«Mi madre fue positivo por covid hace 17 días exactamente y todavía no me han llamado, ni cogido el teléfono, para realizarme una PCR teniendo síntomas». Esta es la queja de Sergio Pérez, un joven que representa a cientos de personas que se encuentran en estos momentos a la espera de que desde su centro de salud les cite para comprobar si están o no infectados por coronavirus. Así lo confirman sanitarios y pacientes a este medio, que están viendo cómo en esta tercera ola el colapso y la lentitud la cita para realizar estas pruebas de detección está llegando con semanas de retraso, cuando lo recomendable es no sobrepasar las 48 horas.

«Mi madre comenzó a tener síntomas el lunes 11 de enero, llamó al trabajo para avisar y le tramitaron la baja médica en el acto hasta que acudiera a su médico para solicitar una PCR», señala Sergio a este medio. Los resultados de las pruebas llegaron el viernes con un resultado positivo. Acto seguido, Sergio y su padre se pusieron en contacto con su centro de salud en Mutxamel para informarles del caso, sin síntomas en ellos de coronavirus. «Tras tomar mis datos me dijeron que se pondrían en contacto conmigo como muy tarde al día siguiente», afirma el afectado.

La llamada que le habían asegurado que iba a recibir no llegó. Es por ello que en los siguientes días, el médico de su madre se puso en contacto con ella para ver el estado de salud de la paciente, ya que ella sí tenía síntomas graves de coronavirus. En esta llamada la enferma aprovechó para preguntar por qué no habían llamado su marido e hijo para realizarles las pruebas, a lo que el médico le comunicó que estaba en lista de espera y «hoy mismo lo llamarán».

Diecisiete días más tarde el afectado afirma que todavía no ha recibido ninguna llamada telefónica por parte de su centro de salud, habiendo pasado ya el periodo de aislamiento e infección. Por su parte, su padre tuvo que recurrir a su seguro sanitario privado para poder comprobar si estaba infectado o no ya que tampoco se pusieron en contacto con él desde su centro de salud.

La situación de Sergio Pérez no es un caso aislado en la provincia y es que Javier, el hijo de Luisa Sánchez, fue positivo por coronavirus el pasado 14 de enero y acto seguido la madre se puso en contacto con su centro de salud, ubicado en Elche, para señalar que era conviviente de un positivo. Ella trabaja en una residencia de mayores y «pensé que me llamarían en seguida debido a que trabajo con ancianos y corren mucho riesgo, pero no», señala a este medio.

A día de hoy esta mujer todavía no ha recibido ninguna llamada por parte de su centro de Atención Primaria y tampoco le atienden al teléfono. «He tenido que recurrir a la sanidad privada para poder saber si estaba contagiada o no, me parece vergonzoso porque no todo el mundo podemos costearnos estas soluciones», cuenta la afectada.

Por su parte, Encarni Ruiz, embarazada de tres meses, se contagió del virus hace dos semanas en el trabajo. Debido a su embarazo de riesgo la citaron en cuestión de horas para realizarse la prueba conveniente. Ella vive con sus dos hijos, su hermana y sus dos sobrinos. La afectada cuenta a este diario que «tras conocer mi positivo quisimos que mis convivientes se hicieran las pruebas porque mi hermana trabaja de cara al público y los niños van al colegio». Así, tras ponerse en contacto con su centro de salud en Alicante, le comunicaron que en plazo de 24 horas serían todos citados para hacerles el test. «Nadie me coge el teléfono, ni siquiera me han llamado para ver cómo me encuentro», cuenta la afectada. Es por ello, que como muchos otros sospechosos de covid, han tenido que hacer uso de la sanidad privada porque en el caso de su hermana «si no trabaja no cobra», apunta.

Por su parte, sanitarios pertenecientes a los dos departamentos de salud de Elche, donde más demora se está produciendo en la realización de pruebas covid, señalan a este medio que la saturación en esta tercera ola es «descomunal». Los enfermeros afirman que «las PCR cada día son más, y encontramos un volumen grande en municipios de menos de 20.000 habitantes», informan. Por su parte, un enfermero de un centro de salud de Alicante afirma que «es imposible rastrear los contactos de un positivo después de que hayan pasado tantos días».

Es por ello que los trabajadores sanitarios se lamentan de lo ocurrido y señalan que «a la saturación hospitalaria que existe le añadimos nuestra saturación mental y física». Al tiempo que indican que los departamentos de enfermería de la Vega Baja y de Elche son los que más saturación están padeciendo, debido a que en muchos casos también están llevando a cabo la tarea de rastreo. «Necesitamos más personal porque esto es imposible de controlar», indican.

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Sanidad niega que haya saturación o listas de espera

Ante el incremento de casos en Elche y Alicante donde la demora para llevar a cabo pruebas covid se eleva a dos semanas, el departamento de prensa de Sanidad de la Generalitat Valenciana afirma a este medio que «en los departamentos de Elche Hospital-General y Sant Joan no existe lista de espera para PCR’s. Se está citando para la toma de muestras a las 24 horas y como muy tarde a las 48 horas». Además, concluyen que «no existen listas de esperas para realizar PCR ni en los departamentos de salud de Elche, ni en Alicante».