Las inversiones en Alicante van por barrios: de los 300 euros por vecino en el Centro a solo 11 en Juan XXIII

Los futuros proyectos de las cuentas del PP se centran en las zonas de mayor renta

Las obras deportivas inflan la cifra en áreas como San Blas, con 400 euros por habitante, o Tómbola, que se dispara a más de 700

El fondo de saco de la Explanada, visto desde el aire la semana de Nochevieja.

El fondo de saco de la Explanada, visto desde el aire la semana de Nochevieja. / Alex Domínguez

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Las cuentas presentadas por el Partido Popular en Alicante, que Barcala pretende aprobar en los próximos días, incluyen un total de 46 millones destinados a inversiones para este año 2024. Un montante a repartir entre cerca de setenta proyectos en el que se incluyen nuevas infraestructuras, cambios urbanos o reparaciones de edificios ya existentes. Sin embargo, dentro de estas inversiones territorializadas, no en todos los barrios se proyectan las mismas actuaciones ni se destina el mismo presupuesto. Mientras que en zonas como el Centro o Playa de San Juan (dos de los barrios con la renta media más alta de la ciudad) se invierten entre 170 y 300 euros por habitante, otros distritos como Virgen del Remedio o Juan XXIII, donde se acumulan las demandas vecinales para mejorar sus calles, deben conformarse con entre 11 y 24 euros por ciudadano.

En el Centro Tradicional y el Casco Antiguo de Alicante viven, según los últimos datos de la Diputación de Alicante (2023) viven 8.349 personas que, en el próximo año, verán obras como el final definitivo de la reurbanización del eje Soto-Gadea-Marvá (2,3 millones en 2024)o o la reforma de los aseos del Mercado Central (70.000 euros). Un gasto total de más de 2,5 millones. En Juan XXIII, en cambio, pese a contar igualmente con unos 8.000 residentes, el único proyecto contemplado para el próximo año es el acondicionamiento del Colegio de Educación Infantil y Primaria Santísima Faz, de 88.700 euros.

En la zona de Playa de San Juan, la más poblada de la ciudad con 26.725 personas, está previsto que se ejecute la tercera fase de la remodelación de la avenida de Niza (cerca de 940.000 euros) así como la remodelación de la comisaría de Policía Local, con más de 3 millones asignados de presupuesto.

En total, 171 euros por ciudadano que contrastan con los 24 que está previsto que reciban las más de 16.000 personas que viven en Virgen del Remedio, donde el único proyecto contemplado por el ejecutivo municipal para este año es la reforma del edificio de los antiguos cines Aba6, por un importe de 390.000 euros.

Para poder llevar a cabo todos estos proyectos, el Ayuntamiento recurrirá a un tercer préstamo bancario de 45 millones de euros, pese a que cuenta con otros dos créditos en vigor de los que todavía no ha empleado ni un solo euro. Algo que el interventor municipal ya afeó al equipo de gobierno en su informe sobre el borrador de cuentas, al asegurar que era innecesario endeudar al Ayuntamiento dada la situación económica municipal.

Otros de los grandes proyectos contemplados en el documento planteado por el Partido Popular son la ampliación del Cementerio Municipal (5 millones), el futuro parque inundable de La Almadraba (2,8 millones) o inversiones en los polígonos de Atalayas y El Pla de la Vallonga (677.000 euros).

Obras sin concretar

Fuera de estos barrios que acaparan el grueso de las inversiones, hay numerosas zonas de Alicante como Altozano, Los Ángeles o Carolinas que no cuentan con inversiones concretas. No obstante, para mejorar este reparto, Barcala cuenta con una serie de inversiones «genéricas», que no aparecen detalladas dentro del presupuesto y que deberán concretarse durante los próximos años.

Es el caso de partidas como la destinada a «Edificios y otras construcciones», con más de 2,6 millones, u «otras infraestructuras destinadas al uso general», con casi 700.000 euros, enmarcada dentro del bloque de pavimentación de vías públicas. En este apartado también se incluye una partida para «Inversiones en distritos municipales», a la que se espera destinar un total de más de 2,3 millones de euros.

Salvados por el deporte

Pese a las obras de renovación urbana anunciadas por el gobierno local, buena parte de los nuevos proyectos se concentra en infraestructuras deportivas. Instalaciones que, si bien se atribuyen a los barrios donde están ubicadas, prestan servicio a clubes y deportistas de numerosos puntos de la ciudad.

En San Blas, donde coinciden tanto pabellones como pistas polideportivas al aire libre, la mejora de estas instalaciones ha disparado el gasto hasta los 400 euros por habitante.

Al margen de la reforma de la plaza central de barrio, paralizada desde el año 2022, y de las calles adyacentes (4,5 millones), los 18.052 habitantes de San Blas recibirán en inversiones más de 400 euros por persona gracias también a la reforma del pabellón Rafael Pastor o de la pista de atletismo Joaquín Villar, dotadas con más de un millón de euros cada una, así como a la renovación del Pitiu Rochel, con más de 380.000 euros.

Aunque donde más se nota este impulso del deporte es en el barrio de Tómbola, una de los zonas menos pobladas de la ciudad. Sus 2.425 habitantes únicamente cuentan con una inversión entre las más de sesenta que contempla el borrador presupuestario: la primera fase de la construcción de un nuevo pabellón polideportivo. Un proyecto dotado con más de 1,8 millones de euros que disparará el gasto público en el área por encima de los 700 euros por habitante, convirtiéndolo en el barrio «mejor pagado» de la ciudad.

Obras que dependen de las emisiones

Para que todos estos proyectos puedan llevarse a cabo será imprescindible que el Partido Popular (14 concejales de 29) cuente con, al menos, un apoyo o abstención a sus cuentas. 

Como ha sido habitual durante los años del bipartito, los mejores posicionados para prestar esa hombro a los populares son los concejales de Vox, con quien el PP reconocía ya en diciembre tener avanzadas las negociaciones. Sin embargo, la formación de ultraderecha insiste en que no permitirá la aprobación del presupuesto mientras no se asegure de que la Zona de Bajas Emisiones (una exigencia de Europa para reducir la contaminación) no supone ninguna restricción ni sanción para el tráfico. 

Pese a que Barcala guarda silencio, el documento cuenta con una partida para la implantación del anillo de Gran Vía (casi un millón) y otra para la mejora de la accesibilidad y movilidad urbana de más de 3 millones.