La plaza de Gabriel Miró en Alicante, un icono en horas bajas

Uno de los espacios más emblemáticos de toda la ciudad acumula desperfectos y daños en el mobiliario urbano desde hace meses

Una de las jardineras deterioradas en la plaza de Gabriel Miró.

Una de las jardineras deterioradas en la plaza de Gabriel Miró. / Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

 La plaza de Gabriel Miró, en Alicante, no solo es una de las más famosas de la ciudad por sus elementos patrimoniales, su longeva vegetación o la fuente central que reina en la zona, ahora también lo es por su estado de abandono.

Desde hace meses, la falta de mantenimiento y los sucesivos actos vandálicos que se han producido en este conocido espacio del Centro de Alicante, han convertido el área en una acumulación de desperfectos. Mire uno hacia donde mire siempre hay una jardinera rota, un muro agrietado, un adoquín rebelde o un problema de riego.

Más daños en la céntrica plaza alicantina.

Más daños en la céntrica plaza alicantina. / Jose Navarro

Diferentes elementos dañados que han empobrecido la imagen de uno de los lugares más emblemáticos de la capital de la provincia, poniendo de manifiesto su necesidad de ser rehabilitada, una reclamación constante de los vecinos que residen en el entorno de la plaza.

Patrimonio

En cuanto a los elementos más destacados de este céntrico espacio alicantino, Gabriel Miró cuenta con determinadas piezas, como las jardineras y otros elementos arquitectónicos, que fueron diseñadas en las décadas de 1920 y 1930 por el arquitecto Juan Vidal.

La plaza también puede presumir de albergar el ficus más grande del país, con una copa de hasta 25 metros de diámetro y siete pisos de altura.

Además, es el hogar de «La Aguadora» (también llamada «La moza del cántaro»), obra del escultor alicantino Vicente Bañuls, autor también de la conocida Fuente de Levante, en la plaza de los Luceros.