El verano llega en abril para quedarse hasta septiembre en Alicante

Jorge Olcina: "Este año la temporada cálida ha empezado muy temprano aunque la semana próxima no será tan calurosa"

Temperaturas de julio en abril en la provincia de Alicante de cara al fin de semana

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Pérez Gil

Pérez Gil

"Entramos en la provincia de Alicante en lo que podríamos decir modo verano porque ya va a ser muy difícil que lleguen masas de aire frío hasta otoño". Así lo ha indicado esta miércoles Jorge Olcina Cantoscatedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y director del Laboratorio de Climatología.

En mayo podrían producirse situaciones de inestabilidad con tormentas pero de momento, a corto plazo, persiste la estabilidad que propicia las altas temperaturas. "Aunque no hará tanto calor la semana próxima, seguimos con ambiente muy cálido y con temperaturas muy por encima de lo que debería ser normal para finales de abril y para comienzos de mayo. Yo no hablaría aún de verano pero sí de que la temporada cálida ha empezado este año muy temprano", ha precisado Olcina.

Respecto al próximo verano comenta que no hay todavía modelos claros y fijos porque dependen mucho de lo que pase con el fenómeno del Niño, que ocurre en el Pacífico y altera toda la atmósfera mundial. "Sí se produjera un fenómeno intenso del Niño entonces sí que habría que esperar un verano bastante cálido. En caso contrario, y en principio todo apunta a ello, será caluroso pero no llegará a los niveles excepcionales del año pasado. De todos modos -puntualiza Jorge Olcina- a partir de ahora tenemos que acostumbrarnos a esta situación porque ya no vamos a tener veranos frescos, por así decirlo, y van a ser más o menos calurosos y con más o menos olas de calor".

Entre el jueves y el sábado, que serán los tres días más cálidos en la provincia de Alicante, se esperan temperaturas de 35 y 36 grados en las comarcas del interior, especialmente en el Alto y Medio Vinalopó, mientras que en la costa la brisa rebajará las temperaturas máximas a 28 y 29 grados. "No obstante con un porcentaje de humedad del 60% que se espera la sensación térmica alcanzará los 32 y 33 grados", ha adelantado el director del Laboratorio de Climatología de la UA.

En definitiva, temperaturas más propias del comienzo de julio que de finales de abril en la provincia de Alicante.

Con mangas cortas y al amparo de las sombras en las calles de Elda.

Con mangas cortas y al amparo de las sombras en las calles de Elda. / Áxel Álvarez

Son episodios que cada vez van a ser más habituales como consecuencia del cambio climático. En este sentido el experto considera que estamos viviendo las primeras evidencias del proceso de calentamiento y progresivamente el clima de Alicante va a resultar menos confortable desde el punto de vista térmico.

En los últimos años se está constatando que la temporada cálida del año se prolonga cada vez más. Está comenzando a finales de mayo y concluyendo a finales de septiembre o principios de octubre. "Estas temperaturas de abril han sido ciertamente excepcionales pero la sociedad debe ir asimilando que nuestro clima ya no va a ser el mismo que era hace 30 o 40 años. Y esto ya va a ser una tendencia para los próximos años y décadas. Pero desgraciadamente la situación va a ir incluso a más porque no conseguimos frenar las emisiones ni el proceso de calentamiento y, por tanto, las condiciones no son desde luego las más óptimas para que se normalice el clima", advierte el catedrático de la UA.

Para paliar esta situación, "que va a ser coyuntural y se prolongará durante tres días", los consejos que han de seguirse son los mismos que durante el verano: hidratarse mucho, evitar la exposición directa al sol y la actividad física en las horas centrales del día y usar protección solar. Y de cara al futuro las ciudades tienen que tener mucho más arbolado y zonas de sombra así como fuentes de agua en plazas y parques.

La previsión de Aemet para este sábado en la provincia de Alicante.

La previsión de Aemet para este sábado en la provincia de Alicante. / AEMET

El verano se alarga en España

Los días de verano en las principales ciudades españolas han pasado de 90 a 145 en los últimos 50 años, según un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) publicado por Efe, que constata que las olas de calor diurnas se han multiplicado casi por siete y las nocturnas casi por once en las últimas décadas.

El estudio, elaborado por el Centro de Política de Suelo y Valoraciones (CPSV) de la UPC, se ha presentado este martes en la asamblea general del European Geoscience Union (EGU), en Viena.

Según la investigación, en las principales ciudades de España el incremento medio de las temperaturas ha subido 3,54 °C entre 1971 y 2022, una de las anomalías climáticas más acusadas del mundo.

Además de un incremento de dos meses de días cálidos, las noches tropicales han aumentado en 18 y han pasado de una media de 45 a 63 desde 1971, según el estudio, que recuerda que 2022 fue el segundo año más cálido registrado en Europa, con 0,9 °C más de media, y que en muchos países del suroeste de Europa, fue el año más cálido.

Según los investigadores, las mayores anomalías de temperatura tuvieron lugar en el noreste de Escandinavia y en los países que bordean el noroeste del mar Mediterráneo, aunque la temperatura media del Mediterráneo tiene un mayor aumento que la media global y es un factor clave para explicar el aumento de las temperaturas en España.

El Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la UPC, vinculado a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), ha analizado el proceso de calentamiento en las principales áreas urbanas españolas desde 1971 hasta 2022 analizando datos de 21 estaciones meteorológicas de toda España.

En concreto ha estudiado Barcelona (con datos de las estaciones meteorológicas del Observatorio Fabra y del aeropuerto del Prat), Madrid (parque del Retiro y aeropuerto), Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Bilbao, Valladolid, Ciudad Real, Badajoz, Asturias, La Coruña, Ourense, Murcia, Logroño, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.

El estudio, que remarca el peligro para la salud que suponen las olas de calor, recuerda que en el verano de 2022 hubo en España 22.249 muertes adicionales respecto a la mortalidad esperada, de las que al menos 4.732 se debieron a las elevadas temperaturas.

El estudio concluye que el incremento medio de las temperaturas en las principales ciudades de la España peninsular ha subido 3,54 °C con respecto a las máximas, 2,73 °C en el caso de las mínimas, y que el año 2022 ha sido el año más cálido desde que se tienen registros.

Aumentan las olas de calor

El estudio también presenta las olas de calor diurnas (Diurnal HeatWaves, DHW) y nocturnas (Night HeatWaves, NHW) registradas en las ciudades estudiadas, considerando ola de calor cuando hay tres o más días con temperaturas superiores al percentil 95% de los meses de julio y agosto, y ha constatado que el aumento de las oleadas de calor diurnas y nocturnas es constante.

Las olas de calor diurnas han pasado de tres, como media anual en el conjunto de las estaciones estudiadas en la década 1971-1980, a 9,4 en el período 1981-1990; a 8,8 en el de 1991-2000; a 13,7 en el de 2001-2010; a 15,8 en el de 2011-2020, y a 21,9 en la década 2013-2022.

En cuanto a las olas de calor nocturno han pasado de 2,7 en la década 1971-1980, a 6,8 (1981-1990); a 8,8 (1991-2000); a 20,7 (2001-2010); a 25,7 (2011-2020), y a 30 en la década 2013-2022.