Un otoño caluroso congela las ventas de prendas de abrigo en Alicante

Los comerciantes de los pequeños establecimientos de ropa estiman que esta temporada se está despachando un 40% menos que el año pasado en la misma fecha

Algunas tiendas han optado por alargar las rebajas hasta octubre para dar salida al género de verano

Lola, de la tienda de ropa Caramba coloca los abrigos en su tienda.

Lola, de la tienda de ropa Caramba coloca los abrigos en su tienda. / Pilar Cortés

La ropa de verano se resiste a salir de las tiendas de Alicante y es que, con las máximas de más de 25 grados de estos días cualquiera piensa en ponerse una manga larga, un abrigo o enfundarse una bufanda.

Los comerciantes aseguran que las ventas de prendas de abrigo están "paralizadas", puesto que con las altas temperaturas de este octubre los alicantinos todavía no piensan en renovar las chaquetas, sino en comprar camisetas de manga corta y vestidos para sobrellevar este veroño, como dice La Vecina Rubia. Además, coinciden en una disminución de las ventas en torno a un 40% con respecto a la temporada pasada en la misma fecha.

El presidente de la Asociación de Comerciantes Corazón de Alicante y propietario de una tienda de moda masculina, Vicente Armengol, comparte la situación, pero recuerda que "el comercio en Alicante tiene una economía circular y que tú no vendas un suéter no significa que el de al lado no ponga cinco cafés, porque sí que lo hace".

En esta línea, el representante espera que el tiempo "dé la vuelta" para poder sacar el stock de invierno. "La venta en los comercios está a ralentí", ratifica a la vez que añade que no solo el tiempo ha afectado a la congelación de ventas, sino que también "la economía de las familias está mermada con la inflación y la gente compra lo justo y necesario".

En este sentido, es cierto que en los últimos días, especialmente este fin de semana, el termómetro ya ha descendido. Pero está previsto que vuelva a remontar de cara a las próximas jornadas.

Rebajas

Armengol afirma que "ahora le estamos dando salida a la ropa de verano que no ha podido venderse por las obras". Los trabajos en el eje Marva-Soto-Gadea han afectado en gran medida al pequeño comercio, algunos incluso han visto amenazada su continuidad. "No ha habido una buena campaña de rebajas y si la estamos estirando esoque nos llevamos", confiesa.

María José, dueña de la boutique María José Miralles coincide con el presidente de la asociación en que ella también ha tenido que alargar las rebajas "más de lo normal" y revela que "se hubiesen quitado en septiembre". En este sentido, Miralles indica que "no podemos quitar la ropa de verano porque hay turistas y gente de Alicante que lo compra". La comerciante es optimista y asegura que "cuando una campaña hace mal tiempo se recupera a la siguiente" y admite que "si las temperaturas cambian, nosotros tendremos que cambiar las campañas".

Una dependienta de la boutique María José Miralles con un abrigo de temporada.

Una dependienta de la boutique María José Miralles con un abrigo de temporada. / Pilar Cortés

"Ya vendré"

Luisa, dependienta de Miss Gray ha notado un bajón con respecto a la temporada pasada: "Se nota muchísimo que la gente aún no compra ropa de invierno. Le da pereza probarse y dice <<ya me lo compraré>>. Los clientes siguen buscando ropa de verano, pero aquí lo hemos quitado todo. En otras temporadas como la pasada ya se compraba ropa de invierno", recuerda.

Las tiendas de zapatos se encuentran en la misma situación. Los alicantinos todavía no dicen adiós a las sandalias para saludar a las botas. Isa, dependienta de Rebeca Shoes confirma que "lo que más estamos vendiendo ahora es verano, pero es cierto que hay gente extranjera que si está comprando de invierno. La gente de aquí no acabamos de mentalizarnos de que llega el invierno".

En la misma línea habla Claudia, de MM Shoes: "La gente viene y se prueba, pero siempre dice, <<ya vendré, ya vendré>>. El público que está comprando botas es la gente que viene de Madrid, pero la gente de Alicante no está comprando".

Fini, de la tienda La,li,lu ratifica de nuevo la teoría del "ya vendré": "Siempre hay alguna clienta caprichosa que sí se lo lleva, pero de normal dicen ya me pasaré... Noto que voy más floja que el año pasado en la venta de ropa de invierno" y añade que "también hay gente que se espera al black friday que es cuando empezará el frío".

"Hay alguna clienta caprichosa que sí se lo lleva, pero de normal dicen ya me pasaré"

Fina

— Propietaria

Por su parte, Amparo Mira de la tienda Tendencias explica que "las ventas en septiembre estaban paradas y en octubre está igual... a mí me salva mi clienta asidua la que viene y aunque no haga calor y se llevan las cosas porque son bonitas", además indica que "como solo traigo unidad por talla entonces una vez se venda ya no hay más, eso las clientas de siempre lo saben".

Para Lola, de la tienda de ropa Caramba, la venta está parada por "muchos motivos", ya que asegura que "el clima influye, pero estamos teniendo muy mal turismo en septiembre y octubre. El modelo turístico de Alicante para el pequeño comercio deja que desear, aquí se monta comercio en pos del turista, pero el que viene no tiene poder adquisitivo o al menos no se nota que lo tiene".

Lola atiende a dos clientas en su tienda.

Lola atiende a dos clientas en su tienda. / Pilar Cortés

La propietaria replica que "tenemos dos cruceros en la ciudad y a las tiendas no entra nadie. El año pasado en esta fecha había hecho media campaña de invierno, porque se empieza en agosto. Con el bono fue mejor el año pasado. El sábado aquí hubo un mercado de otoño y la gente se dedicó a sacar batas de playa en vez de potenciar tu campaña de invierno".

Escaparates

Por otro lado, los escaparates de los pequeños establecimientos de ropa, sí que se han visto obligados a adoptar la ropa de temporada, aunque algunos mantienen una de las cristaleras con la ya cada vez menos usada ropa de entretiempo. "Es una de las formas que tenemos de darle salida o al menos que esté visible y que sepan qué se va a llevar para estos próximos meses de frío", dicen los comerciantes. 

Estas tiendas se ven empujadas a hacer este cambio de ropa en los maniquíes por las grandes superficies, que desde finales de agosto ya van pregonando en sus escaparates el inicio de una nueva temporada de otoño-invierno. "No nos podemos comparar con las grandes multinacionales porque ellas llevan un ritmo distinto al nuestro de ventas y de todo", concluyen.