La hostelería no remonta pese a poder dar cenas aunque prevé un buen fin de semana

Los establecimientos esperan mejorar con el buen tiempo - El sector sigue esperando ampliar aforos en interior y el fin del cierre perimetral

El buen tiempo llena las mesas de los negocios hosteleros.

El buen tiempo llena las mesas de los negocios hosteleros. / a.vicentej.hernández

Encontrar un hueco en un establecimiento hostelero para comer este fin de semana es casi tarea imposible. La festividad del 1 de mayo y la celebración del Día de la Madre el domingo ha disparado las reservas para este fin de semana, el primero en los que los negocios podrán abrir hasta las 22 horas. Pero la sensación del sector sigue siendo agridulce. Por una parte, porque siguen sin poder ampliar los aforos en interiores; por otra, porque ese horario que coincide con el toque de queda anima acudir a tomar algo, pero apenas a cenar.

La hostelería vio cómo se suavizaban algunas de las restricciones por la pandemia el pasado lunes. De sus peticiones, una se cumplió: ampliar el horario de cierre hasta las 22 horas. Pero otra quedó en el tintero: ampliar los aforos en interiores que se mantienen en un 33%. Durante la semana, la actividad ha sido desigual y el tiempo no ha acompañado algunos días, aunque sí se ha notado un ligero incremento de actividad entre semana. Así que el primer fin de semana tras esos cambios es muy esperado, aunque con una sensación buena «a medias». Porque los negocios sí han visto como se incrementaban las reservas, sobre todo a mediodía, pero muchos llenan muy pronto; u otros ni siquiera aún han podido volver a abrir sus puertas.

El presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), César Anca, explicó a este diario que «este fin de semana va a ser bueno, tenemos buenas previsiones» porque «hay mucha reserva para estos dos días» en los que las celebraciones se repetirán por toda la provincia. Aunque es «una sensación agridulce porque aún hay establecimientos que, por las limitaciones de los interiores, aún no les es rentable abrir».

Aunque sí hay muchas reservas, es cierto que «hay pocas por la noche y tampoco para cenar pronto», indicó. Que el cierre coincida con el toque de queda «da como mucho para tomar algo». Todo a pesar de la campaña lanzada para que los consumidores adelanten las cenas a las 20 horas. Así que su actividad será frenética sobre todo a mediodía.

Una terraza de un establecimiento de Alicante. | PILAR CORTÉS

Una terraza de un establecimiento de Alicante. | PILAR CORTÉS / a.vicentej.hernández

«Tenemos buenas expectativas para el fin de semana» porque se junta un festivo y celebraciones con «el buen tiempo que ojalá acompañe», indicó María del Mar Valera, presidenta de la Federación Empresarial de Hostelería de la provincia de Alicante (FEHPA). El presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de Benidorm (Abreca), Javier del Castillo, añadió que «las previsiones son buenas porque tenemos bastantes reservas para el fin de semana» aunque esa limitación de aforos «no da para más».

Pendientes del 9 de mayo

Los empresarios hosteleros tienen marcada una fecha en el calendario: el próximo 9 de mayo. Ese día está prevista la finalización del estado de alarma que acabaría con las restricciones de movilidad y los cierres perimetrales. Entre ellos, el de la Comunidad Valenciana. «Estamos pendientes de ver si se quitan los cierres entre comunidades», indicó Anca. Porque eso supondría la llegada de turistas nacionales que permitirían que la actividad hostelera se incrementara, sobre todo, si además se amplían los horarios de cierre. «Mientras no haya más espacio o se quite el cierre perimetral, apenas se puede retomar la actividad», apuntó Del Castillo.

Pequeño comercio Piden reducir las horas semanales de apertura

El pequeño comercio reclamó que se reduzcan de 90 a 60 las horas semanales de máximo de apertura. El sector, a través de la federación Unió Gremial, solicitó unas «reglas de juego más justas» para favorecer la conciliación al considerar que la liberalización de los horarios ha lastrado el volumen de negocio y la calidad de vida de los comerciantes, según indicó su presidente, Juan Motilla, en las Cortes Valencianas. Así recordó que el comercio tradicional representa el 15 % del PIB de la Comunitat Valenciana y da empleo a cerca de 215.000 personas.

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