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La Diputación y el Ayuntamiento desbloquean el convenio del palacio de congresos de Alicante diez meses después del anuncio del proyecto

El Salón Azul del Palacio Consistorial de Alicante acogerá este próximo lunes, 28 de febrero, la firma de Mazón y Barcala del "Protocolo General de Actuación", con la Generalitat Valenciana al margen del proyecto, al menos por ahora

Imagen aérea del entorno elegido para que acoja el futuro palacio de congresos de Alicante informacion.es

Tras diez meses de espera, ya hay fecha para la firma protocolaria del convenio entre el Ayuntamiento de Alicante y la Diputación para la construcción del palacio de congreso en terreno portuario. El próximo lunes, 28 de febrero, el Salón Azul del Ayuntamiento de Alicante acogerá a las 10 horas la validación del "Protocolo general de actuación", un acto que estará protagonizado por el alcalde, Luis Barcala, y el presidente de la institución provincial, Carlos Mazón. La firma del convenio se produce justo diez meses después de que Barcala y Mazón acudieran a la sede la Autoridad Portuaria, presidida por Juan Antonio Gisbert, para registrar un primer documento con las líneas maestras del proyecto, cuya obra no se espera que eche a rodar hasta después de las próximas elecciones municipales, previstas para mayo de 2023.

Fuentes próximas al proyecto aseguran que se ha dilatado la firma del convenio por los farragosos trámites administrativos, al tener que contar con informes técnicos tanto de la Diputación como del Ayuntamiento. Las mismas fuentes aseguran que dar luz verde al protocolo permitirá a ambas administraciones ir de la mano en un proyecto que lleva años prometiéndose en la ciudad de Alicante.

Por ahora, no hay ni rastro de la colaboración de la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante, ambas en manos del PP, con la Generalitat Valenciana, liderada por Ximo Puig, pese a que el mandatario socialista se abrió a participar en la iniciativa siempre que el palacio se tratase de un "hito" para la ciudad de Alicante. La nula sintonía entre los dirigentes del PP y el PSPV, sobre todo entre Mazón y Puig que se disputarán el Palau de la Generalitat en poco más de un año (si no hay adelanto electoral), dificulta la participación del Gobierno valenciano en un proyecto que, a priori, tendrá un coste que rondará los 45 millones de euros. Si finalmente no se cuentan con fondos autonómicos, se espera que dos tercios se financien desde la Diputación y un tercio desde el Ayuntamiento de Alicante.

Hace dos meses y medio, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Alicante dio el primer paso oficial para la construcción en el puerto del futuro palacio de congresos (aunque oficialmente se debe conocer como "Centro de congresos" porque la otra denominación la tiene registrada el Colegio de Médicos para su recinto de la avenida de Dénia), con la aprobación del cambio de usos portuarios o, lo que es lo mismo, modificar la denominación del uso los muelles 7 y 9, en el entorno de Panoramis, elegidos para que pueda encajar el centro que promueven la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante.

Un paso clave pero cuya tramitación administrativa se prevé que se prolongue unos dos años. Falta por resolver, no obstante, el traslado de las dependencias de la Guardia Civil y, por supuesto, contar con el proyecto que realice la Diputación a cuenta de que el edificio acoja las dependencias de Suma, el organismo tributario de la institución provincial.

El Puerto se ha comprometido a reducir al máximo los plazos, pasando de los habituales cuatro años a unos dos años, el tiempo de tramitación de los dos planes que se deben modificar, el plan de usos y servicios, cuya tramitación se aprobó a mediados de diciembre, y el propio plan director del puerto. Por esas fechas, hace dos meses y medio, la Diputación aseguraba que el tema no estaba parado, que se seguía trabajando, y que el camino administrativo era complicado. Los diez meses para firmar un convenio evidencian que los tiempos no son rápidos en estos proyectos. 

La elección de esos muelles para ubicar el gran centro de congresos de Alicante obligará, por otro lado, a desmantelar dos muelles en los que actualmente se mueven graneles y que, en principio, iban a quedar como auxiliares una vez comience a funcionar a principios de 2022 la terminal cerrada en el muelle 17. Esta coyuntura, y el problema de los accesos a la zona para los vehículos particulares y los autobuses que lleven a los congresistas, son también dos escollos a solucionar de cara a la construcción del palacio de congresos de Alicante. Hace casi veinte años que el Puerto planteó ubicar, en la misma zona donde se prevé levantar la infraestructura, un barco-tienda con restaurantes. Iniciativa que se frustró tras hacerse público un estudio de la Cámara de Comercio que advirtió, precisamente, de los problemas de acceso.

En cuanto al inmueble previsto, por ahora sólo se conoce que ocupará el 50% de la superficie de los muelles -de ahí que se haya elegido ocupar dos-, lo que permitirá contar también con muchos espacios complementarios al aire libre, según fuentes próximas al proyecto. El espacio para los congresos será de unos 12.000 metros cuadrados, a los que se sumarán otros 5.000 metros cuadrados para la zona administrativa, donde se ubicarán funcionarios de Suma, y 4.000 metros cuadrados para un gran aparcamiento. Además se urbanizarán otros 10.000 metros cuadrados de espacios exteriores.

Muchos anuncios y ninguna realidad (por ahora)

De construirse finalmente el palacio de congresos de Alicante, acabaría así una historia que en su última etapa comenzó a finales de los años 90 con el anuncio de diferentes ubicaciones como la tercera fase del Meliá (hoy reconvertida en hotel de lujo), las faldas del Benacantil, el barrio de Sangueta, donde en 2007 llegó a presentarse un proyecto del arquitecto Salvador Pérez Royos, y el último tiro al aire, la ubicación en el solar que dejarán de ocupar las Harineras Bufort y Cloquell.

El primer palacio de congresos lo diseñó el arquitecto García Solera, por encargo de la Diputación en 1963. Habría estado emplazado donde hoy está el centro para mayores de la Diputación, cerca de la antigua N-332, cosa que en aquella época tenía sentido porque era la gran entrada a la ciudad de Alicante. A finales de los 80, la Cámara presidida por Eliseo Quintanilla promovió que se construyera en el puerto. El proyecto en las faldas del Benacantil, y después la opción en el barrio de Sangueta, fue con el alcalde Luis Díaz Alperi en el Ayuntamiento de Alicante.

El pleno del Consell rechazó definitivamente en enero de 2016 la posible construcción del palacio de congresos en el barrio de Sangueta, al considerar que se trataba de un proyecto que carecía de "viabilidad". La decisión fue un trámite y daba respuesta a la petición formulada por el Ayuntamiento de Alicante, que desistió. El plan llevaba aparejada una consignación de 50 millones de euros que, una vez anulado el plan por el anterior gobierno del Consell, quedó en nada.

La desestimación del proyecto se produjo después de que el entonces presidente de la Diputación, el popular César Sánchez, anunciara la remodelación del ADDA para "convertirlo en Palacio de Congresos". Las declaraciones de César Sánchez, en Fitur se produjeron tras firmar con el alcalde de la capital, el socialista Gabriel Echávarri, un compromiso de intenciones para trabajar conjuntamente en la promoción del Auditorio Provincial como espacio nacional e internacional de congresos, reuniones y convenciones.

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