Y deshojó la margarita... El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, se ha decantado finalmente por Ana Barceló, síndica del PSPV en las Cortes y exconsellera de Sanidad, como candidata del PSOE a la Alcaldía de Alicante, según han confirmado a este diario fuentes del entorno socialista.

El máximo dirigente del PSPV se ha mantenido firme en su apuesta personal por Barceló, pese a que en los últimos tiempos ganó fuerza en su entorno el nombre de la actual consellera de Innovación, Josefina Bueno, que todo apunta a que será la "número 1" de los socialistas por la provincia de Alicante a las Cortes Valencianas.

Con todo, Barceló ha sido la clara favorita en los últimos meses en el Palau para liderar la candidatura socialista en la ciudad de Alicante, con tal de aprovechar así su experiencia en la gestión municipal (fue ocho años alcaldesa de Sax) y, sobre todo, el mayor conocimiento que puedan tener los ciudadanos alicantinos sobre ella tras ser la consellera de Sanidad durante la pandemia de covid-19, un cargo con una gran exposición mediática. Sin embargo, esa supuesta ventaja, unida a que es la actual presidenta del PSPV, llevó a que se valorase situarla como cabeza de la lista por Alicante a las Cortes para reforzar a Ximo Puig en su intento de revalidar su cargo en el Palau. 

El nombre de Barceló como el de Bueno fueron los protagonistas de una reciente encuesta interna que lanzó el PSPV en pleno proceso para designar al candidato a la Alcaldía en el que preguntaba a los alicantinos por la exconsellera de Sanidad y por la titular de Innovación, incluyendo desde el Palau a otros políticos de perfil dispar en busca de respuestas, como Ana Berenguer,  actual directora general de Análisis y Políticas Públicas de la Generalitat Valenciana; Julián López Milla,  actual presidente de la Autoridad Portuaria, o Miguel Millana, secretario local de los socialistas y recién elegido portavoz municipal, entre otros.

También se preguntó, con otros objetivos, por el exconseller Manuel Alcaraz y por el actual portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido. A su vez, se sondeó sobre el propio Ximo Puig y su rival en la batalla por el Palau, el popular Carlos Mazón.

A ocho meses de las urnas

Al final, Puig ha apostado por Ana Barceló como alcaldable del PSOE en Alicante, con el objetivo de que exprima su experiencia a nivel municipal y sobre todo por ser una cara conocida entre los alicantinos tras su paso por la Conselleria de Sanidad. La decisión se ha tomado a más de ocho meses de las elecciones municipales.

Licenciada en Derecho por la Universitat de València, ejerció como abogada hasta 2002, sólo un año antes de convertirse en alcaldesa de Sax durante dos mandatos. En 2008, alcanzó la Secretaría General del PSPV en la provincia.

En 2011, perdió las elecciones en su pueblo natal. Poco después, renunció a su acta de concejala en Sax para centrarse en las Cortes valencianas, donde llegó a ser presidenta y secretaria general del grupo socialista, síndica adjunta y vicepresidenta segunda de la Cámara autonómica.

En 2018, tras la marcha de Carmen Montón al Ministerio de Sanidad, Barceló se hizo con las riendas de la conselleria que manejaba el mayor presupuesto de la Generalitat, rozando los 8.000 millones este año. Lo que no sabía por entonces Barceló, ni nadie, es que también estaría al frente del departamento que tendría que liderar la batalla nunca imaginada por nadie, la que se libró contra la pandemia. En 2021, fue elegida presidenta del PSPV, en sustitución de la también alicantina Juana Serna.

Hace apenas cuatro meses, tras la crisis de gobierno en el Botànic precipitada por la marcha de Vicent Marzà, Barceló acabó tomando el relevo de Manuel Mata como síndica del PSPV en las Cortes Valencianas. Entonces, su nombre sonó también para situarse al frente de la Conselleria de Innovación, con la idea de ubicarse en Alicante para facilitarle su carrera hacia la Alcaldía de Alicante, en caso de ser la elegida. Finalmente, Bueno fue quien sustituyó a Carolina Pascual.

Reto en mayúsculas

Barceló tendrá que enfrentarse a una empresa nada sencilla, más bien todo lo contrario, como es pelearle la Alcaldía al popular Luis Barcala, que aspira a revalidar por segunda vez mandato. El actual regidor llegó al cargo en 2018, tras el controvertido voto en blanco de la tránsfuga Nerea Belmonte tras la dimisión del socialista Gabriel Echávarri, acosado por los casos judiciales en su contra.

La actual síndica y exconsellera de Sanidad tomará cuatro años después el relevo de Francesc Sanguino como el "elegido" por Puig como alcaldable de Alicante.

Lo que se tendrá que desvelar en los próximos días es si finalmente los sanchistas se lanzan a proponer otro candidato a la Alcaldía de Alicante, que a priori no tendría posibilidades reales de ser elegido en las primarias porque se da por hecho que el sector de Ángel Franco -mayoritario en el socialismo alicantino- apoyaría a Barceló, ligada políticamente al exsenador en su trayectoria política.

Hace menos de una semana, el sector sanchista -minoritario en la agrupación alicantina- levantó la voz en un intento de ser escuchado dentro del PSOE, dejando la puerta abierta a unas primarias en las que se decidiría el alcaldable en Alicante de cara a las elecciones municipales del próximo año.

El sector más opuesto al grupo que controla el exsenador Ángel Franco mantuvo una reunión en la que los participantes coincidieron en señalar que la militancia debe jugar un papel activo a la hora de decidir al aspirante a una Alcaldía que ahora está en manos de Barcala.

Ese paso adelante del sector crítico con Franco, sin embargo, generó grietas internas, ya que un grupo de sanchistas aseguraron días después que en ningún momento cuestionarán al candidato elegido por Ximo Puig, asegurando que la única posibilidad de plantar batalla electoral es "ir todos juntos" y no abrir más crisis internas.