Primer gimnasio para pacientes oncológicos en Alicante

La alianza entre la Universidad, los hospitales Doctor Balmis y Sant Joan d'Alacant, y la asociación de afectados da lugar al espacio Activo contra el Cáncer

J. Hernández

J. Hernández

«El gimnasio me va a venir muy bien al ser además un programa con profesionales que me guiarán». Pablo Fernández, un alicantino de 41 años que padece un xantoastrocitoma anaplásico pleomórfico (un tumor en el cerebro por el que lleva cuatro operaciones), es un amante del deporte. Ha practicado artes marciales, competiciones náuticas, baloncesto, iba al gimnasio casi a diario y nada en la piscina para recuperar movilidad perdida: tiene claro que «si no hubiera hecho todo eso, no estaría como estoy». Considera que la buena forma física le permitió enfrentarse de mejor manera a las cirugías, de hecho al mes de cada una de ellas estaba recuperado. «Cuando acabé la rehabilitación me dijeron que me iba a quedar con muletas, que no iba a recuperar el hombro pero he mejorado mucho».

El joven está empezando su entrenamiento en el primer gimnasio oncológico de la provincia, una iniciativa fruto de la alianza entre la Asociación Española contra el Cáncer, la Universidad de Alicante y los hospitales de Alicante y Sant Joan, aunque el programa de ejercicio oncológico está abierto a cualquier paciente de la provincia (los interesados pueden ponerse en contacto con la Asociación Española Contra el Cáncer de Alicante). A los participantes en el programa se les realiza un estudio previo y otro posterior al programa de doce semanas y los resultados se contrastarán con los oncólogos para valorar su eficacia.

El espacio Activo contra el Cáncer ofrece ejercicio físico, fisioterapia y asesoramiento en nutrición a pacientes que están en tratamiento de su enfermedad. En 2023 la provincia registró 12.188 nuevos diagnósticos de cáncer frente a los 11.865 de 2022.

Programa gratuito

La actividad se engloba dentro del programa gratuito de atención integral al paciente y a los familiares de personas afectadas por cáncer que presta la asociación en su sede de Alicante (Avenida Catedrático Soler, 4), desde ayuda psicológica a prevención, voluntariado y logopedia, además de formación y entretenimiento. También se ofrece ayuda social y sostén a personas que puedan verse afectadas económicamente por, como ejemplo, la pérdida de su trabajo a causa de la enfermedad hasta que reciban el apoyo de la administración porque «queremos ser el 112 del cáncer en Alicante», afirman desde la entidad.

Beatriz García es otra de las primeras pacientes que asiste a este centro

Beatriz García es otra de las primeras pacientes que asiste a este centro / Héctor Fuentes

Elegido para ser uno de los primeros pacientes del gimnasio, Pablo, que trabajaba en un despacho de abogados a punto de acabar Derecho, espera mejorar del impacto de la radioterapia en su cuerpo mientras sigue con una nueva medicación, una molécula que parece que le está funcionando. A este joven se le manifestó el tumor a los 12 años con ausencias epilépticas y le operaron por primera vez con 33 años en el servicio de Neurocirugía del Hospital de Alicante

Una de sus compañeras en Activo contra el Cáncer es la ilicitana Beatriz García, vecina de la localidad de Sant Joan, a la que le detectaron tumor de mama con 42 años el pasado mes de junio. 

Un antes y un después

Madre de una niña de 4 años, la noticia fue un mazazo, un antes y un después en su vida y en la de su marido, Moisés Ruiz. «Te detectan cáncer y el hospital se convierte en tu casa, necesitas ayuda para levantarte y asearte. Con la quimio sufres sensación de mareo, náuseas, te deja hecha un trapo, pero la cabeza sigue funcionando, y piensas que no sirves para nada». Él apostilla: «la enfermedad lo ocupa todo, es el 100 %». A la joven le hallaron tres tumores en la mama y los médicos decidieron extirpársela entera, además de los gánglios linfáticos. 

Foto de familia de los implicados en el proyecto por la Asociación del Cáncer y la Universidad

Foto de familia de los implicados en el proyecto por la Asociación del Cáncer y la Universidad / Héctor Fuentes

Ahora afirma que va encontrándose mejor. Siempre ha sido activa, con trabajo (es ingeniera mecánica aunque ahora está de baja), su familia, su vida social. De ahí que esté entusiasmada con la posibilidad de entrenarse en el gimnasio oncológico de la Asociación contra el Cáncer, pues «hacer ejercicio con personas en tu misma situación es motivante». Su marido lo secunda: «es un servicio que a cualquier persona le beneficia, imagínate a quienes tienen dolencias como cáncer. Es una válvula de escape y los beneficios son muchos, tanto físicos como mentales». Pues se ha demostrado que el ejercicio reduce el riesgo de depresión y ansiedad, y el de padecer nuevos tumores o infecciones.

