La DANA pasó de largo para el campo alicantino, con lluvias escasas que apenas alivian los cultivos

Una gota fría con doble rasero. Los agricultores tenían la mirada puesta en la DANA por dos cuestiones. La primera, la posibilidad de que un temporal exacerbado pudiese generar todavía más contratiempos al sector agrícola. En cambio, la segunda posibilidad, donde posaban todas sus esperanzas los trabajadores del campo, consistía en que la llegada de lluvias prolongadas pudiese ayudar a unas cosechas que han vivido de primera mano las consecuencias de la sequía.

Las playas de la provincia sufren los efectos de la DANA

Y teniendo en cuenta que finalmente no hubo un temporal torrencial y peligroso para las cosechas, los campos alicantinos recibieron con buena cara las precipitaciones del pasado fin de semana. Sin embargo, pese a que las ilusiones estaban puestas en el agua de lluvia tras un año muy seco, el resultado de una DANA con más viento que precipitaciones no convence a unos agricultores que cada vez se ven más presionados por la escasez de agua para el regadío de sus cultivos.

Las precipitaciones rondaron los 30 litros por metro cuadrado en gran parte de la provincia, siendo más intensas en toda el área limítrofe entre el norte de l'Alacantí y el sur de la Foia de Castalla. Así, los valores máximos se regitraron en la partida de Bugaia, en Xixona, con una incidencia de 70,1 litros.

Atrás quedan temporales como el vivido en el mes de septiembre de 2019, donde Alicante y en particular la Vega Baja, junto con otras provincias del sureste peninsular, sufrieron el fenómeno de la gota fría con hasta 600 litros por metro cuadrado inundando varias comarcas alicantinas, y dejando perjuicios con costes superiores a los 2.270 millones de euros.

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante, representada por su presidente José Vicente Andreu, considera que el fenómeno meteorológico presenciando en Alicante "no puede denominarse DANA". En este sentido, Andreu cataloga esta racha de tiempo como "una lluvia buena, pero algo corta", puesto que "solo han caído unos 25 litros por metro cuadrado, una cifra que no se puede considerar riego completo, pero que ha ayudado a que los árboles se hayan lavado".

La DANA deja hasta 71 litros por metro cuadrado en la provincia de Alicante

Una vez dicho esto, y entendiendo que los campos alicantinos no han sufrido ningún riesgo como consecuencia de la gota fría del pasado fin de semana, Asaja cree que la ayuda generada por las lluvias "no es suficiente" y que "hubiese sido necesario un poco más de continuidad de dichas precipitaciones" para poder estar hablando de algo verdaderamente beneficioso.

Los resultados de la lluvia se pueden ver en cultivos como el de Roque Bru, agricultor del Camp d'Elx y actual presidente de Riegos de Levante. En su zona cayeron unos 25 litros por metro cuadrado, algo que, subraya, "sirvió para aliviar la situación y para bajar el consumo del agua, pero solo durante un par de días porque la tierra estaba muy seca y deteriorada". Los mayores beneficios, según explica el agricultor, han sido principalmente para la granada mollar de Elche, "aunque es algo que todos los cultivos han acabado agradeciendo".

Gestión hídrica

Una de las misiones que tienen los agricultores en estos procesos de precipitaciones torrenciales, fruto del cambio climático, consiste en intentar conseguir un mecanismo que permita un mayor aprovechamiento hídrico de las lluvias. Puesto que estos episodios pluviales son cada vez más frecuentes, lo que genera una gran cantidad de agua desaprovechada, el eurodiputado alicantino Domènec Ruiz Devesa ha acudido a la Comisión Europea para trasladar la "necesidad de desarrollar sistemas de aprovechamiento de la enorme cantidad de agua pluvial precipitada durante estos episodios", y que tanto escasea el resto del año en la provincia.

La DANA no ha logrado aumentar aún los embalses, que caen al 37% de su capacidad

A estas peticiones, el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, argumenta que la propia Comisión Europea anima a los Estados miembros a que estudien "medidas que puedan contribuir a la eficiencia hídrica o a reducir el riesgo de inundación, caso por caso y siempre que se garantice el cumplimiento, ya que el agua embalsada también se retira de las masas de agua adyacentes y de sus ecosistemas". En este sentido, subraya que la recogida de aguas pluviales "puede financiarse con cargo a fondos de la UE, siempre que el Estado miembro incluya este tipo de inversión en los documentos de programación pertinentes y se garantice el cumplimiento del acervo".

La financiación con cargo a Horizonte 2020 se utiliza, entre otras cosas, para evaluar la creación de pequeños embalses a fin de hacer frente al exceso y la escasez de agua, así como las soluciones basadas en la naturaleza en relación con los fenómenos hidrometeorológicos, soluciones que pueden aportar múltiples beneficios, además de la reducción del riesgo de inundación. Todo esto, registrado en las misiones que tiene la propia Unión Europea para una gestión hídrica eficiente.

Además, el Fondo de Solidaridad está al alcance de todos los países dentro de la UE. El Fondo podría aportar una contribución financiera para cubrir las operaciones esenciales y urgentes en caso de catástrofe natural regional, siempre y cuando se produzcan daños directos superiores al 1,5 % del producto interior bruto (PIB) de dicha región.

Partes de siniestro

No obstante, y a pesar de los reducidos beneficios que hayan podido causar estas leves pero correosas lluvias, el sistema nacional de seguros agrarios Agroseguro recuerda que los daños registrados en producciones agrícolas o pecuarias a causa de la DANA sufrida durante el pasado fin de semana están cubiertos por el sistema español de Seguros Agrarios Combinados.

Los partes de siniestro comenzarán a recibirse una vez que los agricultores y ganaderos asegurados accedan a sus explotaciones y constaten los perjuicios provocados por las tormentas. Por ello, y con el fin de agilizar los trabajos de peritación, Agroseguro anuncia que es conveniente que se remitan tan pronto como sea posible.