El alcalde de Monóvar, Alejandro García Ferrer, participa en el Foro Municipalismo, organizado por INFORMACIÓN. El primer edil destaca los proyectos que tiene el municipio pendientes y cómo la localidad va centrarse en la promoción turística para dar a conocer Monóvar mucho más. Cuál será el futuro del exconvento de los Capuchinos o la gestión de la pandemia, entre los asuntos relacionados con el ámbito municipal. El primer edil recalca la necesaria implicación de las administraciones superiores para afrontar inversiones importantes en ciudades como Monóvar.

La producción industrial en Monóvar ha estado ligada históricamente al calzado, pero la intención es que lleguen otras empresas a desarrollar su actividad al municipio. ¿La clave es el desarrollo del polígono industrial?

Tenemos un polígono, El Pastoret inaugurado en 1999, que se realizó indicado para la pequeña empresa que había en su día, la del calzado. Eran empresas pequeñas y algunas medianas que necesitaban 500 o 1.000 metros cuadrados como mucho para naves. Pero ahora la demanda es diferente. Hay otras empresas que no son del calzado que necesitan hasta 20.000 metros cuadrados y por eso estamos impulsando, junto a la Generalitat Valenciana con el IVACE, el desarrollo de una zona anexa del actual polígono que nos facilitará otros 80-90.000 metros cuadrados de suelo industrial para satisfacer esa demanda que hay ahora y que se instalen nuevas empresas en Monóvar que, no serán de calzado, porque podrán ser empresas más grandes y necesitan más metros.

¿Así se diversifica la actividad industrial?

Así es, se diversifica la producción industrial de nuestra población porque, a pesar de que el calzado ha sido el sustento de Monóvar, durante muchas décadas, no podemos limitarnos solo a ello. El calzado se produce ahora en muchas partes del mundo por la deslocalización industrial y es por ello que es imprescindible que diversifiquemos y haya nuevas empresas para dar posibilidades de empleo a la población.

El municipio tiene su vista puesta en la Agenda 2030 y, dentro de ella, en impulsar las energías renovables. ¿Las plantas fotovoltaicas son el futuro?

Monóvar es un municipio muy extenso en relación con su población: 152 kilómetros cuadrados para 12.387 habitantes. Es una densidad de población baja, por lo que tenemos mucho terreno. Es lógico que las poblaciones como la nuestra que disponen de bastante superficie puedan aportar más territorio para la instalación de las plantas solares. Pero también es lógico que haya una limitación.

¿A qué se refiere?

Aunque estamos a favor de las plantas solares, creemos que debe haber una limitación en la superficie de cada municipio. Lo propusimos en un foro y al final la Generalitat Valenciana también ha considerado que es mejor esa limitación; ahora mismo del 3% del suelo no urbanizable común. Es decir, 200 hectáreas como mucho de la superficie del municipio. Creo que sería suficiente para Monóvar.

¿Tienen demanda de suelo en este sentido? 

Ha habido muchas empresas que querían venir con un total de 1.400 hectáreas pero nos parecía una exageración. Si limitamos la ocupación a estas 200 hectáreas como mucho habremos contribuido, sobre todo, a la generación de energía renovable y también, como es lógico, a unos mayores ingresos para el municipio vía IBI, etc; y puestos de trabajo mientras se construyen esas plantas.

¿Este tipo de empresas forma parte de esa diversificación de la industria que se pretende?

Efectivamente, es otro tipo de economía que además es imprescindible para el futuro. hay que tener en cuenta que España, a pesar de las horas de sol que tiene, la energía fotovoltaica está un poco en pañales. Necesitamos producir mucha más energía solar para sustituir la producción que hay de energía mediante combustibles fósiles. 

Más allá de la industria, Monóvar quiere darse a conocer turísticamente...

Monóvar tiene una oferta gastronómica muy interesante. La gente conoce Monóvar pero queremos que la conozca mucha más gente. Tenemos unas zonas naturales muy lindas para ir a pasar el día, senderismo, rutas en bicicleta... Pero nos falta infraestructura hotelera. Tenemos casas rurales pero ningún hotel y eso sería muy importante para la ciudad y poder fomentar el turismo de interior. Porque hay ucha gente que prefiere ir al interior y no a la playa y Monóvar va a ser un buen destino en el futuro. Y estamos en el fomento del término municipal.

Entre los reclamos que tendrá la ciudad para que acuden visitantes está el que fuera Convento de los Capuchinos. ¿Cómo avanzan las gestiones para que sea municipal?

El jueves pasado firmamos un convenio con el Obispado por el cual renuncian a su propiedad. Ahora nos falta registrarlo a nombre de Monóvar, que será en las próximas semanas, pero ya podemos decir que la Iglesia del exconvento pasará a propiedad municipal. La idea es convertirlo en un centro cultural y una pequeña parte del convento, la capilla de San José, quedará para el uso litúrgico. Pero la nave central, la más importante, es la que dedicaremos a eventos importantes.

La restauración del Convento será costosa, ¿piensan acudir a otras administraciones para solicitar financiación?

Para que sea un reclamo turístico y pueda usarse, primero necesitamos una restauración a fondo porque el edificio está bastante deteriorado. No se ha invertido en él en las últimas épocas. Vamos a necesitar una inversión importante y para eso recabaremos la ayuda de las administraciones superiores porque son cantidades que el municipio de Monóvar no puede asumir. Pueden ser superiores al millón de euros solo una primera restauración. Vamos a pedir subvenciones de todo tipo para que la Iglesia del exconvento de los Capuchinos recupere el esplendor que tuvo épocas a atrás.

¿Cómo ha afrontado Monóvar la gestión de la crisis sanitaria a nivel municipal?

Ha sido muy duro. Sobre todo el primer año. No sabías qué iba a pasar. Pero hemos trabajado bastante en servicios sociales para que las personas afectadas, las que han perdido el trabajo, tuvieran una ayuda: comida, pago del alquiler... y minimizar el impacto del covid en muchas familias. Y se ha conseguido, no hemos dejado a nadie atrás. Y para ello hemos contado con la ayuda de la Generalitat Valenciana y la Diputación de Alicante.