Cals Flares de Alcoy protesta contra una nueva orden de desahucio

Unas 200 personas se suman a la manifestación en defensa del centro social alternativo y animan a acudir el jueves al anunciado desalojo

Cabecera de la marcha contra el desalojo del centro social okupado de Cals Flares de Alcoy.

Cabecera de la marcha contra el desalojo del centro social okupado de Cals Flares de Alcoy. / Antonio Teruel

El colectivo que gestiona el centro social alternativo Cals Flares de Alcoy ha mostrado este sábado en la calle su malestar ante una nueva orden de desalojo del inmueble okupado donde tiene su sede, arropado por varias decenas de ciudadanos que han dado su apoyo a la continuidad de este espacio cívico. Alrededor de 200 personas han participado en la manifestación que se ha realizado en el centro histórico de la ciudad en rechazo al desahucio de la entidad, previsto para el próximo jueves 5 de octubre. Con ella, los responsables de Cals Flares han querido poner de manifiesto el papel de dinamizador cultural que el colectivo tiene para el barrio de El Partidor y lo que se perderá si se tiene que marchar, así como su rechazo absoluto a la existencia de viviendas vacías por parte de administraciones y entidades bancarias con el único fin de especular con ellas.

La marcha ha salido de la plaza Ramón y Cajal y, tras pasar por las de Ferrándiz y Carbonell y del Pintor Gisbert, ha llegado a través de la calle San Lorenzo a la plaza de España, para después seguir por San Nicolás hasta la Placeta de les Eres, en la que se ha leído el manifiesto y donde también se celebra este fin de semana el festival Moniàtic. La movilización ha transcurrido sin incidente alguno durante alrededor de una hora, tras una pancarta con el lema "Construïm cultura comunitària. Arrabassem espais al capital". Otras pancartas llevaban también lemas de denuncia contra el llamado "banco malo", y durante el recorrido se han coreado lemas como "Cals Flares es queda, la Sareb a la foguera".

La marcha atravesando la plaza de Ferrándiz y Carbonell.

La marcha atravesando la plaza de Ferrándiz y Carbonell. / ANTONIO TERUEL

Antes de iniciar la manifestación, un portavoz de Cals Flares ha agradecido el apoyo a todos los presentes, y ha asegurado que "seguimos creciendo", a la vista del respaldo mostrado. Ha defendido que Cals Flares es "un espacio para el barrio, donde encontrarse y organizarse", y ha repasado algunas de las actividades culturales que se han llevado a cabo en los últimos meses. "Nos hemos sentido muy acogidas", ha dicho el joven, quien se ha emocionado y ha tenido que parar su discurso tras decir que el próximo jueves "intentaremos parar el desalojo en la puerta", pero que "lo tenemos complicado". Tras ser aplaudido y reponerse, ha finalizado con que "esta sociedad se merece estos espacios, y gente que luche por ella misma y por la convivencia".

La manifestación encaminándose por la calle San Lorenzo hacia la plaza de España.

La manifestación encaminándose por la calle San Lorenzo hacia la plaza de España. / ANTONIO TERUEL

El manifiesto, de hecho, redundaba en estas mismas ideas, al apelar a "la creación y el mantenimiento de espacios de gestión comunitaria, popular y autogestionada", y a "parar la degradación del centro de Alcoy y más concretamente del barrio de El Partidor". Asimismo, el texto criticaba "el aumento de los alquileres y la especulación inmobiliaria, frente a la avaricia de los bancos y grandes tenedores de viviendas". El colectivo también ha hecho una llamada a acudir el próximo jueves, para intentar paralizar el desahucio a última hora.

El centro social alternativo Cals Flares se ubica en una antigua fábrica en el barrio de El Partidor, en la parte alta del centro histórico de Alcoy, propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Comenzó su actividad en 2007 y desde entonces se ha consolidado como espacio cultural reivindicativo, así como de dinamización del entorno. Esta es la tercera orden de desalojo a la que se enfrentan sus gestores. La anterior fue en el mes de febrero, y se paralizó pocos días antes a petición de la propia Sareb. El colectivo responsable de Cals Flares critica que este es tan solo uno de los inmuebles que el "banco malo" tiene en la ciudad, pero "el único con un mantenimiento constante gracias a las personas que lo utilizan", y se pregunta qué sentido tiene para la Sareb "dejar en ruinas un edificio más en el centro de Alcoy".