Rutina deportiva

Gracias a este tipo de servicios, la paciente siente que el «cáncer convive contigo, ya no es tu manera de vivir. Significa mucho porque abre un abanico de posibilidades de hacer ejercicio, de socializar, no se acaba el mundo. Hay vida». Piensa que este gimnasio hacía falta, porque la pareja practicaba bicicleta o carreras, es decir, tenían una rutina deportiva, hasta que ella tuvo que hacer reposo absoluto por un embarazo de riesgo. El ejercicio físico y asesoramiento en nutrición serán las otras herramientas que le ayudarán a recuperarse junto al apoyo psicológico, porque «lo primero es la salud mental y no todo va a depender de fármacos y operaciones»

Esta joven ha sido remitida por el Hospital de Sant Joan, de cuyos médica destaca la empatía. «Como oncólogos, siempre indicamos a nuestros pacientes que es muy importante mantener un estilo de vida saludable para mejorar su calidad de vida y el pronóstico de su enfermedad y el ejercicio físico es, sin duda, un elemento esencial», indica la doctora Nieves Díaz, jefa del servicio de Oncología de este centro.

Menos efectos secundarios

Por su parte, el jefe del servicio de Oncología del Hospital Doctor Balmis, el doctor Bartomeu Massuti, apunta que «la investigación clínica que se desarrolla no únicamente con fármacos, sino que se extiende al afrontamiento de la enfermedad y su repercusión en los pacientes y su entorno ha generado evidencia científica de que en diferentes cánceres la actividad física disminuye los efectos secundarios de los tratamientos, y mejora la calidad de vida y el estado mental».

Por ello, considera que «las iniciativas que promueven el ejercicio físico tienen un impacto positivo en la vivencia de la enfermedad». Este centro colabora con la Asociación contra el Cáncer, y este año iniciará también unos talleres para pacientes y familiares sobre aspectos de la enfermedad que no son abordados en la asistencia sanitaria habitual como los sociales y laborales, o la sexualidad.

El gimnasio cuenta con todo tipo de aparatos y máquinas

El gimnasio cuenta con todo tipo de aparatos y máquinas / Héctor Fuentes

Profesionales de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte dirigen las clases de ejercicio físico oncológico, tres sesiones semanales grupales, que se acompañan con sesiones de seguimiento individual. El programa se presta en colaboración con Kinetic Performance, empresa del Parque Científico de la Universidad de Alicante (UA). «Para nosotros es un reto apasionante», afirma José Antonio Pérez Turpin, catedrático de Ciencias del Deporte, quien incide en la evidencia científica de que el ejercicio físico ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes en un 30 %. «Esperamos dar servicio a toda la población oncológica y desde el conocimiento que emana de la Universidad atender a la sociedad».

Llamamiento

La Asociación contra el Cáncer en Alicante cuenta con más de 13.000 socios. Su presidente, Fermín Crespo, y el gerente de la entidad, Juan Lledó, hacen un llamamiento a los alicantinos a sumarse porque «su donación y aportaciones son destinados a numerosos servicios. La gente debe verlo como una inversión en su propia vida porque las estadísticas dicen que un tercio de la población va a pasar por ello y el resto debe apoyarlos». 

Como dice Crespo, «si el paciente tiene mejor condición física y está mejor alimentado la lucha contra la enfermedad es más fácil, o al menos está más fuerte. Y si vienen a entrenar van a tener contacto con otras personas en su misma situación». 

Quince pacientes por trimestre

Quince pacientes por trimestre

Se trata de un proyecto piloto para estudiar los beneficios del ejercicio físico en pacientes oncológicos. Cada trimestre se estudiará a quince hasta completar los 60 a lo largo de 2024 para valorar aspectos como la composición corporal, el estado de bienestar, la calidad de vida, el rendimiento muscular o la capacidad cardiorrespiratoria. El objetivo es mejorar los efectos secundarios de los tratamientos o la fatiga y recuperar masa muscular o reducir grasa cuando sea necesario. Se espera mejorar determinadas limitaciones funcionales de los pacientes y sus dolores articulares.