Cuando dormir se convierte en una pesadilla

El incremento de los cuadros ansioso-depresivos desde la crisis sanitaria por el covid-19 se traduce en un descanso de mala calidad. Pese a que lo peor de la pandemia ha pasado, el insomnio ligado a problemas psicológicos, además de los económicos, se cronifica entre los alicantinos. Consultas de Atención Primaria y unidades del sueño de los hospitales están recibiendo, según los especialistas, un 25% más de pacientes con trastornos para dormir y ansiedad.

Los médicos de cabecera son los que atienden en un primer momento el insomnio relacionado con estrés o de origen ansioso para su tratamiento. Cuando se desborda la patología o es muy severa, el paciente es derivado al especialista y de ahí a Salud Mental para atajar la causa que impide dormir. Salud Mental suele pedir una valoración a las unidades del sueño de los hospitales, a las que también llegan cada vez más niños y adolescentes con terrores nocturnos.

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En 2022 el 61% de las consultas a las unidades del sueño que hay en los departamentos de salud del sistema sanitario público de la Comunidad se atendieron en la provincia (36.400 de un 59.500 en todo el territorio). En la misma línea, el 60% de pacientes que llegaron al sistema hospitalario por problemas de sueño lo hicieron desde localidades alicantinas.

Agudo y crónico

En la provincia de Alicante se duerme peor que en el resto de la Comunidad. Los profesionales coinciden en que la inestabilidad en un territorio con altos niveles de temporalidad y bajos salarios causa episodios de estrés que llevan al insomnio agudo, que sufre también gran parte de la población con el cambio de hora y los trabajadores que tienen distintos turnos de trabajo. El insomnio crónico es el que dura más de un mes con una frecuencia diaria.

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"Cada vez se descubren más trastornos del sueño, la gente consulta más y también Atención Primaria envía a más pacientes", afirma el doctor Eusebi Chiner, jefe de servicio de Neumología en el Hospital de Sant Joan y de la Unidad Multidisciplinar del Sueño, que abunda en que los pacientes van aumentando progresivamente desde la pandemia, cuando se dispararon los problemas de sueño.

"Cada vez se descubren más trastornos del sueño, la gente consulta más y también Atención Primaria envía a más pacientes"

Doctor Eusebi Chiner

— Jefe de servicio de Neumología en el Hospital de Sant Joan y de la Unidad Multidisciplinar del Sueño

"Al menos un 20% de la población sufre ansiedad y el insomnio es el trastorno de sueño más frecuente pero el menos consultado con el especialista. El propio covid-19 también causó muchos problemas de sueño por la alteración de las ondas cerebrales que lo controlan durante su fase aguda, y en la crónica en aquellos pacientes con covid persistente es uno de los síntomas más frecuentes junto a la cefalea, el cansancio y el dolor muscular. Y lo que han aumentado mucho son los problemas de sueño por ansiedad en las consultas de Primaria que nos remiten a los hospitales por trastornos más complejos", prosigue Chiner.

"El propio covid-19 también causó muchos problemas de sueño por alteración de las ondas cerebrales que lo controlan durante su fase aguda, y en la crónica en pacientes con covid persistente es uno de los síntomas más frecuentes"

Doctor Eusebi Chiner

— Jefe de servicio de Neumología en el Hospital de Sant Joan y de la Unidad Multidisciplinar del Sueño

Teresa Canet, responsable de la Unidad del Sueño del Servicio de Neurofisiología del Hospital General de Alicante, apunta que, respecto a los pacientes que reciben con insomnio, estos suelen padecerlo de forma crónica, ya han realizado algún intento terapéutico tanto su médico de Primaria o especialistas con resolución no satisfactoria y son remitidos a las unidades del sueño para valorar otras posibilidades terapéuticas o patologías del sueño.

Entre ellas destaca la patología de piernas inquietas, que muchas veces es sufrida por el paciente con incapacidad para iniciar el sueño. También se considera como insomnio y no es tal el retraso de fase. El paciente suele tener su ritmo biológico del sueño retrasado y lo inicia muy tarde. Un 30% de la población en general sufre insomnio y un tercio llegan a las unidades del sueño. La doctora destaca que son pacientes con un abordaje complejo.

También hay patologías que se ven agravadas por el estrés como es la parálisis del sueño, que sufre un 20% de la población. Son personas que al despertar tienen la cabeza activa pero no pueden mover el cuerpo, apenas los ojos y emitir algún sonido.

"Son pacientes que ya han realizado algún intento terapéutico tanto su médico de Primaria o especialistas con resolución no satisfactoria y son remitidos a las unidades del sueño para valorar otras posibilidades"

Doctora Teresa Canet

— Responsable de la Unidad del Sueño del Servicio de Neurofisiología del Hospital General de Alicante

A las unidades del sueño hospitalarias llegan cada vez más niños, adolescentes y menores de 30 años con percepción de sueño de mala calidad, fraccionado, con muchas pesadillas, en el contexto de la ansiedad y el insomnio, "que deben hacernos reflexionar, en la sociedad en que vivimos, entre otras, en la posibilidad de que estén sometidos a bullying a atender por las Unidades de Salud Mental", apunta la doctora Canet.

