Las universidades de Alicante y de Elche impulsan prácticas para combatir la España vaciada

Estudiantes del nuevo Erasmus rural desarrollan proyectos de futuro en localidades con menos de 5.000 habitantes. María López y Adrián Colino cuentan su experiencia en Tollos y Benifallim

María López, estudiante de Biología, en Tollos

María López, estudiante de Biología, en Tollos / INFORMACIÓN

Victoria Bueno

Victoria Bueno

Son prácticas Erasmus pero en entornos rurales despoblados, donde los universitarios pueden contribuir a desarrollar proyectos de futuro que contribuyan a dinamizar la España vaciada.

Las universidades de Alicante y Miguel Hernández de Elche se han propuesto impulsar este nuevo programa, que de entrada ha dotado de antemano el Banco Santander y en el que ahora se implica el Gobierno central con el objetivo de “vertebrar el territorio y la economía local”, como señala la convocatoria de Campus rural.

María López, erasmus rural

María López, erasmus rural / INFORMACIÓN

La delegada de la rectora para el Centro de Empleo de la UA, Nuria Grané, ha gestionado ya la primera quincena de prácticas piloto de este tipo gracias a Santander Rural 2021, protagonizadas entre otros por María López y Adrián Colino, estudiantes de Biología.

Becas

Para este curso, el nuevo programa UA: Rural concede 50 becas bimensuales de 2.000 euros cada una, a las que se han presentado hasta doscientos estudiantes, y han concurrido además 69 entidades de municipios con menos de 5.000 habitantes; y otras 14 becas trimestrales de 3.000 euros gracias al nuevo programa Campus rural del Ministerio de Transición Ecológica, para estancias de carácter emprendedor en empresas y entidades ubicadas en entornos rurales de baja densidad de población. De la UA se han presentado hasta 87 alumnos y 35 entidades han sido preseleccionadas, pero se conceden una docena por campus.

María López ha hecho un censo de plantas y animales

María López ha hecho un censo de plantas y animales / INFORMACIÓN

La UMH, como destaca el vicerrector de Estudiantes, José Juan López, también participa de Campus rural que inicia este año su andadura con 1,5 millones de euros, 36 universidades y más de trescientas estancias ya adjudicadas.

En cada universidad, como explica, la docena de estancias se reparten entre el ámbito técnico humanitario y las ciencias sociales y jurídicas, e incluso pueden ampliarse de los tres meses iniciales a cinco. “Se trata de sumar acciones de cara a la España vaciada” al tiempo que el alumnado se forma y obtiene una aportación extracurricular acorde a su titulación. “La UMH no podía quedarse fuera de un proyecto tan interesante”, subraya.

Adrian Colino en Benifallim

Adrian Colino en Benifallim / INFORMACIÓN

La experiencia obtenida por los estudiantes que ya han hecho estas prácticas externas con la UA augura futuro al programa.

Experiencias

María López, en concreto, ha trabajado con la Associació l’Espardenya de Tollos saliendo al campo para estudiar las especies vegetales y animales de la zona, y organizar un censo con el ambicioso proyecto de crear un Jardín Botánico en la localidad, bajo la dirección de su tutor, el sociólogo de la UA Carlos Frau.

De hecho comenta que estudió una zona de fincas privadas y abandonadas donde podría erigirse el Botánico de Tollos.

Aunque vive cerca, en el Valle de Guadalest, confiesa que Tollos no lo conocía y que le ha interesado mucho. “He trabajado con otra alumna de Arquitectura, Andrea, para el diseño del jardín” detalla.

No obstante cunado llegó le impresionó “un pueblecito tan chiquitín, con 25 habitantes”. Creyó que no vería a nadie pero el bar sigue siendo un punto de encuentro.

Adrián Colino en Benifallim

Adrián Colino en Benifallim / INFORMACIÓN

Opina que tres meses limita mucho, pero está más que orgullosa del censo que ha presentado, con gran cantidades de especies endémicas y un ecosistema de animales y plantas que considera importante mantener virgen y poner en valor con un Centro de Interpretación. “Tollos tiene un gran valor histórico y aunque el acceso es complicado al llegar a valle el paisaje es preciso”, afirma.

Empresa

Adrián Colino ha vivido una experiencia similar en Benifallim, en una empresa a pequeña escala pero de gran calidad, Rontonar Aceites, que provee a grandes restaurantes por la biodiversidad de los campos de olivos.

Le llamó poderosamente la atención que el único trabajador de la empresa sea el propio jefe y él se ha dedicado a analizar la biodiversidad de los bancales, para poner en valor el producto como propuesta de trabajo futuro.

“Se propone un modelo agrícola distinto, más productivo, de mayor calidad y con menos gasto a medio plazo”. Tras su experiencia apunta que incluso lo ve como un plan b factible a nivel laboral, cerca de su casa, en Alcoy.