acreditar la autoría del procesado de todos los grafitis. La juez ve insuficientes los reportajes fotográficos como prueba para justificar la condena. La juez le condena por un delito leve de daños imponiendo un mes de multa a seis euros diarios (180 euros) y al pago de 47 euros más por los gastos de limpieza del contenedor.

Los hechos ocurrieron el 10 de septiembre de 2017 después de que el acusado fuera sorprendido por agentes de la Policía Local de Mutxamel realizando pintadas en el entorno del Assut de Sant Joan, una edificación que está considerada como Bien de Interés Cultural y que motivó que la Generalitat Valenciana estuviera personada en el proceso como acusación particular. Los agentes le imputaban los grafitis en el contenedor, en una señal de tráfico, debajo de un puente próximo y también los que había en la propia edificación histórica, todos ellos sitos en la CV-800 que une las localidades de Sant Joan y Mutxamel. Los daños causados por las pintadas estaban valorados en más de 1.500 euros.

El acusado en el juicio solo admitió ser el autor de la pintada que fue sorprendido realizando, pero según su versión ni siquiera ésta era suya, ya que estaba repasando una pintada ya existente en el contenedor de basura. Los agentes de la Policía Local le atribuían pertenecer a una banda de grafiteros llamada SKO, extremo que el acusado negó en la vista oral. La juez señala que para el resto de las pintadas no existe ni prueba pericial, ni testigos que permitan atribuirle el resto.

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