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Atención Primaria

Atención Primaria intenta filtrar al máximo el número de pacientes en este nivel asistencial para no sobrecargar el sistema hospitalario pero tampoco pueden atender al paciente como sería deseable por lo cargadas que tienen las agendas.

"Ahora mismo lo que es muy frecuente en Primaria son los síntomas psicosomáticos y la comorbilidad. Pacientes con insomnio, que dicen que les duele la cabeza o el estómago, con ardores, es decir, tres o cuatro motivos de consulta, que lo que tienen es ansiedad. Hay que atenderles con tiempo para una anamnesis (proceso de la exploración clínica) y una escucha activa para salir de la parte física e irnos al plano emocional", señala Mari Ángeles Medina, presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria.

"Son muy frecuente en Primaria los síntomas psicosomáticos y la comorbilidad. Pacientes con insomnio, que dicen que les duele la cabeza o el estómago, con ardores, es decir, tres o cuatro motivos de consulta, que lo que tienen es ansiedad"

Doctora Mari Ángeles Medina

— Presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria

En este sentido, señala que dedicarles tiempo es la mejor herramienta que puede tener la Medicina de Familia para atender a la persona de forma integral. "Cuando tenemos prisa porque hay 60 pacientes por día y te llega una persona manifestando síntomas de esas características, le derivas, pides pruebas y encarece el sistema".

Pastillas para dormir

Medina señala que no se pueden medicalizar las cosas de la vida y que preguntar al paciente qué le pasa le reporta un mayor beneficio que darle pastillas para dormir. "Si no, va a tener dos problemas. El que ya sufría y la dependencia a la benzodiazepina". Medina recuerda que Sanidad ha cifrado en un 25% el aumento de la demanda de pacientes que en gran parte se debe a la salud mental.

"No se pueden medicalizar las cosas de la vida. Si no, el paciente va a tener dos problemas. El que ya sufría y la dependencia a la benzodiazepina"

Doctora Mari Ángeles Medina

— Presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar

Las unidades hospitalarias especializadas también tratan ahora a más niños y adolescentes con terrores nocturnos, eneuresis (micción involuntaria mientras se duerme a una edad en la que se espera que el niño ya no se orine durante la noche) y síndromes que pueden predisponer a la apnea. Porque no solo es insomnio: hay más de 80 patologías ligadas al sueño.

No obstante, la apnea suele afectar más a los adultos. La obstructiva es una de las que más ha crecido y es peligrosa. Consiste en hacer pausas de respiración por la noche y se asocia mucho con el ronquido. Puede provocar microdespertares del cerebro, hasta 40 en una hora, lo que impide entrar en la fase profunda del sueño. En la provincia hay unas 30.000 personas que tienen que dormir con una especie de respirador por este motivo.

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Este es el caso de David Bernal, trabajador del Hospital de Sant Joan a la vez que paciente, que lleva siete años usando este aparato cada noche. "Descubrí el trastorno porque mi actividad en el día era menor, tenía somnolencia, me faltaba energía y mi mujer me tenía que despertar. Te da un flujo constante durante la noche, evita apneas y ronquidos, y enfermedades en un futuro como ictus y patologías cardiovasculares, además de regular la tensión".

"Te da un flujo constante durante la noche, evita apneas y ronquidos, y enfermedades en un futuro como ictus y patologías endovasculares, además de regular la tensión"

David Bernal

— Trabajador del Hospital de Sant Joan y paciente que duerme con un aparato por la apnea

Este hospital tiene pacientes que llevan 28 años durmiendo con esta máquina desde que en 1995 el departamento de salud de Sant Joan empezó a hacer estudios de sueño. Su unidad atiende a unas 4.000 personas, y al año llegan entre 600 y 800 pacientes nuevos adultos y unos 150 niños y adolescentes.

Enfermedad neurodegenerativa

El trastorno de conducta del sueño REM es otro comportamiento anómalo al alza. Se agrava a partir de los 50 años, con personas que escenifican su sueño y llegan a agredir y dar patadas. Ha aumentado mucho en los últimos años pues se ven más casos por el envejecimiento de la población, afirma la responsable de la Unidad del Sueño del Servicio de Neurofisiología del Hospital General Universitario Doctor Balmis.

"Son sueños de lucha y persecución. Va ligado a la edad y a veces tiene que ver con enfermedades neurodegenerativas porque en general cualquier alteración del sueño debe considerarse como una 'bombilla' de un problema subyacente"

También es incapacitante la narcolepsia, que afecta a personas que se duermen durante el día.

Cruz Roja también alerta de la normalización de la ansiedad o el insomnio frente al cuidado de la salud mental cuando se cumplen 3 años de la puesta en marcha del servicio de apoyo psicosocial Te Escucha, que ha evolucionado especialmente desde la atención al duelo vinculado a la pandemia a los problemas de ansiedad o bajo estado de ánimo de la vida cotidiana, con especial incidencia en los más jóvenes. Así, las llamadas de menores de edad progresivamente va en aumento y son ya el 9%, y el de menores de 30 años constituyen un 20%.