Entrevista | David López Psicólogo de Alicante

David López: «Hay que concienciar y no generar tabú y alarma ante el peligro de suicidio»

El psicólogo David López, en su consulta. | INFORMACIÓN

El psicólogo David López, en su consulta. | INFORMACIÓN / JavierSegura

Javier Segura

Javier Segura

David López es un psicólogo que lleva años desarrollando su trabajo en su consulta de Alicante, donde atiende a todo tipo de pacientes que necesitan la ayuda de un profesional de la salud mental. Ahora, trasciende a la actualidad este ámbito, especialmente entre los adolescentes, un grupo de edad que ha experimentado desde la irrupción de la pandemia altas cifras de suicidios y autolesiones. Es por este motivo que los centros educativos pasan a ser claves para detectar los primeros signos de que algo no va del todo bien entre los jóvenes.

La prevención de suicidios ha llegado a los centros e con guías para que los docentes puedan actuar al respecto. ¿Es una novedad?

Existe una tendencia desde hace un tiempo en la que vienen haciendo ese tipo de prevención. Ahora se les está dando más importancia. Ha sido la segunda causa de fallecimiento en jóvenes de entre 15 y 20 años en 2020. Además, está la cifra de hospitalización por autolesiones, que según Sanidad creo que se ha cuadruplicado, es un dato muy alarmante. Se ha creado una mayor conciencia, algo que antes se tenía oculto.

¿Y cómo se detectan las autolesiones?

A la hora de evaluar síntomas y manifestaciones sí que vemos la autolesión como una característica más de malestar en la persona. En mi consulta es un hecho evidente. Los adolescentes guardan mucho silencio, con los padres tienen poca comunicación, por la relación no les cuentan sus intimidades. Hay un ocultismo que puede generar una autolesión que va degenerando con el tiempo y hasta que no llegamos a verano y llegan a quitarse la ropa las autolesiones están escondidas.

¿Qué dificultades pueden encontrar los centros a la hora de aplicar esta guía?

El primer tipo de filtro está en clase. En cuanto a los factores personales puede haber  alguna conducta suicida previa, si busca la soledad o tiene dificultades a la hora de comunicarse en grupo, además de la presencia de una discapacidad física o enfermedad mental. A nivel de riesgo familiar están los antecedentes familiares de suicidios o el abuso de alcohol. De todas estas señales son de las que tienen que estar muy pendientes los familiares y el entorno escolar, porque se pueden llevar de la mano.

¿Están ligadas las autolesiones con el suicidio?

Es parecido porque la autolesión te puede llevar al suicidio si no hay una gestión en este tipo de trayectoria. Va a haber un debilitamiento. Es como la tolerancia a las drogas, si te tomas una cerveza y no te termina de hacer nada, luego te haces dos, tres o cuatro. Te costará mucho que te haga efecto el alcohol. Pasa lo mismo cuando al final de curso vas acumulando agobio. La autolesión puede llevar al suicidio y nadie puede percibir la problemática que tiene el paciente y su capacidad de gestionar.

¿Existe una falta de profesionales de la salud en los centros que atiendan estos casos?

El problema de los institutos es que tienen una orientación más psicopedagógica, entonces no es tanto la gente que hay, sino la formación que pueda tener el psicopedagogo en el ambiente escolar. Ellos derivan a un psicólogo clínico externo, una persona que pueda tener más conocimiento y que pueda estar más con una lupa, más eficaz.

¿Por qué se ha cambiado la estrategia a la hora de hablar del suicidio?

Porque se han dado cuenta que a lo mejor favorece más el hecho de concienciar a nivel general, en todos los estratos, para poner una solución más acorde a la problemática que se está viviendo. Generar tabú y alarma ante el peligro de suicidio no ha sido la forma más adecuada. Hay que concienciar a la gente de que es un problema real.

Hay personas destacadas que también han puesto de manifiesto la relevancia de la salud mental. ¿Han sido referentes en este sentido para los jóvenes?

Cualquier tipo de referente que se tenga como ídolo puede ser un aprendizaje vicario por observación, para lo positivo y lo negativo.

¿Existe un perfil de las víctimas?

Un factor concreto es difícil porque se puede ir por muchas dinámicas. Obviamente tiene que tener algún tipo de trastorno que puedan llevar de alguna forma a esta capacidad de gestión. Hay trastornos que pueden llevar más a una autolesión, como el trastorno obsesivo.

¿Dentro de los jóvenes hay edades con una mayor tendencia?

Prácticamente abarca toda la adolescencia, desde el principio. Se trata de abordar todo lo que es el período de la adolescencia, que es crítico y de alguna manera cualquier persona es frágil. 

Respecto al joven parricida de Elche se ha culpado a videojuegos y libros. ¿Qué papel tienen estos elementos en un caso así?

Un interruptor va a generar luz si hay electricidad. Los videojuegos pueden generar un clic si una persona es adicta y tiene un componente de mucha ansiedad. Hace muchos años ya que estamos viendo un poco que la tecnología y la violencia tienen una relación bastante alta. Muchos padres están siendo agredidos por hijos por quitarles los móviles. Esto no es nuevo para nada, es el día a día del juzgado de menores. Pero tiene que haber algo más, algún tipo de componente. Cómo ha relatado todo, cómo se ha comportado como si no fuese él, como si fuese una tercera persona la que lo ha hecho. Es un problema más de personalidad porque al final la adicción a los videojuegos puede generar un impulso hacia una ira, pero si no hay una cierta vulnerabilidad previa no se llega a algo.

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